Destinado a comunicar todos esos momentos que son espacios donde la palabra se convierte en el refugio cierto, en luz capaz de abrir caminos.
domingo, 27 de febrero de 2011
Las páginas en blanco de la noche
...
Asomados a ese punto,
donde la herida no duele
las dudas escaparon
pero no los sueños. El deseo
eligió la ruta complicada de la piel,
descifrando, sin miedos,
las páginas en blanco de la noche.
...
domingo, 20 de febrero de 2011
Trasgredir sueños
Leyendo a Gamoneda.
Oigo tu risa
Entro en el salón donde la luz
pesa en las cortinas
pero no estás
sólo el sillón que arropó tus sueños.
¿Todo en mí es presencia?
Sí, porque más allá de las palabras
descubro otra vez tu risa.
Qué cercano se ha vuelto el deseo
tú sonries en mis manos
cuando acaricio aquello que te hacía reir.
lunes, 14 de febrero de 2011
El cantar más bello
"Qué gratas son tus caricias,
hermana mía, esposa;
son mejores que el vino tus caricias,
mejor la fragancia de tus perfumes
que cualquier otro aroma"
De "El cantar más bello. Cantar de los cantares de Salomon"
Hoy, las nubes fuerzan la mirada
en ese límite de libertad sin sosiego.
Los ruidos acarician las paredes;
la brisa, acelera el perfume de los sueños.
La búsqueda se vuelve certeza,
y el deseo, debilidad de amor
en un abismo
ajeno a la luz.
Feraz la tierra,
libre y en vigilia,
penetrada
por la voz del fuego.
miércoles, 9 de febrero de 2011
Acordo/ Despierto
Este poema de Sofía de Mello, es uno de esos que te llegan en un momento, cuando el silencio quiere ocupar los vacios del alma y las voces del entorno no te dejan. No hubiera querido traducirlo porque en la lengua original es precioso pero alguien me dijo que era mejor. Perdón si la traducción no responde a la emoción que estos versos despiertan en portugués.
Acordo quando os muros são o medo,
Acordo quando o tempo cai contado,
E no meu quarto entra o arvoredo,
E se desfolha ao longo dos meus membros.
Acordo quando a aurora nas paredes
Desenha nardos brancos e macios,
Acordo quando o sono nos convence
De que sois rios.
Despierto cuando los muros son el miedo,
despierto cuando el tiempo pasa
y en mi habitación entra el arboledo,
y se deshoja a lo largo de mis miembros.
Despierto cuando la aurora en las paredes
dibuja nardos blancos y suaves,
despierto cuando el sueño nos persuade
de que sois ríos.
Acordo quando os muros são o medo,
Acordo quando o tempo cai contado,
E no meu quarto entra o arvoredo,
E se desfolha ao longo dos meus membros.
Acordo quando a aurora nas paredes
Desenha nardos brancos e macios,
Acordo quando o sono nos convence
De que sois rios.
Despierto cuando los muros son el miedo,
despierto cuando el tiempo pasa
y en mi habitación entra el arboledo,
y se deshoja a lo largo de mis miembros.
Despierto cuando la aurora en las paredes
dibuja nardos blancos y suaves,
despierto cuando el sueño nos persuade
de que sois ríos.
Etiquetas:
Un poema de Sophia de Mello Breyner Andersen
martes, 1 de febrero de 2011
Mar-ginal
Nadie se para en la curva del presente
A ver pasar el agua.”
Luis García Montero.
Democracia dos. Vista cansada.
Es complicado vivir con los ojos cerrados
y pensar que apago la luz del corazón.
Creo que duermes.
¿Alguna vez dejé de amarte?
Hay tanta lluvia en las ausencias,
que el sueño es incapaz
de llevarse tu mirada.
Por encima de la muerte la vida toma nombre.
Serena esperanza que un día pareció ser libre
en esta cárcel del tiempo.
Te llamo en el revés de las horas. Tu voz
me devuelve a la calma, despejando
el pulso de la noche.
Dejo de escribir pero no de buscarte
entre los ángulos nocturnos
del silencio...
A ver pasar el agua.”
Luis García Montero.
Democracia dos. Vista cansada.
Es complicado vivir con los ojos cerrados
y pensar que apago la luz del corazón.
Creo que duermes.
¿Alguna vez dejé de amarte?
Hay tanta lluvia en las ausencias,
que el sueño es incapaz
de llevarse tu mirada.
Por encima de la muerte la vida toma nombre.
Serena esperanza que un día pareció ser libre
en esta cárcel del tiempo.
Te llamo en el revés de las horas. Tu voz
me devuelve a la calma, despejando
el pulso de la noche.
Dejo de escribir pero no de buscarte
entre los ángulos nocturnos
del silencio...
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