sábado, 26 de julio de 2014

Este sábado de julio.





Hay un momento que los sonidos se confunden con la espera y el silencio con el sueño. Suele ocurrir en estos días donde los nublados forman una campana espesa hasta hacer que el calor duela. Nada que hacer ante estas sensaciones. Ni siquiera el comer alivia del desasosiego. A lo mejor, una sonrisa o la caricia generosa. Porque el ser humano, mitad agua mitad otros elementos, reclama  algo más que la brisa como remedio eficaz para sacar el cuerpo de sus confusiones. De momento, estamos en el letargo áspero de este sábado de julio donde todo parece confundirse. Incluso para algunos es un sábado aciago después de haber pasado una madrugada terrible. Qué tremendo se vuelve el sábado para algunos que la vida y sus caprichos castiga sin motivos. Y lo cierto es que para unos y para otros no hay milagro ni consejos certeros para remediar el imponderable temporal ni siquiera  que  refresque. Y la vida continúa.

miércoles, 23 de julio de 2014

La sangre del poema.



El mundo se detiene en mi carne 
cuando las horas frenan el invierno. 
Un sabor a menta recorre
la avenida de mi cuerpo 
entregado al juego animal
de los sentidos.

La caricia del agua marca  un ritmo misterioso,
una danza que la  sangre del poema entiende.  
Y en este lenguaje, amante de los gestos,
los dedos reptan hasta modelar el sueño
y la boca se desnuda ante el  eterno consuelo
del verbo.

Todo perfecto, todo,  mas allá de la norma.
No hay clave capaz de descifrar el vértigo
del sexo que arranca trozos de cielo
al atravesar los límites del alma.



Los días sufribles del verano.



Cuando el día tiene ese tinte de calendario ajado y parece perderse en medio de los meses; cuando todo tiene ese tono agridulce de un día que, irremediablemente, se presenta caluroso; cuando todo esto sucede queda, entre otras cosas, cerrar puertas y ventanas, bajar las persianas y dejar que la calamidad del temporal pase...Salir corriendo no procede porque el desgaste es mayor...Irte a la piscina es lo más saludable aunque, a veces, es preferible hacer lo primero. Sí, lo mejor es replegarse en el cuartel de la casa y,con la ventana entornada, leer unos buenos poemas. Como  fondo musical cualquier pieza de Ludovico Einaudi ...¡Ay, los días sufribles del verano! Estos que nos marcan el tono muscular y nos ponen a prueba en la resistencia física.

domingo, 20 de julio de 2014

Un domingo cualquiera.



Un domingo de julio, un domingo cualquiera. Poca gente en la calle. Las nubes dan un aire de calma a la mañana. Después de salvar algunas plantas los fuegos preparan la comida. Todo sigue un ritmo lento, como si el tiempo estuviera pegado a la paredes. Los ruidos  hacen eco en los rincones de la avenida. Cierro los ojos y dejo de leer. El sueño me atrapa. Las dos, es el momento para recomponer todo despejando las "musarañas". Estas se adhieren a los silencios, a los silencios silenciosos. Este domingo de julio, donde nada ocurre y todo puede suceder de pronto.

jueves, 17 de julio de 2014

Esta confusión de las horas...



Todo fluye en medio de esta confusión de las horas 
mientras el sur deambula en ese horizonte que refleja,
leve, la fragilidad de los días donde todo se vuelve
lucha de contrarios en una corriente impetuosa y suave, 

a un tiempo.

domingo, 13 de julio de 2014

Volver al fuego de la felicidad primera



    En este ser que fluye siento el reflejo de los dioses, ese don singular del instinto que da nombre a los espacios. Y el sueño se vuelve espera. Ser que arrastra mundos inventados desde el inicio de la vida, con el impulso de la primera mañana, cuando la tierra y el agua eran eco del caos y el ser original balbuceaba el color del adjetivo. Ser en el fluir de la mirada, todavía envuelta en la sangre de limos primordiales. Se despierta el yo en su soledad al desvelar el alma primera, el arjé de los demonios ciegos. Y fluye con el deseo de dominar las lenguas del cosmos; un cambio permanente en ese siempre volver al fuego de la felicidad primera.



jueves, 3 de julio de 2014

Esa pasión que me habita.









Cada día estreno luz en los cantos
de la orilla;
sigo por la delgada línea del pulso;
sueño con la fuerza que desvela
el calor del Paraíso. Y en este fluir,
la mirada se vuelve cómplice
de los dioses creadores.


Vuelvo a empezar, amante,
en la maraña cotidiana, con olor
de extraños nombres
impregnados de memoria.


Sigo la huella del agua
sin deshacer la clave del deseo,
esa pasión que me habita

más allá de lo prohibido.

miércoles, 2 de julio de 2014

A solas.




(...)

A solas, en este silencio que tiene rostro
de espera y nombre de miradas, te imagino
carne de mis palabras con sabor

a nublado. A solas.


MIS VISITAS AL MUNDO

MIS VISITAS AL MUNDO
Tiene Lisboa sonidos de agosto