jueves, 30 de abril de 2015

El sencillo color del tiempo.



Hoy, señalaste con asombro el estante de tus libros
y, con adverbios definidos, el lugar de los tesoros.
En la esquina de tus dedos, el balbuceo de las palabras
parecían apuntar el origen de un diálogo.

Enamorado de todo lo que ves, recitas las letras
de las paredes de tu cuarto. Con la rabia indolora
de un animal herido, comienzas a morder un plástico
sin nombre. Ríes, dejando traslucir el color de los deseos.

Y esta ida y vuelta, de antojos y llantos,
la prisa nos empuja hasta la calle. Con el recital
de los números pisamos el verso de las horas.
En las aceras se preparaba la liturgia del diario.

No había marcha atrás. La mañana nos tragó,
dejando en libertad la mirada de los sueños.
Hoy, señalas insistente el zoo matutino y sin saberlo,
descifras a la par el sencillo color del tiempo.

miércoles, 15 de abril de 2015

Paraísos de cartón


Espero contra toda esperanza
que el ritmo de los días no sea
un agujero por donde los sueños
escapen.

Que nada destruya la gravedad
de los momentos haciendo 
del instante
un vértice por definir.

Soporto la vida en el hilo invisible
de la espera. No hay palabras,
solo silencio que marca la distancia
entre el infinito y las horas.

Qué hacer cuando no hay mensaje
y la angustia se levanta en el centro
del alma. Qué decir cuando el ruido de la calle
lastra el azul de los recuerdos.



Puedo cerrar los ojos, pero no matar
el mundo. Hacer silencio, pero no huir
disfrazando las palabras. Por qué
estos paraísos de cartón, por qué.

jueves, 9 de abril de 2015

Un“kairós”que me seduce.


El recuerdo de tu risa se diluye en el tiempo.
Tus abrazos son memoria, una hoja en blanco.
Pensarte es, a veces, un duelo; otras,
el rostro  del placer.

Estás dentro de mí con esa fuerza mayúscula
que  me hace vivir. Tu mirada selló a “Cronos”
y me empujó al  vértigo de las cosas.
El rostro del silencio es un“kairós”que me seduce. 

miércoles, 8 de abril de 2015

Quién podrá matar el poema.



Te acercas hasta romper el silencio de los días.
me regalas la risa. El abrazo diluye los abandonos
haciendo gritar las aceras. Se para el tiempo,
y mi carne tiembla, como si estrenara versos.

Me miras hasta despejar los nublados. Al instante,
empecé a navegar en el rap  de siempre.
Celebro la mañana que rompe muros
y aleja soledades. Cuánto vale tu palabra.

Nunca será como ayer, porque el presente
tiene sus afanes y estos ya marcan el dolor
que hiere la garganta. La prueba despeja
las dudas, el mensaje la incertidumbre.

No quiero que tu alma se rompa por las esquinas,
sino que viva y afirme la voz. Es primavera,
siempre es primavera cuando estas. La pasión
me embarga. Quién podrá matar  el poema.

lunes, 6 de abril de 2015

Los espacios de la carne.




Hace más de dieciocho meses, 
cuando Rodrigo navegaba en el interior de su madre.




Siento tu transitar en el pulso,
en el agua de los dedos,
al tocar el vientre de tu madre.

Imagino como ocupas los espacios de la carne.
Y recreo tu sonrisa en ese delatar la noche
con protestas silenciosas.

Te descubro, nota de color, sorpresa
en la geografía de esta emoción
que nos desborda cada día.

domingo, 5 de abril de 2015

Utopía sin fronteras.



Los días se asoman a ese brocal del hastío
para sacar la hiel de los  recuerdos. El dolor
difumina la mañana. Vivo en la incertidumbre,
quiero descarnar la memoria del momento.

No hay vida sin dolor ni amargura sin sonrisa
en este impulso que me empuja a seguir.
Hay tantas perdidas, tantos fracasos, tanto error
que las victorias, las ganancias, parecen no ser.

Y a pesar del aparente  abandono
en  este domingo de resurrección
sigue el juego de los niños, el amor
de lo imposible, y la utopía sin fronteras.

La mañana me da una tregua, me entrego
a sus horas y dejo que pase este sentimiento
de la nada.Importa el abrazo del ángel
que frena la búsqueda de otros "paraísos".



MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto