domingo, 29 de mayo de 2016

Recensión de Manuel Pecellín a El nombre secreto del agua.

         

               Manuel Pecellín en su sección del blog de Hoy.es, Libre con libros hace una extensa recensión sobre el poemario El nombre secreto del agua. Vaya mi agradecimiento a Manolo por estas notas: 

          " El nombre secreto del agua abre con una de las sentencias más famosas en la historia de la filosofía occidental y prácticamente la única que de su autor ha llegado hasta nosotros, el “panta rei” de Heráclito. La primera parte del poemario es la traducción literal de este topos: “Todo fluye”. Unos versos de Michel Houellebecq dan pie a  los del autor, que los va alternando con  pasajes en prosa poética de alta intensidad. El sujeto lírico se identifica con la el caudal de agua en la que uno nunca puede bañarse dos veces. Aunque se lograra retenerla con cualquier artimaña, quien acceda de nuevo al embalse ya no será el mismo de la ocasión anterior, transformado inevitablemente por el discurrir de las horas. Esa conciencia del constante fluir, contraria a la inmutabilidad parmenídea del ser, constituye el fundamento del pensamiento relativista, frente al dogmatismo, tal vez la perezosa, acomodaticia actitud mental de quienes niegan el movimiento, la transformación, el cambio indefectible de las realidades todas. Como el trueque del agua, el poeta se reconoce metamorfosis múltiples según discurre la corriente de sus días. Eso no quita para que, entre los diluvios que lo anegan,  confunden acaso, aspire a mantener la pasión, las ansias, los márgenes donde más se reconoce, alcanzar tal vez un paraíso inmarchitable.
               “Todo cambia” es el título anafórico de la segunda parte. Verso y prosa alternan nuevamente, los pasajes de la segunda dispuestos en cursivas. La inquietud ahora se centra sobre el lenguaje mismo y la constatada dificultad para decir cuanto más importa, de descifrar “el misterio de la danza en la sangre del poema”, el amor, los sueños,  quizá la utopía ¿Cómo trascender los límites del agua?, se pregunta quien no quiere someterse a las imposiciones del primer Wittgenstein o someterse al oneroso silencio. Porque, en definitiva, lo que más importa siempre supera con mucho las imposiciones del decir lógico-matemático. Ahí reside el máximo atractivo de la voz lírica auténtica, libre e iconoclasta. El riesgo de no seguir la máxima del Tractatus (“Sobre lo que no se puede hablar, mejor es callarse”) es incidir en simples “flatus vocis”, sin contenidos, en confundir las voces con los ecos (Machado).
                “Nada permanece”, la parte tercera y última, mantiene el mismo discurso. El poeta se resiste a dimitir de sus nostalgias y busca cómo romper la deriva hacia el también atractivo silencio. Los poemas se van concentrando y el lenguaje  deviene cada vez más desnudo, sin renuncia de la claridad. Como un eco del gran fray Luis, se alaba a quienes saben vivir a solas, vistas las dificultades de la comunicación. Tal vez se les desvelan así sinfonías de piedras y nubes, aladas historias, estrofas entre cantos rodados, que sustenten las siembras últimas de la vida."

Faustino Lobato, El nombre secreto del agua. Madrid, Vitruvio, 2016



jueves, 26 de mayo de 2016

Breve comentario de Julián Borao a El nombre secreto del agua.

         



           Hace unas horas un poeta amigo mío, Julián Borao, me ha escrito una carta en facebook comentando  el poemario, El nombre secreto del agua. En esta carta, entre otros asuntos,  me decía al respecto:

        "Leer tu libro ha sido una sorpresa muy agradable. Creo que has conseguido un poemario que se lee como una sinfonía de principio a fin, una sinfonía del agua, como objeto real y también metafórico, que fluye y cambia sin cesar. 

           Has utilizado a Heráclito como pretexto, basándote fundamentalmente en la vertiente del fluir, de la no permanencia y del cambio (obviando, sin embargo, el papel que él daba al fuego como constituyente común de las cosas y de sus cambios), es decir, has impregnado el poemario, sobre todo, del devenir para recrearte en el símil de la vida como experiencia y has conseguido un texto de una gran coherencia conceptual. 

           Resulta complicado centrarse en un "sujeto teórico" y ceñirse a él a lo largo de todos los poemas pero tú lo has conseguido y te felicito."

         Este comentario, obviamente positivo, subraya algunos aspectos que me alegra que Julián, como lector, haya sabido apreciar desde la sensibilidad del poeta, y es el hecho del devenir recreado en la vida. Este, es cierto, se expresa o esa era mi intencionalidad, en un constante vitalismo que, de manera  inexcusable, hace que el yo literario mire de frente aceptando la fragilidad existencial en el propio cambio de lo cotidiano.
   
          Desde este rincón de mi habitáculo quiero dar las gracias a Julián Boráo, poeta y amigo con el que comparto esta inquietud por el verbo, por la palabra en acto. Julián Borao coordina las Noches poéticas en Bilbao

            Gracias poeta por tus palabras.

El tacto de lo efímero. Jesús M. González y Flores


Ayer, miércoles 25 de mayo, tuve el placer de asistir a la presentación del poemario "El tacto de lo efímero" de Jesús María González, editado por Vitruvio y que ya fue presentado en abril en la ciudad de Cáceres. El acto lo inició Luis Sanz quien, después de hablar del autor, dió algunos apuntes de la obra. A este le siguió Jesús María el cual abordó, como autor, el hecho de una reedición de este libro previamente publicado por la Diputación de Badajoz en la colección Alcazaba. 

El ambiente acogedor creado en la librería Colón, de la avenida Santa Marina de Badajoz, se debió, en gran parte, al propio autor de la obra que, de una forma fresca y directa, interpretó canciones de Janis Joplin y Sabina, entre otros. Este elemento musical sirvió como contrapunto didáctico para recitar algunos de los poemas. El recital fue acompañados de imágenes sugerentes que Jesús María González fue exponiendo.

Agradezco la invitación de Jesús, un hombre de especial sensibilidad por la letras y por todo aquello que sirva, de manera estética, para comunicar. Un poeta que ha ido madurando hasta el punto de dejarnos este libro que son, después de Escenarios, un puñado de versos cargados de sentimientos y de miradas donde el paisaje de lo efímero, de lo que cambia y se fortalece, se vuelve protagonista mayor.


viernes, 20 de mayo de 2016

PRESENTACIÓN DE MILA ORTEGA A “EL NOMBRE SECRETO DEL AGUA” DE FAUSTINO LOBATO




Quiero compartir con todos la presentación de Mila Ortega a El nombre secreto del agua.


"Muchas gracias a todos por acudir a este acto. Especialmente saludo a los contertulios de Página 72 y a Tino. Quiero, de todo corazón,  agradecerle que me haya dado la oportunidad de participar en este proyecto poético hoy culminado, aunque sea solo en la pequeñísima parte que puede, y debe, llevarse una presentación.

Más allá de los aspectos literarios o críticos, mis palabras pretenden ser un bosquejo,  un dibujo expresionista, sin duda,  de las consecuencias que en mí ha logrado su obra. Porque la literatura no es literatura sino provoca en el lector algún tipo de transformación, por mínima que sea. Le pregunté  por qué me había elegido a mí y me contestó que lo tenía claro desde el principio. Bueno, me siento muy orgullosa por ello.

Se trata del quinto o sexto trabajo de Tino Lobato, un poeta exigente en la forma, arqueólogo del fondo y persistente buscador de íntimos pensamientos que satisfagan su insaciable deseo de escribir.

Ha elegido un título muy sugerente, que tendrá, con toda seguridad, un significado distinto para él y para cada uno de los lectores.  A mí este hermoso título me sugiere tres ideas: el lenguaje, el intimismo y el concepto del agua.

Lo que no tiene nombre es difícil de imaginar, casi no existe. Pero el lenguaje es insuficiente para expresar todo lo que pretendemos y nos resulta impreciso y torpe. De ahí la importancia de elegir con exactitud las palabras para un escritor. Tú mismo, Tino, lo dices en el poema de la página 42: Cómo poner nombre a los trozos de sol/ pegados a cada instante.

Aparece después el secreto, que creo puede hacer referencia a la intimidad, el yo lírico y sus ocultos sentimientos, profundas emociones que el poeta pretende trasmitir a lo largo de toda su obra.

Y en tercer lugar el concepto, en este caso el agua como núcleo o justificación que el autor utiliza, nunca mejor dicho, para derramarse de manera sugerente y perfectamente introducido con la cita de Heráclito: Todo fluye. Todo cambia. Nada permanece,  que abre el libro y da título a las tres partes que lo integran. No he podido evitar recordar la interpretación “no dual” del universo, donde cada uno de nosotros somos gotas de agua de un mismo océano, todos igualmente mar. Cada gota de agua, cada charco, cada ola, encrespada o pacífica, es diferente a la anterior y a la siguiente pero todo es agua.

En la primera parte, el agua es fundamental para la primera persona,  vivo en el agua, soy agua y ese yo asume las cualidades del agua en sus múltiples formas, en las distintas imágenes que el autor describe  y como el agua y en el agua se pregunta, duda, existe.

De esta parte, destaco el poema 4, de la página 23, porque desnuda más al protagonista, porque es más atrevido, porque los hombres, al final, nos movemos muchos más por las pasiones que por las ideas. ¿Por qué fue tan estupendo?, solemos preguntarnos. Porque era clandestino, porque era prohibido, porque te jugabas algo más.  



Cada día estreno luz en el borde 
de las márgenes;sigo por la  línea 
del pulso; sueño con la fuerza que desvela 
el calor del Paraíso.  

Y en este fluir  la mirada se vuelve  
cómplice de los dioses 
y escribo   
notas de consuelo.  

Después, vuelvo a empezar, 
amante, en la maraña cotidiana, 
con olor de extraños y  nombres 
impregnados de memoria.  

Sigo la huella del agua 
sin deshacer la clave del deseo, 
esa pasión que me habita 
más allá de lo prohibido.   

En Todo cambiase integra con el agua el resto del paisaje, las rocas, el río, las hojas, los matorrales, las raíces, los arbustos. Parece la parte más descriptiva del libro y donde se evidencia que el poemario ha sido inspirado, en gran parte al menos, por la contemplación de la naturaleza. Un juego de imágenes encadenadas que deja entrar, en la prosa poética de la página 40, a otros elementos esenciales como la tierra y el fuego, que son de la misma forma que el agua, la fuerza del cambio, contrarios e indispensables. De esta parte destacaría el poema de la página 45.



Bajo el  ritmo de  los tallos, el baile del agua   
toma el centro de mi ser, más allá de los ruidos,  
donde la mirada es compasión y perdona  las horas.  
Por qué no admitir  las pruebas que me empujan 
a seguir vivo.   

 Cómo comprender la gravedad 
de esas mil razones que mi corazón   
no entiende. La fragilidad de esta carne 
cambia el  canto y moldea la frontera  
de este cuerpo hecho agua.  

La incertidumbre del cambio  
deja atrás la sonrisa de las horas
pero no el empeño de seguir vivo.  
Por qué no declarar el sustantivo 
del amor que me sorprende.     

Y es que somos agua y no lo aprovechamos, no somos conscientes de nuestra capacidad de adaptación: “ser agua, sé agua, mi amigo””  la famosa frase de Bruce Lee. En  la medida que nos resistimos a nuestro entorno, que rechazamos nuestro recipiente nos  convertimos en hielo, y el hielo se quiebra con facilidad, mientras que el agua soporta cualquier hachazo, porque fluye, porque rebosa, porque cambia, porque nunca es la misma.

Curiosamente la tercera parte,  Nada permanece,  comienza con unas referencias al eco del agua, al eco de la nostalgia, al eco de un pasado que solo existe en nuestra mente, porque en efecto, nada permanece. Y esta insistencia del hombre en recordar le supone, con frecuencia, una carga difícil de asumir, una losa  pesada. Sabemos que nada permanece pero seguimos recordando sin llegar a lograr entender la esencia del agua, que es toda y diferente en cada momento. Pero es aquí, en esta tercera parte, que me ha sabido a poco, donde se muestran más intensas las emociones: la soledad, el vacío, la duda, lo incierto, lo prohibido, incluso.

         Y termina, el poemario, de una forma muy acertada, de la mejor manera a mi juicio. Porque, en definitiva, lo que ha pretendido el autor es solo, y nada más difícil, que darle nombre al agua, porque estas cinco letras que forman el vocablo agua son absolutamente insuficientes para describir, explicar, contener  su inmensidad y sus infinitas interpretaciones.  


             Sigo mudo en esta fragilidad 
             del misterio que me circunda. Los verbos 
            resisten entre  aguas interiores. Ruedan 
            ebrios de limo.  

            Quiero regresar al lugar del sueño,  
            sin alas. Impulso que busca,  
            en el espejo del agua,  
            versos prohibidos.  

            Se oculta el poema en el aliento de las palabras. 
           Y  las estrofas, cantos rodados,se pegan 
            al ser del verbo, con el anhelo  
           de darle nombre al  agua.

           Todos estos poemas y el trabajo incansable e ingrato del autor, que se oculta detrás de éste y de cada libro,  no persiguen otro objetivo que ese: darle nombre a un concepto, en este caso al agua. Y además, Faustino Lobato, lo ha hecho de una manera muy propia y acertada tanto en el planteamiento como en la ejecución literaria. De manera que, solo me queda felicitarte, darte mi enhorabuena y desear que se lea mucho y se disfrute más."

                                                     Badajoz, 19 de Mayo de 2016                                                                                  

                                                                   Mila Ortega

Una brevísima reseña de El nombre secreto del agua.

                   

                   Me gustaría dejar aquí una brevísima reseña de El nombre secreto del agua, subrayando  la intencionalidad de este libro que no es otra que la de  hablar de lo frágil, de lo no absoluto, de lo no permanente, de lo que tiene movimiento y no se estanca, como las aguas del Guadiana, que fluyen y cambian en un trueque maravilloso de color y de paisajes. 

              Pues así, en cada capítulo encontrareis esa propuesta a buscar, desear en la gravedad transparente y desnuda de la vida en un intento de darle nombre a la utopía; sí, hay una mirada a ese vértigo vital que conjura el aliento primero en una lucha de contrarios, éstos que no son más que nuestras propias contradicciones, provocadores de los cambios; y que son, éstos, los que nos sacan del anonimato y nos nombran y perdonan la ceguera de los días. En este poemario hay mucho de soledad pero más de silencio, de solemne silencio que se pega al ser de la palabra. 

             La dedicatoria a mi hijo y a mi mujer que aparece al inicio es de justicia porque ellos son partes de la fragilidad, que aceptada, me hace ser y aunque parezca paradójico, son, también, mis fortalezas, donde me crezco y crezco como persona.

                                                 

Gracias por estos momentos mágicos.


               Ayer se celebró la presentación de mi última obra El nombre secreto del agua, publicada por Vitruvio. Agradezco a Antonio Castro subdirector de la Residencia Universitaria Hernán Cortés de Badajoz que todo esto fuera posible.

            También, vaya mi agradecimiento a Mila Ortega que hizo una reseña magnífica de la obra subrayando aspectos muy interesantes que a mí personalmente, como autor, me entusiasman; mil gracias a María Lamas y João Custodio porque, como siempre, hicieron un excelente recitado de algunos poemas; y como no, gracias a Joaquín Rodríguez por su genial interpretación, al piano, del Sposalizio de List. A todos ellos y a los amigos y familiares que estuvieron, gracias.

                Aquí os dejo algunas fotos indicativas del momento mágico de esta presentación.






martes, 17 de mayo de 2016

Invitación a la presentación de El nombre secreto del agua




Ediciones VITRUVIO

tiene el gusto de invitar el día 19 de mayo, a las 20,30


                                                               a la presentación del libro


   EL NOMBRE SECRETO DEL AGUA
                                                                                             
 de

        FAUSTINO LOBATO DELGADO



Intervienen

Milagrosa Ortega, Pablo Méndez, el autor


 Recital poético-musical  a cargo de:
                                                     María Lamas,
                                                      João Custodio,
                                                     Faustino Lobato,

                                             Joaquín Rodríguez, al piano.


 El acto tendrá lugar:
            Residencia Universitaria Hernán Cortés.
                    Av. Antonio Masa Campos, 28. Badajoz
                                                                                              
                                                                                 

sábado, 14 de mayo de 2016

Reflexiones de Pedro Piquero a El nombre secreto del agua.




Pedro Piquero me ha enviado esta reflexión 


"Acabo de terminar con mucho gusto tu libro de poemas.


¡Me ha resultado muy curioso el ataque directo a Euclides cuando comentas que las paralelas no se tocan en el infinito! ¡Herejía! ¡JAJAJA! Me gusta la claridad de la estructura y creo que es tu libro menos críptico. 



También te digo que he visto un intento, tal vez por antes expuesto, más claro de acercarte a Williams Carlos Williams que al propio Heráclito. Este último parece más una excusa para hablar, en un aspecto más taoísta de lo que a primera vista podría parecer, de la complementariedad de los opuestos. Veo más a Lobato pasado por Heráclito que a Heráclito pasado por Lobato (en la onda de Pierre Menard, autor de El Quijote). 

Me he encontrado muy cómodo leyendo tus reflexiones en la última parte del libro dedicada a la soledad y a la nada, a los que saben vivir a solas, como tú bien dices. Hermosa reflexión."





             Ante la reflexión que mi amigo Pedro me envía respondo diciendo:
             Que  con todos mis respetos a  Euclides, en el caso de la percepción que tengo de las paralelas estas no se tocan en el infinito; generan una progresión,  una latencia infinita. Es este deseo el que pretendo expresar en el poema. Pero viva Euclides en la parte que le corresponde.

          Por otro lado,  es cierto que puedo acercarme a WCW por aquello de partir de una realidad visual para llegar a una imagen y por combinar poesía y prosa. Gracias por esta comparación con el poeta rompedor de la métrica inglesa.

            Finalmente,  es posible que, al igual que  Pierre Menard, pueda dar la impresión de un intentar reescribir los asertos de Heráclito, sin embargo, esto no  era mi pretensión ya que tan solo me sirvo de ellos como una justificación para dar forma al libro. Son un soporte estructural y estético.

          Gracias Pedro por esta reflexión que me hace pensar al mismo tiempo.

Mercado de abastos. Presentación en la 35 feria del libro.




Buenas tardes y bienvenidos a este encuentro con la obra de Jose Manuel Vivas, Mercado de Abastos, que tengo el honor de presentar.

1.      EL AUTOR-

               Permitidme, antes que nada,  hablar  de José Manuel Vivas como persona más que como autor. Considero que esto es más importante. Aunque, a decir verdad, es complicado hablar de la persona, de cualquiera;  todos comprendemos que de las personas conocemos  una pequeña parcela, un poco de lo que es y aun así nos equivocamos porque las personas somos un misterio. Pues bien, con riesgo de equivocarme por no decir lo esencial, quiero apuntaros un poco de esa  pequeña parcela que creo conocer de Jose Manuel,  de este contertulio mensual de Página 72. 

             Lo primero, es anotar que es  un amigo cercano, una persona donde los gestos superan a las palabras. Esto es siempre visto desde una percepción donde la emoción de los encuentros mide la relación. José siempre está ahí cuando se le necesita. 

               Lo  segundo, es que desde que conozco a José Manuel siempre ha transmitido esa aura de escritor infatigable, empujando a todos a escribir con dedicación. Este es un escritor  con más de catorce obras en su haber, aunque esto es lo de menos ya que lo importante es que en cada una de ellas hay algo de su crecimiento personal, es decir, en su obra  la literatura, la ficción se funde con el ser más personal. 

            Tercero, y esto es importante,  las creaciones de José Manuel Vivas no sólo llevan un poco de él sino que en todas ellas se ve, de manera transparente, su progreso, su inquietud. Y para terminar esta breve semblanza, tengo que deciros que para saber de nuestro autor es posible que en internet encontréis  mucha información pero os digo que esos  datos son nada cuando, acercándose a conocer al personaje, se conocen sus gestos y estos solo se entienden  cuando se comparte con el autor a través de sus letras. Y  José Manuel es consciente de ese gesto propio del escritor que sabe que su obra, una vez publicada, le ha  dejado de pertenecer para convertirse en patrimonio de todos

Esta generosidad del escritor es lo que hace que advirtamos en la obra de JM Vivas un tono de emoción que enamora. Gracias José Manuel por ser el amigo cercano, el escritor infatigable, la persona inquieta y generosa que ha querido compartir con nosotros, lectores, tu más reciente criatura.

               Dicho esto quiero centrarme, ahora  en la obra que presentamos: Mercado de abastos. Comencemos por aproximarnos al significante de este título y subrayar que este sintagma indicador del espacio cerrado, donde unos surten de mercancías a otros, en el poemario Vivas  se transforma, magistralmente, en una metáfora para hablar de ese otro espacio, de la vida, donde todo acontece como: el amor, la muerte, la soledad ...



2.      LA OBRA: Mercado de abastos

2.1. LA ESTRUCTURA. CAPÍTULOS:

Esta obra tiene la particularidad de mirar la realidad poliédrica de la vida retomando, de la materialidad significativa del abasto, los nombres de avituallamiento, compraventa y trastienda. Importa decir que estos nombres solo sirven, en esta obra, para justificar la estructura estética de los capítulos ya que:
               En el primer capítulo, avituallar, termina por transformase en un espacio donde un nosotros literario provoca el diálogo aprovisionando a la vida de “un plan de fuga eficiente/ que salva del estupor”;

               En el segundo, la compraventa, es un concepto que termina por englobar todo lo que la vida compra- o mal vende, como son las falacias, los temores,  la soledad, los olvidos, dios con mayúsculas, las osadías, la risa, el amor. Aquí, en este segundo capítulo del poemario el contenido se platea en medio de un dialogo a tres, donde el nosotros cede su puesto a un yo literario que íntima y se dirige a un necesario.

               Y finalmente, en el tercer capítulo, con el término trastienda, los versos nos sitúan ante todo lo que de manera consciente o involuntaria la vida oculta, unas veces por inercia y otras por vergüenza, como es: la resistencia a no ser nada, o la venta de los otros; las respuestas agotadas, o lo que no queda de uno mismo; los enfrentamientos banales, o los vacíos… Aquí, en este tramo final del libro se impone el trazo objetivo del tú literario, un tú que aparece como Sísifo, empujando sin remido la vida.

               Solo con mirar este esquema lógico de los capítulos: AVITUALLAR, COMPRAVENTA Y TRASTIENDA se puede observar como el autor nos quiere introducir en un viaje que va más allá de las propias palabras, en un camino donde los elementos adquieren un valor significativo de solemnidad.

2.2.  INTENCIONALIDAD SIGNIFICANTE: La perspectiva de lo social.

               La obra, Mercado de abastos, termina por enfrentarnos a la propia existencia desde la imagen de lo inmediato. Pocos, autores son capaces de terminar socializando el verso, como Jose Manuel Vivas hace, es decir, pocos se atreven, como él, a  convertir el poema en un meta-relato del compromiso social. Este indicador nos advierte, a los que nos hemos acercado a la obra de nuestro autor, que las palabras  adquieren una profunda significación haciendo que, cada uno de nosotros como lectores, nos situemos  en el mercado de la vida, que es la existencia misma y a su vez nos sintamos empujados, emocionalmente,  a reconocernos  en cada gesto des-crito. Jose Manuel tiene esa habilidad que es la de esbozar no solo un eikos, imágenes, sino un logos-espejo donde reflejarnos.

               En este campo de lo significante, de lo que dice y nos implica hay otra realidad propia de la creación de Vivas y es ese movimiento de fuera-adentro que él diseña en algunos de sus poemas. Esto movimiento de lo íntimo hace que los versos adquieren un relieve  aleccionador y ejemplarizante. No basta con mirar sino que hay que implicarse.

               Así, en la primera parte, el yo literario nos muestra ese gusto por los ocasos y las simas marinas, por los agujeros negros…(por) las solitarias mesas de la cafetería, allí al fondo, donde trazo un plan de fuga eficiente que (me) salve de tanto estupor (Interiores pág. 21);

               En realidad, todo se porta y se traslada, todo queda ajustado, listo para la venta…todo se prepara concienzudamente…así la vida nos prepara sus manjares a diario. Y así desbaratamos cuanto nos ofreció la vida con orden y paciencia con meticuloso cuidado. (Existencias, pág. 24);

               Y todo esto expuesto como un viaje, como un necesario salir a la intemperie o adentrarse en el bosque, aunque no tengamos tiempo para ello, para ese viaje, ni el valor de abandonar nuestro refugio. (Micología, pág. 31)

               -En la segunda parte, donde la compra-venta aparece como una prioridad, en concreto, lo que se subraya es esa búsqueda del rincón sin luz del mercado (de la vida) donde ocultarnos y mendigar las incontrolables ascuas de la (vida) existencia, los sudores ebrios de la fiebre. (Algo así como el amor, pág.37);

               Porque, salir es enfrentarse a uno mismo sin medida. Allí nos venden lo que necesitamos, un enjambre de dudas que se otorgan, la necesaria certidumbre de habitar un cuerpo… (Agorafobia, pág. 44); Y es así cuando se impone un escuchar la tenue voz de los galápagos bajo el río, su cantar de agua, el sonido hueco de sus corazas de animales prehistóricos, de lentos supervivientes… (Galápagos, pág. 51).

               -En la tercera parte, es donde el yo literario reconoce frente a un tú, a veces impasible,  que no queda nada visible sino un territorio hueco y umbrío…donde nada nos tiembla en la voz, donde ningún vocablo los nombra, y ningún aliento los resucita. (Nombrar, pág. 59); En esta tercera parte se explana este sentido de lo social, indicado más arriba, que alimenta los versos en el decir: tú pusiste el precio a sus desahucios, ellos recogieron del suelo las frías mantas de plástico de su envoltura. (Usureros, pág.62); denunciando cómo pesa la huella de los falseadores, (y) de cómo sus voces tienden a cargar sobre el débil el lucrativo embuste de sus programas electorales. (Mentirosos, pág. 66).








2.3.   LA REFLEXIÓN IKoNIKA. Un libro donde la imagen se vuelve emoción.

Este poemario, Mercado de abastos, está marcado por lo ikónico, por un permanente sugerir imágenes y estas con tono vivencial donde la emoción es protagonista.  Permitidme una reflexión y para ello voy a tomar los versos iniciales y los finales de cada capítulo.

 En el PRIMER CAPÍTULO. La imagen de la existencia vital.

               Se inicia con estos veros:

                Agotada la noche de sus últimas sombras,
                Un leve respirar de luz abre el mundo a lo nuevo.(6-AM)

               Son tan sutiles estos primeros versos que solo alguien avisado sabría descifrar el empuje existencial  que, en ellos,  aparece entre líneas. Leve respirar, el neuma, ese soplo creador de la luz el que abre el mundo a lo nuevo. Sin pretenderlo los versos nos retrotraen a las palabras magistrales de las mitologías orientales donde los dioses creaban envolviendo todo de brisa y luz. Es así como la realidad cobra relieve y se vuelve humana…

                Por otro lado, los versos finales dicen así

                …con paso ligero y firme
                Se aleja tras el bullicio
                De todas las despedidas. (Mujer)

                Estos versos nos hablan de la calma, de un final tranquilo donde la mujer es la protagonista. Tomando ésta como símbolo de lo materno, los versos parecen indicarnos que la existencia se recobra desde ese sentimiento de la tranquilidad expresado, a su vez, en el hecho mismo de las despedidas. Despedirse es dejar atrás, aunque sea por un momento, todo lo que, incluso, puede ser importante. Y es aquí en esta relatividad de un nuevo comienzo donde se advierte el paralelismo con lo nuevo de los primeros versos.

                Así, nuestro autor, de manera certera, con este capítulo nos pone ante la imagen de la existencia vital, aquella que se renueva continuamente, como un punto de inflexión entre lo pasado y lo futuro, es decir, en el presente vivo.

En el SEGUNDO CAPÍTULO. La imagen de la sabiduría a la inversa.

                Los primeros versos son: 

                También es posible adquirir
                las frutas y su vario sabor difuso...(Algo así como el amor)

           Casi de forma intencional, estos versos primeros nos colocan ante la conciencia de nuestro imaginario colectivo, el de la sabiduría en ese hecho de adquirir, de probar, de morder la fruta. Y sigue, y su vario saborEste Sabor tiene la misma particularidad de saber, sapio . Porque la sabiduría es algo que se paladea.

                Después, yendo al verso/os final/es de este capítulo, donde se dice 

                ¿Bastarán las palabras? (Entonces)

                El autor nos emplaza ante el límite mismo de la existencia, es decir ante el hecho de preguntarnos si los propios vocablos bastan. Porqué preguntarnos por la suficiencia de algo que hace que los hombres nos entendamos y entremos en diálogo. La respuesta está en la unión de este verso escéptico  con los versos iniciales del capítulo para concluir con una imagen esta de que la sabiduría no viene dada por las palabras, sino que ésta está más allá de ellas. Esta imagen requiere de una lectura atenta de otros versos dentro del mismo capítulo: avanzando hacia dentro (pág. 44) buscando esa sabiduría de lo osado (pág. 48), de la risa, de la lectura del poema que espera, desea que lo escuches…


En el TERCER CAPÍTULO. La imagen vital de lo cotidiano.

                Aquí, los versos iniciales nos adentran en una realidad dens

                 El nombre de las cosas que sucedieron,
                Los gestos…  (Nombrar)

                Y en este nombrar está el aferrar lo seguro. Una imagen vital este hecho de nombrar, de poseer,  porque nombrar significa  poseer las cosas. Por tanto, en este hecho de nombrar, el autor nos emplaza frente a la misma humanidad que viaja por este MERCADO DE ABASTOS. Esta reflexión, unida a los versos finales, da un sentido de lo cotidiano que es donde se sitúan las emociones

                Mañana será otro día.
                Temprano limpiaran los restos
                Y la memoria.
                Como si nada hubiera ocurrido. (Vacío)

                Como si nada hubiera ocurrido, esto es, empezar de nuevo, renacer desde lo nombrado y desasiéndonos de ello, dejándonos devorar por el monstruo (pág. 68), con la convicción de que nada de lo que eras ha quedado de ti (pág. 67).

                Después de estas reflexiones, en la que he pretendido aproximarme a los versos de Mercado de abastos, me resta decir gracias:

                - primero, al autor de esta obra por permitirme leerla y desentrañar unos versos como justificación para reflexionar;
                - segundo, a todos vosotros por estar aquí y permitirme abusar de vuestra paciencia. Gracias.
               

Badajoz 14/05/2016



                                                                                                                        

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto