A un paso del día de Navidad, quiero hacer una breve reflexión comenzado por cuestionar estas fechas tan llenas de sentido para algunos, porque no siempre es aquello que representa y menos ahora con la “supuesta crisis económica”. Me pregunto si esta Navidad o cualquier otra, no es algo más que la máscara religiosa del consumo desaforado, o la tradición afectiva de una mentira magnificada. Actualmente, aunque le pese a muchos y sin herir sentimientos religiosos, la Navidad es un momento “corteinglés” para hartos y una ficción para los que pasan frío incluso en el interior de una casa acomodada sin relación de hogar.
Si el mundo cristiano, en el siglo IV, fue capaz de vaciar de “paganismo” el día del Sol victorioso y situar la fe en Jesús el Cristo como Luz del mundo, después no ha sido capaz de quitarle a este día todo lo que tiene de mentiras y, actualmente, de consumo, por mucho que los predicadores, en las diferentes confesiones cristianas intenten ser coherentes en la forma al hablar de paz y de concordia. De qué va a hablar o aconsejar si no una religión que, desde el primer momento, abogó por la paz, aunque después inventara las Cruzadas y la Inquisición. Pero ya lo dice el adagio latino que “entre el dicho y el hecho hay mucho trecho”. Con las religiones institucionalizada siempre ocurre la misma paradoja ya que hacen lo contrario de lo que realmente predican.
Queramos o no somos testigos de dos mundos: el de los teóricos y el de los prácticos; el de los que se mantienen en el frío de su puesto jeráquico ( político o religioso) y el de los que viven abajo, como los gorriones...Aunque en realidad, algunos gorriones se han vuelto “gorrones” de los “jerarcas” consintiéndoles todo, sin pensar en lo grave que es esto: ¿Dónde está la actitud crítica de algunos “progresistas” y “reformadores”? Así, conformados con la actitud hipócrita del tiempo, mientras se rellenan las ciudades de luces de colores y se fomenta “el teatro” del “qué bien que vuelves a casa”, el mundo de los “hartos” sigue montándose en su “paraíso” hasta olvidarse de los que no tienen más que el cielo por techo y la tierra como lugar para morir.
Al final, estas Navidades pasaran y volverán otras y el mundo de arriba seguirán “degollando” al mundo de abajo, y los “jerarcas políticos y religiosos”, sacaran documentos para denunciarlo y algunos se atreverán a bajar de sus pedestales y hasta se harán “políticos del mundo”, y voluntarios por un mundo distinto...pero todo seguirá igual o peor...
Destinado a comunicar todos esos momentos que son espacios donde la palabra se convierte en el refugio cierto, en luz capaz de abrir caminos.
martes, 23 de diciembre de 2008
jueves, 18 de diciembre de 2008
¿NAVIDAD?
Un vivir sin papeles,
con los recuerdos pegados en el imán
del frigorífico. Cómo encender
en tus labios la palabra y dejar
que la brisa
del verbo acune tu mirada. Navidad,
perdonando los latidos de la calle
que arrastran
la nostalgia
de tus pasos. Navidad,
con las hojas de un diario
que envuelve sonrisas. Cómo saborear
la caricia de tus manos en el borde
de la tarde, apunto de espantar las cenizas
del día y sentir el pulso de la sangre
hasta retener
el suspiro
de tus gestos.
con los recuerdos pegados en el imán
del frigorífico. Cómo encender
en tus labios la palabra y dejar
que la brisa
del verbo acune tu mirada. Navidad,
perdonando los latidos de la calle
que arrastran
la nostalgia
de tus pasos. Navidad,
con las hojas de un diario
que envuelve sonrisas. Cómo saborear
la caricia de tus manos en el borde
de la tarde, apunto de espantar las cenizas
del día y sentir el pulso de la sangre
hasta retener
el suspiro
de tus gestos.
jueves, 11 de diciembre de 2008
DESASTRES O LADRIDOS. Apuntes rápidos para tiempos de crisis.
Vivimos en la convulsión de una sociedad cada vez más alejada de la civilización o de lo que hemos considerado siempre la cultura occidental en el respeto a las libertades de expresión en todos los sentidos. Por esto mismo, no somos conscientes de nuestro analfabetismo progresivo, de ese ir tirando como para salvar el pellejo de forma ególatra. Cada vez más vacíos. No ladramos por puro milagro.
Algunos Medios de Comunicación, auténticas industrias del Magazín y del entretenimiento, miran lo que les conviene e incluso venden por bueno lo que simplemente es no correctamente político, como ahora llamamos a lo que no es conveniente. De esta forma, no se debe poner en TV programas que incentiven la “prepotencia del macho sobre la hembra” o subrayar títulos de corte machista como este de “Sin tetas no hay paraíso” por mucho que nos guste las tetas y el placer, porque esto no es lo mejor y más conveniente teniendo en cuenta el asunto de la violencia y de los maltratos. Tampoco es que terminemos como mojas de la caridad, pero si pondría un poco de cordura y de sentido común en todo esto. Pienso que estamos cada vez más hacia atrás, entrado en ese juego dialéctico del empirismo liberal anglosajón que a veces justifica los medios con tal de conseguir un buen fin.
Nos falta pararnos creo que estamos yendo muy deprisa en algunos asuntos y en otros muy despacio. Y si tuviéramos que poner remedio inmediato lo mejor un Pacto de Estado para ajustar la educación y revisar los pro y contra de los proyectos, como el de Bolonia. Cada vez más analfabetos y ya queremos competir con Europa. Son pocos y los mejores los que consiguen sobrevivir al caos y de todos estos, después que “salen a la luz no les gusta bajar a la caverna de donde salieron para explicar de las bondades de la luz a los otros que se confunden con las sombras”. Que buena es esta ascesis de la docencia platónica. Su practica siempre cuesta y lo que cuesta es el olvido, el ostracismo. Y por tanto, no siempre se quiere arriesgar como no sea con dinero por delante y con vacaciones aseguradas. En tiempos de crisis no hay lugar para las filantropías humanitarias.
En una sociedad tan convulsa como la que estamos viviendo ocurre de todo hasta tenemos crisis sin crisis real, políticos sin políticas, ciudadanos sin el más mínimo pudor ciudadano, hombres y mujeres incapaces de revelarse por los destrozos. Aunque también es verdad que frente a toda esta inmundicia están los idealistas esos que a lo “mito de la caverna antes citada” se introducen en la política, en la ciudad y aunque minorías, con las armas propias de los hombres y las mujeres hablan y actúan y aunque no son muy tenidos en cuenta todavía no tiran la toalla. A todos estos gracias.
Este periódico es una prueba de esas minorías que hacen que esta sociedad sea un poco menos convulsa y más sociable. Por mi parte me apunto a las minorías no me gusta el frío del infierno caótico y analfabeto de “las mayorías con poder?” porque está muerto antes de que lo mate el hastío. Me apunto a la guía de los perdedores porque algunos de los que ganan tienen una conciencia que les impide “estirar las piernas cuando duermen”, si es que son capaces de dormir. Disculpad el tópico pero creo que: “Los que ríen al final son los que mejor ríen...” Basta tener paciencia.
Algunos Medios de Comunicación, auténticas industrias del Magazín y del entretenimiento, miran lo que les conviene e incluso venden por bueno lo que simplemente es no correctamente político, como ahora llamamos a lo que no es conveniente. De esta forma, no se debe poner en TV programas que incentiven la “prepotencia del macho sobre la hembra” o subrayar títulos de corte machista como este de “Sin tetas no hay paraíso” por mucho que nos guste las tetas y el placer, porque esto no es lo mejor y más conveniente teniendo en cuenta el asunto de la violencia y de los maltratos. Tampoco es que terminemos como mojas de la caridad, pero si pondría un poco de cordura y de sentido común en todo esto. Pienso que estamos cada vez más hacia atrás, entrado en ese juego dialéctico del empirismo liberal anglosajón que a veces justifica los medios con tal de conseguir un buen fin.
Nos falta pararnos creo que estamos yendo muy deprisa en algunos asuntos y en otros muy despacio. Y si tuviéramos que poner remedio inmediato lo mejor un Pacto de Estado para ajustar la educación y revisar los pro y contra de los proyectos, como el de Bolonia. Cada vez más analfabetos y ya queremos competir con Europa. Son pocos y los mejores los que consiguen sobrevivir al caos y de todos estos, después que “salen a la luz no les gusta bajar a la caverna de donde salieron para explicar de las bondades de la luz a los otros que se confunden con las sombras”. Que buena es esta ascesis de la docencia platónica. Su practica siempre cuesta y lo que cuesta es el olvido, el ostracismo. Y por tanto, no siempre se quiere arriesgar como no sea con dinero por delante y con vacaciones aseguradas. En tiempos de crisis no hay lugar para las filantropías humanitarias.
En una sociedad tan convulsa como la que estamos viviendo ocurre de todo hasta tenemos crisis sin crisis real, políticos sin políticas, ciudadanos sin el más mínimo pudor ciudadano, hombres y mujeres incapaces de revelarse por los destrozos. Aunque también es verdad que frente a toda esta inmundicia están los idealistas esos que a lo “mito de la caverna antes citada” se introducen en la política, en la ciudad y aunque minorías, con las armas propias de los hombres y las mujeres hablan y actúan y aunque no son muy tenidos en cuenta todavía no tiran la toalla. A todos estos gracias.
Este periódico es una prueba de esas minorías que hacen que esta sociedad sea un poco menos convulsa y más sociable. Por mi parte me apunto a las minorías no me gusta el frío del infierno caótico y analfabeto de “las mayorías con poder?” porque está muerto antes de que lo mate el hastío. Me apunto a la guía de los perdedores porque algunos de los que ganan tienen una conciencia que les impide “estirar las piernas cuando duermen”, si es que son capaces de dormir. Disculpad el tópico pero creo que: “Los que ríen al final son los que mejor ríen...” Basta tener paciencia.
Otro tanka ( A Gío, un poeta a quien admiro)
En esta ciudad
algunos están
con la miseria
en el corazón,
un crudo invierno.
Un crudo invierno.
Llanto en la acequia de esta
querida ciudad.
algunos están
con la miseria
en el corazón,
un crudo invierno.
Un crudo invierno.
Llanto en la acequia de esta
querida ciudad.
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Para una colección de Jaikus y Tankas
miércoles, 10 de diciembre de 2008
de Tankas
Las calles están
como siempre así
llenas de viento;
Son calles con alma
de peregrino.
De peregrino,
de vientos y de otoño:
Las calles están.
como siempre así
llenas de viento;
Son calles con alma
de peregrino.
De peregrino,
de vientos y de otoño:
Las calles están.
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...,
Jaikus,
Para una colección de Tankas
lunes, 8 de diciembre de 2008
SOUVENIR DE LA CREACIÓN
No sé si aprendí el lenguaje
de la luz que levantó la condena
de los labios, del adjetivo inmaculado
que no quiso perder el color
anudado virgen a las olas
del ser.
Fué cuando la sangre de los dioses brotó
del barro, en el instante mismo
en el que los genios reían
mientras fabricaban sueños
y palabras.
No sé cuanto tiempo pasó desde que su mano
de aire acariciase la carne, antes barro, no sé.
Cuánto verbo en el principio antes que viniera
el ángel para custodiar la séptima puerta
del Logos. Fue cuando El me acercó al borde
de los árboles, al beso de la vida
ahora música y recuerdo.
No sé si entonces aprendí a volar
orgulloso de mi forma, alejándome
del agua. Fué entonces cuando me acostumbré
a la luz nunca a la sombra
y quise ser luz.
Y las alas fueron fuego, no pasión,
horas sin límites.
de la luz que levantó la condena
de los labios, del adjetivo inmaculado
que no quiso perder el color
anudado virgen a las olas
del ser.
Fué cuando la sangre de los dioses brotó
del barro, en el instante mismo
en el que los genios reían
mientras fabricaban sueños
y palabras.
No sé cuanto tiempo pasó desde que su mano
de aire acariciase la carne, antes barro, no sé.
Cuánto verbo en el principio antes que viniera
el ángel para custodiar la séptima puerta
del Logos. Fue cuando El me acercó al borde
de los árboles, al beso de la vida
ahora música y recuerdo.
No sé si entonces aprendí a volar
orgulloso de mi forma, alejándome
del agua. Fué entonces cuando me acostumbré
a la luz nunca a la sombra
y quise ser luz.
Y las alas fueron fuego, no pasión,
horas sin límites.
He contado los días
He contado los días y he descubierto
el silencio, el secreto silencio
de las palabras que sellan las miradas,
la sonrisa de las horas colgarse perezosas
del quicio de tus labios.
el silencio, el secreto silencio
de las palabras que sellan las miradas,
la sonrisa de las horas colgarse perezosas
del quicio de tus labios.
En la hora tercia
Todo sucedió en la hora tercia
en esa hora que el día abandona
el verbo de la mañana
y rompe el enigma
del mediodía.
en esa hora que el día abandona
el verbo de la mañana
y rompe el enigma
del mediodía.
jueves, 4 de diciembre de 2008
VIAJE SIN RETORNO
Hace frío, y no es momento
para disquisiciones. Busco el calor
en los bolsillos,
sólo encuentro el hormigueo
de unas monedas y las llaves.
La cajera contó las barras de pan
que pasaron a las fauces hambrientas
de una bolsa asesina. Un cuadro lleno
de viajes sin retorno. Quién sabía
de los problemas de la guerra
o del agobio de la dependienta
de colonias. Una sonrisa y la firma
en el control, marcó el anonimato
de esta reina
del mostrador.
Las puertas se abrieron con el cansancio
de la hora. Ella siguió allí, clavada en su trono,
sonriendo al compás de la maquina registradora.
Y la calle serenó inquietudes en un arrebato
de contraluces nocturnos. Me perdí
entre el ruido impertinente
de coches y viandantes. Un señor saluda
a los cubos de basura
sin pararse a reciclar; otros, empujan
la prisa en las aceras mientras la florista
encierra el misterio tras una reja
cuando el reloj marcó la hora
y la temperatura frente al quiosco
de la esquina.
Nadie se libra de esta guerra urbana que no sabe
de sentimientos ni de zapatos.
Hace frío.
para disquisiciones. Busco el calor
en los bolsillos,
sólo encuentro el hormigueo
de unas monedas y las llaves.
La cajera contó las barras de pan
que pasaron a las fauces hambrientas
de una bolsa asesina. Un cuadro lleno
de viajes sin retorno. Quién sabía
de los problemas de la guerra
o del agobio de la dependienta
de colonias. Una sonrisa y la firma
en el control, marcó el anonimato
de esta reina
del mostrador.
Las puertas se abrieron con el cansancio
de la hora. Ella siguió allí, clavada en su trono,
sonriendo al compás de la maquina registradora.
Y la calle serenó inquietudes en un arrebato
de contraluces nocturnos. Me perdí
entre el ruido impertinente
de coches y viandantes. Un señor saluda
a los cubos de basura
sin pararse a reciclar; otros, empujan
la prisa en las aceras mientras la florista
encierra el misterio tras una reja
cuando el reloj marcó la hora
y la temperatura frente al quiosco
de la esquina.
Nadie se libra de esta guerra urbana que no sabe
de sentimientos ni de zapatos.
Hace frío.
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