Más vale
lo malo conocido que lo bueno por conocer, este es el dicho popular que en el caso
de la política nacional se está cumpliendo. Hay que ser claros, con el PSOE se
vivía mal con los del PP se vive peor. Y si de la generalidad terrible que vive
el País descendemos a la Región extremeña, en particular, descubrimos que aquí el
vivir peor se disimula con estrategias absurdas y sin creatividad por el
gobierno de estos sátapras del
gobierno central. Y esto es doblemente peor ya que nadie pone remedio a ello. Sí, nadie
frena al ejecutivo extremeño, que sin tener mayoría, campa por su cuenta. De Izquierda
Unida mejor no hablar. Menudo fiasco. Esta
formación, esperaza y castigo del PSOE, se ha disuelto en el mar de los
problemas.
El PP regional va pegando “tumbos” repitiendo
hasta las comas de las ordenes de arriba. Es Rajoy quien nos gobierna con el
agravante de gastos autonómicos. Educación y sanidad son los puntos calientes
donde el ejecutivo no sabe “ni lo que dice” porque lo que dice, con medias
verdades, está falto de cordura. Así, en
educación, con el aumento de la jornada a veinte horas en este nuevo curso, el ejecutivo manda al paro a un gran número de
interinos. Con lo cual el sistema educativo que hace aguas, ahora, acabará de
hundirse. No vale la respuesta demagógica del señor Monago sobre las
interinidades que, al fin y a la postre, estas han sido de una gran ayuda en la atención personalizada en el sistema público de enseñanza.
Es cierto que la Educación pública necesita revisión
pero no desde la mirada economicista con
la que el PP la está tratando.
Y ahora, la sanidad. Y en este asunto, sobre la atención a los emigrantes. Menudas las
declaraciones que José Antonio Monago ha hecho al respecto revelando una gran
ignorancia de lo que es la actitud ética de los médicos. ¿Cómo es posible que, desde
las perspectivas liberales de los ajustes y del presupuesto, ponga en tela de juicio
el código deontológico de los facultativos?
Las declaraciones de Monago, como un simple “repetidor de leyes”, a
puesto en pie de guerra a la Sociedad Española de Medicina de Familia y
Comunitaria (SemFYC).
Ahora bien, lo realmente desconcertante es la
ocurrencia de llamar demagógica las argumentaciones que rebaten sus
declaraciones. En realidad, demagógica y poco original es su declaración cuando dice que este hecho de no prestar asistencia
médica a los inmigrantes sin papeles "se hace en toda Europa menos en
España". ¿Cómo es posible que las maldades de los otros exculpen las
nuestras? Se necesita ser bruto. Lo cierto es que, excluir al colectivo de los emigrantes es
atentar contra los principios éticos y deontológicos médicos. Y una vez más,
por mucha crisis que haya no se puede
argüir, con mirada economicista y presupuestaria, lo que es simplemente un
derecho de justicia social más allá de la pura solidaridad.
Si antes Monago sabía poco, ahora, desde estas afirmaciones prepotentes, la
inteligencia se le ha oscurecido un poco más. De qué va este hombre que más que
gobernar obedece las ordenes con esas “muletillas pseudo ecuménicas” de
presuntos diálogos. Estábamos en “guate-mala" y hemos llegado a “guate-peor”. Si
en España la situación es insostenible, por los criterios liberales tan
salvajemente aplicados, en Extremadura se está volviendo terrible.
En fin, actitudes como las que mantiene el
señor Monago, alejándose de sus perspectivas populistas de los días de las
elecciones, hace que muchos deseemos una pronta e inmediata moción de censura.
Y todo para que, después, las cosas cambien poco. Como dice mi mujer, lo malo no es que
los cambios sociales se sucedan sino que, después, los políticos que
vengan los seguirán manteniendo con algunos arreglillos para contentar
al pueblo y poco más.
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