martes, 26 de mayo de 2009

ASÍ, EL ALMA.



Así, como en la palma de la mano
el agua, perfumas la memoria.
Nada tuerce tu presencia. La tristeza
desvela tu herida, una sonrisa la calma.
Así, sin más. La huella de tu tacto,
hecha verso, se derrama en los labios
al nombrarte. Tanta fuerza imprimes
que todo se silencia a tu paso. Creces
con hambre de palabras, ahora tienes
el ritmo vertebral propio
del tiempo.

Así, renacida en primavera,
pajareas con las plantas
del balcón rondando la sombra
de mis sueños. Así, sin más, un ovillo
de mil formas que se acopla en mi sexo
y en mis ganas, potencia de mi cuerpo
a punto de luz y de fronteras.

Así, entre latidos callejeros, te contemplo.

5 comentarios:

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Bellas metàforas enlazadas con una tristeza suave, que hace templar al lector
Cariños desde Argentina

Lydia Raquel pistagnesi

faustino lobato dijo...

Gracias por este comentario tan elegante...Gracias. Un saludo desde España. Tino

Efigênia Coutinho ( Mallemont ) dijo...

"ASÍ, EL ALMA."

Así, como en la palma de la mano
el agua, perfumas la memoria.


muy bello tus versos, mis cumprimentos,
con admiración,
EFIGÊNIA COUTINHO
Brazil

Desconcierto dijo...

Así, Tino


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me vino a la memoria la fuerza con que caminaba aquella mujer,todo se silenciaba a su paso...y yo la contemplaba....

Desconcierto dijo...

por cierto....

me ha gustado la suavidad con que se lee...

un abrazo

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto