La
brisa pasa
el mensaje a las ramas,
mezcla
de susurros y tierra al trazar
un
horizonte de árboles
donde
el verde deja de ser nube
y la nube se
vuelve rito de amapolas.
Y
en esta memoria del caos,
el
orden soporta el paisaje,
y
las orillas del tiempo,
y
las derrotas del agua.
La
brisa, anónima finitud del color,
señala
el sur de los abrazos.
5 comentarios:
Tino ,sin comentarios......para un simple paisaje recortado sobre el cielo....jejeje
Hay que ver lo que engrandecen tus palabras.
Gracias una vez más y un abrazo.
Gracias a ti Carlos por compartir esas fotos "por el camino natural del Guadiana" que en mis versos he dado por titular "El canto de las horas".
Gracias amigo por ser ese soporte gráfico donde Talía hace de las suyas.
Un abrazote
Palabras que dan color a la imaginación, que se confunden en los tonos de un paisaje al que escribiendo me invitas.
Saludos almendrados ;)
Es musical, visual y apacible. Un abrazo que es un sur.
Musical, visual y apacible. Un abrazo que es un sur.
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