Desde hoy formo parte de esa larga lista de parados, que en España debemos ser muchos. Es una situación agridulce parecida a la de una antesala de hospital donde sabes que llegas pero no cuando vas a salir. No tengo edad ni condición para estas situaciones pero sin más remedio hay que aceptarlas. El sentido de la dignidad me hace: por un lado, no deprimirme y por otro, mirar hacia adelante, como si mañana me fuera a despertar de esta pesadilla.
Esta mañana se me ocurrían estos versos:
Cuando el revés se impone
hasta agacharte en el vacío
de las cosas,
cuando la mirada se resiste
y las palabras salen para arañar l
a frontera de lo imposible,
entonces,
sólo entonces, cabe respirar
y sentir que estás vivo.
2 comentarios:
Pues lo siento Faustino.
Es una auténtica pesadilla perder el empleo.
Te deseo toda la suerte.
¿Te acuerdas del poema de Teresa de Avila?
Nada te turbe /nada te espante/ todo se pasa /Dios no se muda /...
Un abrazo
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