No había nada,
nada
sólo silencio,
el suspiro del primer instante
nada
sólo silencio,
el suspiro del primer instante
cuando el creador de seres
terminó de mezclar el barro y la sangre.
terminó de mezclar el barro y la sangre.
No había nada,
solo el soplo,
el pensamiento
sobre el vacío.
solo el soplo,
el pensamiento
sobre el vacío.
(Del poemario: Las siete vidas del gato. Imcrea editorial. pag.15.)
Hace tiempo que escribí este poema que aparece en el libro Las siete vidas del gato, editado por Imcrea. El poema se inspira en aquel otro de Enuma Elish, el poema babilónico que da base a los versos del capítulo segundo del libro del Génesis, en la Toraj.
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