miércoles, 29 de enero de 2014

Primeros comentarios a Un concierto de sonidos diminutos



Tino Lobato,Rufino Felix, Jose Manuel Sito en la Tertulia de Página 72

Hoy he recibido una llamada de teléfono. Era de Rafael Rufino Felix Morillón para decirme que enviaba un comentario del libro de poemas, Un concierto de sonidos diminutos,  a la Revista de Estudios Extremeños, en la que él colabora. Me alegró su llamada y su crítica poética. Para mí, un honor que un poeta de su talla comente esta nueva criatura literaria que el sello editorial Herakléion me ha editado. Estoy contento por este reconocimiento de mi hacer por un poeta, como he dicho, uno de los mejores de Extremadura y porque, más allá de la amistad, sabe decir y poner las cosas en su lugar. Vaya desde aquí, de poeta a poeta, mi agradecimiento.

lunes, 27 de enero de 2014

Islas de lo cotidiano.




Hay días que es mejor no levantarse y más cuando la tarea doméstica se sobrepone a otras de ocio o de negocio.Hoy, por la mañana todo fue atender teléfono y otros menesteres culinarios. Por la tarde continuó lo mismo. Se salvaron de la maldición y el aburrimiento: la conversación con un amigo, para tratar sobre la presentación del poemario Un concierto de sonidos diminutos y la compra de unas raciones de bacalhau dorado y con espinacas, en la tienda de comida portuguesa. Y se salvan de la "quema" porque, tanto con uno como con otro, la conversación tuvo ritmos fuera de lo común. Con el segundo tuvo tonos portugueses. Não é facil falar português em Badajoz. Estas islas de lo  cotidiano me resultan necesarias, son un consuelo para evitar la melancolía y el hastío de hacer siempre casi lo mismo.Esta tarde me ha salvado de la linealidad cotidiana el tener que planchar y el  salir al supermercado a comprar pan. Y mientras planchaba veía
la  noticia de como la sanidad pública madrileña ha ganado la partida a los oligarcas que les gobiernan. Vengan islas en lo cotidiano para poder crecer y sentir que uno está vivo. 

domingo, 26 de enero de 2014

Sobrevivir a los biberones.





Ayer fue la primera vez que deshice los grumos de una papilla, hasta  licuarla.
Mas tarde, hubo una segunda vez. Y comprobé la temperatura del "brebaje".
A la tercera, descubrí que todas las tetillas de biberón no sirve para papillas.
A la cuarta vez, me di cuenta que esta criatura depende de mi para sobrevivir.
Y lo mejor de todo es que  yo dependo de ella, de su cara, de sus muecas,
para sobrevivir a los biberones y a las papillas.

Nunca lo simple me pareció tan complejo.
Porque lo complejo es descender a lo simple.


De El efecto Rodrigo

miércoles, 22 de enero de 2014

Filosofías de café.Dilema existencial.


Hoy tengo tiempo de cambiar las cosas o de cambiarme. Un dilema, una lucha entre el afuera y el adentro. Es cierto que las cosas se manejan y más cierto aún que a uno lo manejan como si fuera una cosa. Por eso, es mejor que me-maneje antes de que otro tome la iniciativa y no me de cuenta. Luego puede ser demasiado tarde para cambiar. Me suelen pasar estos grados de despiste existencial. Al final, no sabes si eres como las cosas, fáciles de manejar. ¿No será que guardamos en nuestra genética ese ser barro primordial?  ¿Será verdad eso que dice el mito mesopotámico de que fuimos moldeados del barro, como un objeto al que se le insufló el ánima? ¿A lo mejor somos dioses de segunda y no hemos reparado en ello? En realidad, todavía tengo tiempo de cambiarme con ánimo de vivir antes de convertirme en objeto de usar y tirar.

lunes, 20 de enero de 2014

Hora bruja.



El tiempo se detiene en la gratuita liturgia
de la hora bruja, en el tímido comenzar

de un nuevo día, efímero presente con alas.

( De Un concierto de sonidos diminutos)

sábado, 18 de enero de 2014

Una máquina de dar pena.



Un médico amigo mío, Jose Enrique Campillo, al hablarle de las molestias nocturnas y llanto de Rodrigo me comentó que los niños, desde la prehistoria, son maquinas de dar pena. Chillan de forma similar a los crías de pájaros, me dijo, oyéndose el quejido  a larga distancia. Un sonido lastimero que mueve las entrañas a la compasión, aunque, a esas horas intempestivas de la madrugada, a lo que uno se motiva es a querer dormir sine tempo. Y dando gracias que sea invierno y tener las ventanas cerradas para ahorrarle molestias al vecindario. Pero cómo hacer cuando los gases o las encías doblegan a la criatura rompiéndole el placer del sueño. Se lo rompen a él y al resto de la familia. Los que tienen experiencia de ello saben que al primer gemido del bebé pareces estar soñando; al segundo grito  el sonido te hace tomar contacto con la realidad y al tercero, la casa empieza a ser como una feria con luces que se encienden y apagan;  un mercadillo, con  trasiego de biberones y calefactor.  Y cuando el ritual de dar de comer y colocar pañales acaba, a lo que hay que sumar la toma de temperatura y administración de gel para las encías,  y el llanto no cesa, uno se pregunta qué hacer. Parece ser que que la respuesta a las preguntas desconcertadas de padres primerizos, como yo, la tiene un aparato de tonos recién inventado que traduce el sonido del bebé al román paladino. Todo un alarde de la informática que hace aparecer en una pantalla  la demanda de la criatura. En fin, sin maquina y asumiendo el crecimiento de este ser que nos hace aprender a su ritmo, seguiremos  interpretando su llanto aun a riesgo de equivocarnos.


De El efecto Rodrigo.

viernes, 17 de enero de 2014

El efecto Gamonal


Hoy, en un punto perdido de España, cerca de Burgos, en Gamonal se ha librado una batalla ciudadana contra la dictadura de los poderosos.Gamonal ha vencido. Vuelve a repetirse el tópico de David vence a Goliat.  Hoy todos somos un poco Gamonal pero, también un poco menos porque el tesón de esos ciudadanos todavía no nos ha hecho reflexionar los suficiente. En realidad no somos tan Gamonal, porque todavía  no somos capaces de salir a la calle a reventar tanto despropósito. Los güevos que le han echado los de Gamonal a la prepotencia de su alcalde son los que nos faltan a una mayoría en España permitiendo que las cosas vayan a la deriva de lo que unos pocos quieren. El mensaje "Gamonal" es directo, sin alardes de nada aunque su alcalde se empeñe en decir que esto es una bronca que justifica otras cuestiones. ¿Cuántos Gamonal  harán falta para hacer tomar conciencia a los que manda del disgusto general que los ciudadanos tenemos?


jueves, 16 de enero de 2014

Santa Apiretal.


Nadie se acuerda cuando fue la primera vez que nos enfrentamos al malestar de la fiebre. Tampoco, nadie nos lo ha contado. Por eso, ahora, después de haber advertido el estado febril en Rodrigo quiero hacerlo constar. Sobre todo quiero anotar la impotencia que se siente cuando, al final de un día cualquiera, víspera de su cuarto mes, a Rodrigo le sube la temperatura. Tremendo este enfrentar la crecida de anticuerpos alertando la mirada de quienes vigilamos. De entrada, se quiebra  la emoción; después,  la ignorancia ante lo desconocido llena de estupor a quienes decimos saber mucho. Qué triste es ver sufrir a los ajenos pero más cuando se trata de los propios. Y así , entre sueño y llanto el rostro de Rodrigo se tiñó de rosa y anaranjado.Eran las 21,30, a punto de cerrar la atención de urgencias del Centro de salud de nuestro barrio. La prisa y el desconcierto tomaron posiciones y, como si nos hubieran dado cuerda, salimos a escape. En esos momentos, sientes que el mundo se rompe mientras el malestar galopa a lomos de un virus. Y así, mientras los diminutos pulmones de Rodrigo repicaban como una olla de coles al unísono del corazón, la Apiretal tomó carta de  ciudadanía en la república de nuestras vidas. 

De El efecto Rodrigo.

jueves, 9 de enero de 2014

Encuentro con Rafael Rufino Felix Morillón



He hecho un viaje a Mérida para encontrarme con Rafael Rufino Félix Morillón, uno de los grandes escritores vivos de Extremadura.

Cuando llegué me esperaba en la calle. No sabía la dirección. El abrazo efusivo dió la medida de la humanidad de este hombre. Alguien que acoge a los amigos de esta forma amable y cercana tiene que escribir con emoción, como así lo hace. Ya en su casa, pasamos  directamente a la biblioteca, un amplio espacio donde se alternan libros y recuerdos. Me impresionó verme delante de un gran poeta. Es cierto que Rafael me recibía como un amigo. 



Agradezco a Rafael Rufino que me permitiera este encuentro que tenía  como objetivo entregarle el poemario Un concierto de sonidos diminutos,  que la editorial Herakléion me ha publicado.  Este libro de poemas se abre con con unos versos suyos publicados en  Las puertas de la sangre:

Viví las horas de cristal
bajo la memorable claridad de los soles
y dejé en el camino canciones de arribada.

Citar a Rafael en este libro recién editado tenía la intención de poner de relieve, a modo de homenaje, a un poeta como él, al que admiro. Y así se lo había comentado:  "La próxima vez que publique algo te citaré de manera principal en señal de mi admiración por tus letras". Y así ha sucedido. 

Volviendo a lo que comentaba. Me resultó de una gran generosidad,  por parte del poeta, que dedicara parte de su tiempo aunque fuera desde la amistad a estar un rato conmigo. No puedo dejar de decir que durante la conversación me vi   ante un maestro de la palabra y del verso. Un hombre sencillo, alabado por los mejores críticos literarios de este país y obviado,  de forma insólita, por la Asociación de Escritores Extremeños y por ciertas Antologías de poetas extremeños, como es la correspondiente al primer volumen de la Literatura en Extremadura donde decididamente no se le nombra. Estos tales no se hacen ningún favor no teniendo en cuenta a este gran poeta y mejor persona. 

La conversación duró dos horas. Podríamos haber seguido de no ser porque yo tenia responsabilidades familiares que atender. Reitero, agradezco este encuentro con mi amigo Rafael Rufino Félix y especialmente por mostrarme ese talante de humanidad que le hacer ser el hombre sensible que es ante las personas y las situaciones complejas y al mismo tiempo crear, desde la emoción, la mejor poética.

Otros encuentros con Rafael han sido memorables como el tenido también con otros compañeros escritores en  la Tertulia Página 72.

Bio-bibliografía



Agradezco a la Editorial este enlace de mi bio-bliografia.


lunes, 6 de enero de 2014

Un universo de murmullos.




No hay palabras para explicar qué ocurre cuando Rodrigo gesticula y alarma con sonidos guturales.


Mientras rodea con sus manos
el filo de las sábanas,
y llora de emoción al sentir
el calor de otra piel,
atraviesa el umbral de la palabra
en un paraíso de sonidos.

Se cuelga de la mirada,
con un balancear de los labios
que balbucean el alma de las frases
con "kas" y "ges" que vibran
al unisono de la risa.

Un universo de murmullos
que mañana serán
sílabas  de amor,
de odio 
o deseo.




( De El efecto Rodrigo)

domingo, 5 de enero de 2014

Bajar al trastero (fragmento)





(...) Cuánto tiempo se tarda en reconocer 
que una imagen se hace nada en el descenso. 
Se deshace.
Porque la agonía de saberse 
es la angustia de morir
en cada espacio afirmado.(...)


Fragmento de  Un concierto de sonidos diminutos.
Herákleion. Badajoz, 2013

Para comprar el poemario en La Editorial.es

sábado, 4 de enero de 2014

Olas que aguardan (fragmento)



(...)
Entre las sombras, el alma contempla
el viento anónimo de las esquinas.
Nada se mueve, nada
sin provocar al cielo. 

De Un concierto de sonidos diminutos. Editorial Herákleion. Badajoz 2013)


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viernes, 3 de enero de 2014

Como todos los días (fragmento)



Por qué será que este principio del año 2014 me trae a la memoria los momentos felices del año anterior. Quizás estos versos expresen algo de los recuerdos...

(...) Como el agua, deslizas tus dedos
en las lindes de la carne.
Mágico temblor que despeja la oscuridad
al describir paisajes con el roce de la vida.(...)

(De Un concierto de sonidos diminutos. Herakleion.Badajoz, 2013)

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jueves, 2 de enero de 2014

Contigo (fragmento)

Quiero empezar el año con estos sentimientos que expreso en este fragmento del  poemario Un concierto de sonidos diminutos, recientemente publicado por Herákleion y presentado, el mes pasado, en Madrid.




(...)

Siento que el tiempo no pasa,

que el dolor es un escalón inevitable,
y la vida un trozo de jardín, a veces,
frecuentada por vientos que no quiero.

Para comprar el poemario en La Editorial.es

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto