lunes, 5 de septiembre de 2016

Agradecida por la sensación de paz.




A mediados de agosto recibía una carta de María Blázquez, gran escritora y mejor amiga. En la carta, que transcribo en su totalidad, me expresa su opinión sobre el reciente poemario El nombre secreto del agua, editado por Vitruvio.

Agradezco estas palabras que, viniendo de alguien tan exigente como María, hacen que siga en este empeño de ordenar vocablos y formar versos.

Quiero compartir estas palabras en este espacio de HABITÁCULOS donde, de vez en cuando, dejo aquello que pueda interesar y, sobre todo, ayudar.

No sé cuántos lectores ha leído el poemario, pienso que muchos; pues bien, si alguno quiere compartir su opinión sobre él agradecido de recibirlo.


Querido Tino, ya he leído “El nombre secreto del agua”. No sé cuál será su nombre, pero el color de tu libro es el verde; verde y transparente en todas sus hojas, sus poemas, en cada verso, o verde o transparente.

Me ha gustado, he terminado de leerlo agradecida por la sensación de paz que me iban regalando los versos y esa forma en la que los has escrito. La estructura me ha encantado, girando en torno a esa maravillosa cita de Heráclito. Se distingue perfectamente el alma de cada parte: Todo fluye/ todo cambia/ nada permanece. Quizá sea la primera parte la que más me ha gustado, supongo que por el sosiego que me ha transmitido.

Dentro de guardar tu esencia tan espiritual, me ha mostrado una poesía cercana, un yo poético sereno, maduro, que contempla la vida (ese agua, esos ríos...) desde esa paz de la que te hablaba antes. El lector lo agradece, pues le haces partícipe de ella.

He subrayado numerosos versos que me han resultado especialmente evocadores, te pongo algún ejemplo:

“Nunca tuve tan cerca los muros de esta casa
de mi cuerpo (...) Nunca, como ahora,
me fue tan tierna el agua.”

“Inmensa, esta serenidad que mana.”

“...este vértigo de la luz que viste las formas de mi ser/”

“Espero, siempre espero,
en el quicio de lo posible...”

Es difícil transmitir todo por este medio, lo mejor es el bis a bis, pero, como es complicado, no quería dejar de expresarte, al menos de esta forma, mis sensaciones tras la lectura de tu poemario.

Enhorabuena, amigo mío. Disfruta de tu obra, de la ternura del agua y de su serenidad.

Un abrazo fuerte.


MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto