Se rompe la mañana con la fragilidad
de un invierno con sol. Trozos de mirada
y prisa ruedan calle abajo.
Quiso volar pero la gravedad le besó
los pies. Hay amores que hechizan.
Nadie oculta el miedo cuando el desierto
se extiende entre las horas y el dios
de los días construye naves de papel
para albergar heridas.
1 comentario:
Bella y sugerente, Tino ,como siempre.
Un abrazo.
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