Después de bombardear Gaza en el 2000.
Impotente por el dolor de los inocentes
No sé como te llamas
pero me duelo en tí
en tu carne ultrajada
en tus ojos mudos
en tu boca sin luz.
Alimañas de hierro celebran
tu dolor acallando la paz
y la palabra.
No sé como te llamas, sólo sé
que un poco de mí abraza
el llanto de tu casa.
5 comentarios:
Y ese llanto es tan largo como la cabellera de la noche.
Un abrazo, Tino.
Marian
Todos vamos uniendonos poco a poco a ese abrazo, quizá para soportar mejor el dolor y la vergüenza. e alegro de pasar por tu casa Tino, que de vez en cuando nos cruzamos por ahi, por estos espacios infinitos.
Un saludo!
Gracias Mariam por este comentario tuyo. Un honor tu paso. Un abrazo, Tino
tremendas imágenes.
El otro día en una foto
de un periódico 3 niños jugaban
entre los escombros de una casa..reían...es el día a día
de tantos años de guerra...terrible
breve poema en el que se dice todo...llantos anónimos y un poco de nosotros en ellos...
Un abrazo Tino
(no paso mucho po L8, llevo una temporada liado de trabajo, con viajes y poco tiempo para casi nada...pero en cuento puedo os sigo)
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