domingo, 22 de julio de 2012

Una anónima finitud del color





La brisa pasa el mensaje a las ramas,
mezcla de susurros y tierra al trazar
un horizonte de árboles
donde el verde deja de ser nube
y la nube se vuelve rito de amapolas.
Y en esta memoria del caos,
el orden soporta el paisaje,
y las orillas del tiempo,
y las derrotas del agua.

La brisa, anónima finitud del color,

señala el sur de los abrazos.

5 comentarios:

Carlos Rivero. dijo...

Tino ,sin comentarios......para un simple paisaje recortado sobre el cielo....jejeje
Hay que ver lo que engrandecen tus palabras.
Gracias una vez más y un abrazo.

faustino lobato dijo...

Gracias a ti Carlos por compartir esas fotos "por el camino natural del Guadiana" que en mis versos he dado por titular "El canto de las horas".
Gracias amigo por ser ese soporte gráfico donde Talía hace de las suyas.
Un abrazote

Teyalmendras dijo...

Palabras que dan color a la imaginación, que se confunden en los tonos de un paisaje al que escribiendo me invitas.

Saludos almendrados ;)

Elena Román dijo...

Es musical, visual y apacible. Un abrazo que es un sur.

Elena Román dijo...

Musical, visual y apacible. Un abrazo que es un sur.

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Tiene Lisboa sonidos de agosto