Tras los muros, se siente el sufrimiento de los otros. Mar y angustia en una batalla que no termina. Nada amortigua el dolor de las esperas en medio del caos. Todo se vuelve complejo, tras los macizos perfiles de piedra. Sobrevivir, la consigna en los ojos de todos. Y después del ruido de las armas, el silencio, el brutal silencio que deja el amargo dolor del alma.
Las murallas siguen ahí, descansando en sus ángulos absolutos. Alrededor, se mantiene el eco del sufrimiento y la fragilidad del tiempo, incapaces de borrar la huella de miradas prisioneras.
Bonita mirada nos traes hoy, un gran abrazo amigo, un dia de estos hay q repetir unas cañas y charlar un rato.
ResponderEliminarGracias por tus consideraciones. Cuando tú quieras repetimos cañas. espero que este año puedas venir a estar con nosotros cualquier primer viernes de mes para la Tertulia Página 72.
ResponderEliminarUn abrazote.
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