miércoles, 3 de junio de 2009

Habitación 102


A mi padre.




Habitación 102. La mascara de oxigeno
le impedía hablar. No sé si eran nubes
o alas las que he visto a su alrededor. Creo
que eran ángeles dejando pasar el sol. Tomé
sus manos, sentí el calor de la fragua. Sus ojos
se perdían en el infinito de los rincones. Por un instante
se hizo el silencio, terrible silencio donde abundaban
todos los amores sin palabras. Después
me dedicó una sonrisa sellando
aquel instante. Era
la habitación 102.

5 comentarios:

VICTOR VERGARA dijo...

Tomé
sus manos, sentí el calor de la fragua.

Este trozo es precioso.
Casi todos hemos pasado por esos momentos.
Un abrazo, Tino.

febade dijo...

El momento que ha todos nos llega se tiñe de misterio y tristeza para quien observa partir a un ser querido.


Un saludo

Tétis dijo...

Tino

Momentos difíceis, terríveis de suportar, mas a vida é assim.

Um grande abraço de coragem e amizade.

Ana Clavero dijo...

Hermos Tino. Es demasiado triste ver como se apagan poco a poco.Sigue disfrutando de él, tú que todavía puedes.

Un abrazo enorme.

faustino lobato dijo...

Gracias a todos por vuestro consuelo. es complicado ver como se apaga la persona que tanto me ha dado. Lo tengo asumido, todo esto es como una muerte anunciada, aunque el médico me hable de mejoría transitoria. Gracias a todos. Un abrazote. Tino

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto