Conozco tus alertas, gestos llenos de color
y de juguetes, de risa y protestas. Conozco,
sin adivinar el futuro,tu viaje de miradas
en el balbuceo de frases incompletas.
Conozco, tu rostro abierto a las mañanas;
y rendido en la calma de la tarde.Conozco
mi atrevimiento, en este decir conocerte,
límite de tu aventura diaria.
Conozco este no saber que te conozco
más adentro del torpe silencio de la vida.