Vidas rotas, con sabor africano,
invadían Trocaderos con reproducciones
de la Tour Effiel. Un enjambre
de bocas asaltaba el entusiasmo
donde más dolía. Cuántas lenguas
y lenguajes alborotando la noche
rompiendo la magia de Paris.
La huella de África en los ojos,
aburridos de ver siempre lo mismo,
en las manos cansadas
de ofrecer
siempre
lo
mismo.
Escultura
de ilusiones, perdidas en el naufragio
de la ciudad, deshechas en el asfalto
de Trocaderos.
La musa saltaba en la ingenuidad luminosa
de unos rostros apretados al paisaje, África
sonreía a su paso remedando lenguas
sin contenido mientras Trocaderos
respiraba el agridulce desesperado
de un abrazo tendido entre el placer
y la pobreza.
1 comentario:
Todo lo que da de sí París...
Excelente Tino.
Un abrazo, amigo.
Gio.
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