miércoles, 1 de abril de 2009

No sé





A mi padre


No sé si esta carne es río o mar,
si las palabras de sus ojos son aire
de marzo o viento de un sin saber
que se pierde entre los huecos
de la habitación. No sé.

No cabe mentir, la evidencia
del tiempo se rompe en sus dedos.
Cuánto susurro deambulando
por la habitación.

No sé si los encuentros
favorecen la tortura
de esta vasija quebrada
dejando que el sueño venza
al horizonte.No sé.

Adán se desnuda,olvidó la manzana.
La escavadora pasa ante su puerta
colgada al ruido de la luz
y de la calle.

1 comentario:

Emilio Ariza dijo...

Al leer la reflexión a punta de versos ha sido más fácil la asimilación del poema, nada podemos hacer contra lo inevitable, la vida es una enfermedad que nos tiene amarrados a todos.
Abrazos

MIS VISITAS AL MUNDO

MIS VISITAS AL MUNDO
Tiene Lisboa sonidos de agosto