lunes, 26 de diciembre de 2011

¿Navidad o cinismo ?



Hay un cierto cinismo en las celebraciones de estos días, sobre todo cuando estas se expresan, a través de palabras hermosas y elocuentes, con pretensiones solidarias que nos emocionan e incluso nos vuelve más cercanos al sufrimiento del mundo. Del mundo de allí, porque el de aquí, cada vez más en crescendo en el paro y en otras desgracias sociales, se queda a la puerta de una solución política que nunca llega.

La navidad, que el mundo cristiano hizo religiosa, ha terminado por ser un simulacro maravilloso donde la imaginación nos despierta los mejores sentimientos en forma de gratuidad. Esta palabra viene de gracia, de don recibido, de regalo. Y es justamente este, el regalo, perdiendo ese sentido religioso de lo gratuito, el que se ha convertido en el sello fundamental del consumo, haciendo que la Navidad se vuelva un producto de multinacional. Para regalar hay que comprar y no cualquier cosa. Mientras más caro mejor. En estos momentos, excederse sin necesidad es un insulto para los que sufren las secuelas de la crisis económica. En este sentido, la Navidad se ha convertido al cinismo con el descaro propio de quien no le importa el otro. Esto no deja de ser paradójico ya que, mostrando la pobreza significativa del Pobre de Belén, se hacen ostentaciones innecesarias frente a los que no tienen nada.






miércoles, 21 de diciembre de 2011

Manuel Pecellín comenta


" Página 72" es el nombre de la tertulia constituida en Badajoz a mediados del 2010 según el modelo de otra emeritense, la ya consolidada "Gallos Quiebran Albores".

Según escribe uno de sus fundadores, Faustino Lobato, se propusieron desde el inicio "aunar inquietudes literarias, sin emular a nadie y menos engancharse al engranaje al uso de otros grupos literarios con más o menos fortuna. No queremos más que hablar de literatura y exponer nuestras propias creaciones para que la poda de los otros haga su parte. Este grupo, hasta el momento, tiene como divisa principal crecer en el respeto muuto y aprender de los otros como lo primero".

Se reúnen cada mes, por lo común en la sala que generosamente les facilita el Ateneo de Badajoz.

Como para conmemorar el primer año de existencia, acaban de sacar una edición notable, obra colectiva que han subtitulado "Cajaliteraria" . Esta exquisita carpeta, de tan atractivo diseño, contiene trece poemas de otros tantos autores, cada uno en su respectiva página, con las que alternan las nueve cartulinas dibujadas por Faustino Lobato.

Se han hecho solamente 50 ejemplares, numerados, con las firmas de Mamen Alegre, María Blázquez, José Enrique Campillo, Antonio Castro Sánchez, Manuel Mansilla, Migue Ángel Navarro, Milagrosa Ortega, Plácido Ramírez, Trinidad Ródenas, Manuel Romero Higes, José Manuel Sito Lerate, José Manuel Vivas y el propio Lobato.

Poetas de bien distinta edad, formación e inclinaciones, constituye un conjunto de "letraheridos". Si por la calidad humana de los componentes resulta emcionante compartir alguna de sus sesiones, leer versos como los facilitados en esta publicación testimonia el nivel creador de la aún joven tertulia.

http://blogs.hoy.es/libreconlibros/2011/12/21/tertulia-literaria/

domingo, 11 de diciembre de 2011

La lírica está enferma de prisas.Notas.


Las nueve de la noche de un domingo de diciembre. Hace frío. En la avenida, los ruidos se amortiguan entre hileras de coches mal aparcados, . La gata reclama nuestra presencia. Sus crías corretean por el pasillo. En el telediario se sigue hablando de los recortes. Un hartazgo que provoca indiferencia. Me pregunto si este es el mejor momento para escribir y hacer versos. En estos tiempos la lírica está enferma de prisas. Me vienen a la memoria imágenes de los últimos atentados en Afganistán. Una poética del desespero donde sólo cuenta el Carpe Diem. Cuanto miedo, cuanto llanto innecesario, cuanta inseguridad a la vista del mundo; cuanto “mirón” de telediarios insensible al sufrimiento; cuanto sufrimiento sepultado en la memoria de los pueblos. Cierro el cuaderno. Mañana seguiré escribiendo. Apago la luz del despacho, pero no el impulso de contar historias. Son las nueve y once minutos. Un domingo de diciembre, después de un puente interminable.



Notas


Vuelvo a escribir entre la prisa

y el desespero.

Se amortiguan los ruidos.


Miedo,

llanto,

inseguridad,

sufrimiento sepultado


en las páginas de la tarde.

Vuelvo a escribir

entre el silencio y el impulso.





No había nada



No había nada,
nada
sólo silencio, el suspiro
del primer instante
cuando el creador de seres
terminó de mezclar el barro
y la sangre.

No había nada, solo
el soplo, el pensamiento
sobre el vacío.



Del poemario "Las siete vidas del gato". Imcrea Editorial. Badajoz.2009

martes, 6 de diciembre de 2011

FOTOGRAFIA DE MADRID.JOSÉ LUÍS PEIXOTO


Madrid regressará sempre. São precisos anos
para aprender aquilo que apenas acontece com a distância
de anos. É por isso que posso afirmar que Madrid regressará sempre.
Não sei que tipo de entendimento encontrámos. Eu e Madrid
não nos conhecemos bem. Sabemos o essencial
e inventamos tudo o resto. Tanto a minha vida,
como a vida de Madrid, já tiveram muitas formas.
No entanto, quando nos encontramos,
somos sempre o mesmo nome. Avaliamo-nos por cicatrizes
e pequenas marcas de idade. Não estabelecemos metas,
estamos cansados. Eu e Madrid só queremos uma cama,
mas, se não houver, contentamo-nos com o chão
e, se não houver, contentamo-nos com um abraço.


Madrid regresará siempre. Son necesarios los años
para aprender aquello que apenas sucede con la distancia
de los años. Por esto puedo afirmar
que Madrid regresa siempre. No sé qué clase
de entendimiento encontramos. Madrid y yo
no nos conocemos bien. Sabemos lo esencial e inventamos
todo el resto. Tanto mi vida, como la vida de Madrid,
tuvieron muchas formas. Sin embargo, cuando nos encontramos,
tenemos siempre el mismo nombre. Nos reconocemos
en las cicatrices y en las pequeñas marcas de la edad.
No ponemos metas, estamos cansados. Madrid y yo
sólo queremos una cama, pero, si no la hubiera
nos conformamos con el suelo, y, si no lo hubiera,ç
con un abrazo.

Punto cero


A todos los que el "recorte" ha llevado al paro

Otra vez en este punto cero,
en este lugar donde el abismo
se confunde con el cotidiano,
 y el color de las cosas se convierte 
en ruidos in-des-ci-frables.

Otra vez en la nada, en el inicio 
que olvida lo anterior
con un despiste de pasos, 
en un no saber si avanzas o llegas.
Todo, con ese filtro de la inquietud 
amarrado a los minutos.

En este tránsito de voces y de horas, 
no hay nada que convenza
sólo la mirada de quien te quiere.

Solo,
éste es el punto real
que media con el absurdo.


sábado, 26 de noviembre de 2011

Tokio Blues (Norwergian Wood) de Haruki Murakami.




-LA NOVELA. COMENTARIO.

Si tuviera que decir, en pocas líneas, algo sobre esta novela tendría que establecer círculos concéntrico entorno a los sentimientos de la perdida. Su autor, Haruki Murakami, argumenta estos sentimientos, que llamaremos existenciales negativos a través de sus personajes.

El personaje principal, Toru Watanabe, es el hilo conductor de una historia de encuentros y desencuentros marcado, algunos de ellos, por situaciones de impasse vital. La novela comienza con el recuerdo de la vida que éste ha llevado en Tokio en sus años de estudiante.

El entorno vital del protagonista se irá desgranando, a lo largo del libro, al entrar en contacto con otros personajes. Estos, con caracteres diferentes y contradictorios, irán marcando su existencia.

1º) El encuentro de Watanabe con Naoko, la novia de su amigo, llena de intimismo y de sentimientos que no acaban de madurar, hará que Toru se vuelva más reflexivo. Terminará visitando a Naoko en un lugar apartado de la civilización, un psiquiátrico- no al uso. Murakami, con la novela de Tomas Mann de fondo, parece dar a entender lo que supone vivir al margen, como Naoko, apartados de todo lo reglado en el revés de lo acomodaticio de la sociedad. La vida de Naoko está marcada por el suicidio: Su novio, amigo de Toru, y su hermana se suicidan. Ella también, terminará suicidándose, La referencia de Murakami a este hecho trágico es la constatación de una práctica habitual en Japón. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) este país ocupa el segundo puesto en índice de suicidios detrás de Rusia.

2º) Por otro lado, Toru Watanabe, recordará su relación con una compañera de las clases de teatro, Midori Kobayashi. Esta es la cara opuesta de Naoko. Extrovertida y llena de vida y además muy segura de sí misma. En este personaje también se dan las contradicciones de la no aceptación o la negación de sí misma y las mentiras.

Estas dos mujeres marcarán un dilema en la vida afectiva del protagonista de Murakami. Una encrucijada amorosa que no está lejos de nuestras experiencias vitales.

Probablemente sea esta situación descrita lo que hace que la novela te atrape en su trama hasta el final. Además, esto también será lo que da una visión pesimista del autor ante la vida.

Las dos vidas descritas, la de Naoko y Midori, la intimista y la extrovertida vienen a ser como el derecho y el revés de la existencia de las personas, una paradoja que no escapa de la vida de todos nosotros. Quizás sea en este punto, de angustia o de extroversión vitales, donde el mensaje de la novela apunta a la llamada de atención que el ser humano se hace cuando toca techo. En realidad, lo que Murakami pretende constatar, entre otras cosas, es la situación de esa sociedad revuelta de los sesenta: una búsqueda de identidades.

El contrapunto de estas dos realidades, que contextualizan la vida del protagonista, lo marcan otros personajes, especialmente el de Nagasawa, compañero de residencia de Toru.Éste parece estar sacado de la novela de F. Scott Fitzgerald, El gran Gasby. Nagasawa es un hombre vulgar, aunque de una familia de la élite japonesa, con el que comparte sórdidas aventuras: practicar sexo con chicas escogidas al azar. Al narrar esta situación Murakami deja entreve el sexismo de la sociedad japonesa. Cuando describe la cena de estos dos compañeros con la novia de Nagasawa aparece el cinismo propio del machismo. Este personaje terminará suicidándose.

En resumen: Con la descripción de estas tres situaciones Murakami nota tres formas características del ser humano: la introspección, la extroversión y la superficialidad. Cada una de ella generadoras de miedos e inseguridades, de mentiras o de medias verdades.

El título está tomado de una canción de los Beatles,” Norwergian Wood. Murakami parece tener una intencionalidad argumental expresa ya que esta canción habla de la soledad y los desencuentros. Por cierto, la última estrofa de la canción dice como el chico incendia el apartamento de quien le había invitado a beber una copa porque lo deja solo:

Y cuando desperté./ Estaba solo./ El pájaro había volado./ Así que encendí un fuego./¿No está bien?/ Madera noruega. (Norwergian Wood)

La novela de H. Murakami no está lejos del titulo de ese blue de los Beatle donde, con el suicidio de algunos de los personajes, se “incendia”´, metafóricamente hablando, el fracaso personal y social. El protagonista, Toru Watanabe, está lejos de este desastre vital, no se suicida. Él es la memoria- testigo de sus vivencias más controvertidas, ante las cuales hay que tener valor para hacerle frente. Su actitud testimonial es la de colocarlas en la mesa cotidiana del presente.

Teniendo en cuenta que en Japón la consideración del individuo escapa al pragmatismo occidental y que Murakami, escribe con notas occidentalizantes, la pretensión de esta novela no es la de demonizar la intención de nadie sino la de constatar la realidad universal de los seres humanos dejando la puerta abierta a otras conclusiones. Lo que si aparece es la dignidad de las personas en su derecho a ser ellas mismas.


- LA PELÍCULA:


Terminada en el 2010, su director Tran Anh Hung, un franco vietnamita reinterpreta la novela de Murakami a través de unas escenas densas siempre al limite de la abstracción. La película está dentro del arte y ensayo. No es un cine de masas, convencional.

La lectura fílmica es diferente a la de la novela. El guión resalta más los aspectos surrealistas de unos jóvenes en busca de su identidad o lo que es lo mismo el centro vital de ellos mismos.
La devastación emocional de los personajes contrasta con la elegancia visual de las secuencias:
-Las secuencias de exteriores deja claro esta visión zen de la realidad japonesa sobre todo cuando aparecen los paisajes del psiquiátrico donde está Naoko. El minimalismo de estas escenas choca con el caos y el desorden de la residencia donde vive Toru Watanabe.
-Las escenas interiores, especialmente las de sexo, están desarrolladas de una forma sutil, sobre todo en los primeros planos. Hay que destacar la escena de la nieve. En esta se da una visión del amor que va más allá de lo real, idealizada.
Interesante el trabajo fotográfico de Lee Ping Bing. Este retrata perfectamente la perspectiva oriental de las miradas, de los gestos. Importante no perder de vista los primeros planos de la película.
Interesante la música, que aunque occidental tiene ese toque de intimismo oriental o esa nota que solo los orientales son capaces de acentuar yendo al meollo de la melodía.



- El ARGUMENTO DIDÁCTICO:

Como argumento didáctico, la lectura fílmica quizás sea la más apta. La película puede servir de punto de partida para explicar algunos temas de Ética de cuarto de la ESO, o para aclarar la diferencia conceptual de Autonomía y Heteronomía. También puede servir como punto de dialogo a la hora de hablar de los lenguajes no formales en la Filosofía de Bachillerato e incluso de los aspectos éticos de los existencialismos.

martes, 8 de noviembre de 2011

Tal vez


Tal vez la noche complicó el aire
de los rostros, manteniendo las palabras
con ese tono de humedad apunto
de perderse en la memoria. Tal vez
habrá que esperar uno, dos días
a que el aire se vuelva brisa
y no dañe los ojos; y el agua brote
tal vez, de los labios de un libro.


miércoles, 26 de octubre de 2011

El juego de las palabras



El juego de las palabras, sólo él

fue capaz de alargar la memoria.

No hubo abrazos solo verbos

llenando las ausencias.


La luz flotó en el aire, envolviendo la risa

y la distancia. Al fondo, las dudas

atizaban el infierno de un dilema.


Otro día, otra herida repleta

de palabras. Llueve.


La lluvia atrapa las mentiras de la calle.

Hace frío pero no en las palabras

que se deslizan por los rincones

salvando la tarde.

domingo, 23 de octubre de 2011

Una página por escribir


Cuando la línea de la tarde robó

versos a la noche; cuando los labios

señalaron la marca del instinto y la piel

comenzaba a recobrar la memoria,

el deseo se hizo gesto. No hubo miradas

solo el abismo de la carne,

el suspiro

de una página por escribir.


lunes, 17 de octubre de 2011

Rota la carne


Rota la carne sobre la carne, reclama

el perdón. Después hizo silencio para sobrevivir

vislumbrando trozos de cielo, escapar

de monocordes manías.


El dolor se le hizo viento, noche,

a punto de abortar el deseo.

Hay vientos que llevan palabras

y palabras que navegan en la tarde.


No hay vuelta atrás al recomponer

el sonido de la carne con la piedad

de la luz, sin impedir que la voz

se volviera brisa en la calma

del barro.


jueves, 6 de octubre de 2011

Un día cualquiera


Lo que hacía falta para completar este calor

que llena la sala
era el ladrido de un perro , el rasguño de los folios,
y el sonido frío de un bolígrafo al caer.

El perro sigue ladrando

Los sonidos se acompasan a la protesta animal.

El calor provoca vómitos.
Todo se reorganiza en el caos atómico
de este mediodía a punto de dar la una.

El perro calla y los niños siguen
completando la categoría de los tonos:
Voces aflautadas y broncas
se cuelan por el aula en silencio. Huele
a sudor y a corrección de faltas.

Este es un día más
en ese orden de cosas que hace
que la vida duela; un día cualquiera
con notas de exámenes;
visión platónica y otros libros
que ayudan a la digestión
del café de la media mañana, ese solemne café
endulzado con conversaciones,
siempre las mismas,
de niños y guardias de recreo.

Por los pasillos, ojos, pies, manos, sueños,
deseos, pensamientos, sombras, holas,
ganas de irse, besos. La vida,
en un carro del supermercado.

El calor aburre, los niños gritan, el perro se calla,
el sudor aumenta y el pensamiento revuelve
dolores pasados. Heráclito se hace presente
guiñando un ojo a los rincones.


Andar. Nada parece lo que es.
Imágenes de historias agradables
para superar este caos que me parte en dos
el tiempo, este traje oscuro que me hace sucumbir
ante lo más fácil.





martes, 27 de septiembre de 2011

La derrota del silencio.


Acudió al reclamo de la voz

y la puerta estaba rendida

a la derrota del silencio. Y el silencio fue

la huella del ángel.


Creía haber encontrado la luz

y su rostro tenía luces artificiales,

besos

en un cruce de caminos.


Cuando las palabras fueron

la sangre de la altura

la oscuridad permaneció

en el revés de las palabras.


Descendió a la morada de los vivos.

y la voz se deshizo en el abismo de los días,

las alas,

en la cicatriz de la brisa.




jueves, 22 de septiembre de 2011

En el dolor del tiempo.



Entre ruidos monocordes de la calle

se rompe el tiempo en la tarde.

No hay marcha atrás solo el vuelo del ángel

que recoge palabras acompasadas con mil melodías,

todas las imágenes vertidas en los ángulos estrechos

de la memoria.

Por la cordillera del deseo descienden

alados sueños. En el dolor del tiempo

comienza la noche.




lunes, 19 de septiembre de 2011

El vuelo de la trinidad


Mas la reina, hace tiempo el alma herida
del mal de amor, con sangre de sus venas
nutre su llaga, y en oculto fuego
consumiéndose va.

(Virgilio, La Eneida, IV)


Toma rumbo la mirada en la carne desnuda

en medio de un bosque de manos que se aferran

al vuelo de la trinidad.

Soportada en el brocal del agua que busca


el infierno de la sed; asida al deseo del fuego

que dobla los cuerpos transidos de pasión;

acariciando la ira de la tierra que alerta

del tiempo.


Gritan los rostros con el velo blanco

del sudor, mientras el amor clava sus dardos

en la piel vestida de miedos. Y sigue el rito

en esa trinidad de la carne desbocada


con la fuerza de un torrente y la fragilidad

del humo, hasta deshacerse

en la espalda de una nube que dibuja risas,

y en los labios que pronuncian secretos.



sábado, 10 de septiembre de 2011

Desde el silente rostro de lo amado. Canto IV.


Hace unos días hemos tenido un encuentro con nuestro amigo Juan Andrés Calderón, poeta y hombre de compromiso, premio "Delgado Valondo" 1989. Para esta ocasión escribí, a partir de las cuatro estrofas de un poema suyo, cuatro cantos, llamado ". Cuatro cantos y un epílogo". Aquí dejo el canto IV con la estrofa cabecera extraído del poema de Juan Andrés.

A Juan Andrés Calderón porque sabe estar

donde yo no me atrevo aunque me atreviera.

CANTO IV



Y no hay prisas,

sino bosque de entretiempos:

enternecida aurora

a donde vuelvo

(Juan Andrés Calderón. Despertar en Septiembre)




Ahora, cuando surcas los caminos del invierno

se estremece tu tarde

y el crepúsculo coloca en tu mejilla,

los destellos del Amado,


paisajes donde anida la quietud

del saberte sin prisas en una aurora enternecida

a donde siempre vuelves.


Que no te vas compañero, mientras dure el perfume de tu paso.


Desprenden sus hojas los viñedos,

el vino y el pan en la mesa están servido,

que en la sangre del hombre buscas horizontes

para encontrar el vuelo cierto del Amor.


Que no te vas compañero, no, mientras dure el perfume de tu paso.


Noches en vela, sin adornos, conforman tu ser.

Cuántos amaneceres te sorprendieron vendimiando

racimos de esperanza. Por eso no te vas

mientras el agua brote sincera en las palabras


y el ser fiel sea la costumbre de lo mejor, lo más humano.


Levantemos las voces porque te quedas, compañero,

en el anhelo de cada uno, en el verso de la mañana

en las tardes de verano, apuntando días mejores.


Que no te vas mientras dejes por los rincones

trozos de agonía aceptada, porque el amor no es irse

sino un siempre volver,

un siempre volver


de ena-mo- ra- dos.









(DESDE EL SILENTE ROSTRO DE LO AMADO.CUATRO CANTOS Y UN EPÍLOGO.)








lunes, 5 de septiembre de 2011

Por qué el vacío



El vacío no tienen nombre ni rostro,

es vacío. El nombre se disuelve

como nube en el silencio, el rostro

en la masa gris de las horas. Por qué

se empeña este vacío en imaginar abrazos.

Por qué el amor se vuelve muerte

y la felicidad sueño. Por qué

este caos desalmado;

por qué este vacío infinito;

por qué el vacío...






sábado, 3 de septiembre de 2011

Cuando la paciencia de la noche...


Es posible la luz cuando la paciencia de la noche rehace el alba .

No hay negro o blanco sino el color de la palabra, el verso

que brota en cada rincón de los silencios, en cada espacio

vacío, en cada espera. Hay voces que no ruidos en una sinfonía

donde vivir es un presente de horizontes más que de fronteras.

Qué importa si son veinte y pico o cuarenta y tantas las veces

que la vida se vuelve aventura de encuentros, una búsqueda

de las palabras que convierte en caricias el juego constante

de matar el tiempo. Es posible la luz a pesar de la noche.



viernes, 2 de septiembre de 2011

Todo sigue el curso del silencio…





Todavía están abiertas las ventanas,
los ruidos y las ausencias se confunden;
unas fotos reclaman atención y las nubes
siguen su paso indiferente
a los transeúntes con paraguas.
Nadie llama ni se molesta,
todo sigue el curso del silencio,
ese tiempo mudo que acoraza el alma
cuando se esperan las caricias
y no hay mas respuesta
que gotas de lluvia sobre el cristal.
Habría que ser hormiga
para comprender la grandeza de las cosas
porque esto de ser gigante
hace perder la dimensión
de los abrazos.



jueves, 1 de septiembre de 2011

En blanco y negro


















Nunca fue tan abierta la mañana, nunca
cuando la carne acortó distancia en la sonrisa;
y la ternura de los besos, huellas de aves al pasar.
Un mar en la espalda, olas arrastrando la palabra
a una orilla imaginaria que habla de promesas,
de un hasta luego, de noches, de silencios. Nunca,
como hoy, se hizo tan de día la mañana
en el verbo pronunciado 
que traza líneas de  luz 
en el juego amante
de los cuerpos.



Haikus de la mañana.



 Mañana de luz,
vuelo largo de manos.
Siempre tus labios.


 Alba rendida,
gritos de la mañana
en las aceras.


 Fiel la sonrisa
libre, amor entregado
de la mañana.



miércoles, 31 de agosto de 2011

De la falta de presencias




Nunca fue tan gris la tarde, nunca
cuando la palabra resbaló
en el vacío de la distancia,
en el muro que impedía descifrar el rostro.
Unas frágiles vocales, mezcladas
con pronombres y verbos abreviados,
componían renglones abortados. Nunca,
como hoy, se hizo tan de noche
aunque la luz arropase los vértices
de las cosas inertes.







los espacios de la carne




Los sueños se convirtieron en espejos del verbo,
en horas volando en la piel de la tarde. Y la brisa
respondió a las caricias en los espacios de la carne
que gritaban deseos. Nada que hacer cuando la mirada
se contagia de la altura y los versos se acumulan en el aire.


lunes, 29 de agosto de 2011

A punto de gritar




Otra foto de Carlos Rivero me marca el punto de inspiración para trabajar un grupo de palabras dando forma a un poema de Lo diario.

Hay caminos con espejos
que aparcan la luz entre el barro,
barros que se cuelgan al deseo de los caminos,
espejos encerrados en los límites de la forma
que señala horizontes,
luz que dibuja cuerpos arropando el color
del sentimiento.

Tan anónimo el camino
dando nombre al barro
que no sabe como dejar la huella
de la luz, patente en el sexo
del espejo, ese revés de las cosas
que trazan la fragilidad en el caos
de una naturaleza a punto de gritar.

Qué camino seguir sin romper
este invierno forzado
que marca el barro con la luz
en la línea
del agua
con un simple verso
de formas.



sábado, 27 de agosto de 2011

Líneas

Mirando una foto de Carlos Rivero/domingo 21 de agosto de 2011.






Todo está en el orden perfecto de la línea.
Un equilibrio creador de formas grises, casi azules,
de sueños quebrados. Cómo romper este verso de la tarde,
esta victoria de la mirada indiscreta que recoge el alma de la calle.
El silencio encastrado en las palmeras parece anunciar lluvia.
pero no llueve solo hay sueño en los ángulos de la carne que colorea
la cruda piel del cemento. Orden perfecto en el equilibrio de los sueños,
en la mirada silenciosa que roba la infinitud de la línea entre grises,
casi azules, de sombras. La vida, este silencio infinito de la carne que desea
otro cielo. No llueve, solo hay sueños entre las líneas eternas de cualquier tarde.


viernes, 26 de agosto de 2011

En tránsito...



El tiempo es el mejor autor;
siempre encuentra un final perfecto.
Charles Chaplin




En este tránsito de las horas
donde los sonidos desfiguran
el paisaje de nubes y asfalto;
en este fluir de los instantes
donde nada ocurre y todo sucede
más allá de las miradas;
en este momento,
el deseo recrea formas inauditas
atando la palabra a la sombra
del silencio,
a la imposibilidad
de dibujar el espacio
en el que nazco, una y mil veces mil,
entre los ruidos que llegan
con un persistente oleaje callejero
“pret- a- porté” cotidiano, que acompaña
en este maldito fluir de las horas en tránsito.


jueves, 25 de agosto de 2011

Otro día más, otro día menos




Otro día más en la corriente de las horas,
otra mirada perdida,
otro minuto indeciso,
otra pregunta por hacer,
otra vida segada,
otra palabra en la memoria,
otro recuerdo,
otra angustia,
otro perdón,
otro decir te-quiero,
otro dejarme querer,
otro instante para soñar,
pero
otro día menos
para mirarte,
para decidir,
para responder,
para reparar,
para hablar de memoria,
para mirar hacia delante,
para vivir,
para besarte,
para seguir queriéndote,
para que me sigas queriendo,
para seguir soñando.




viernes, 19 de agosto de 2011

El eco dolorido de un silencio



A Shaky, nuestra gatita
dos días después de su muerte.
Nunca pensé que un animal pudiera
dejar tanta estela de cariño.








Cuando el olor de la tierra se mezcla
con los sonidos, deteniendo el tiempo
en las ramas de los árboles, entonces fue
cuando la noche se pegó a tu cuerpo

con notas de madrugada.

Blanco y negro fueron los versos
de tu piel. Negro y blanco
en perfecta armonía
con paredes y rincones.

Te agarraste el aire, interrumpiendo
el vuelo perfecto del movimiento,
giros de una geometría exacta,
sin cálculo aritmético de una caza certera.

Tu mirada furtiva se arrastra por los rincones
con un juego mimoso y atrevido.
Imposible deambular por los pasillos
sin sentir el cálido giro de tus ojos,

ese sentimiento felino de perdón.

La huella de tu cuerpo permanece
en cada espacio compartido.
Cómo borrar esa sensación de seda,
cómo descifrar ese estar salvaje

de mañanas y atardeceres.

Cada grito callejero suena a tu voz; cada movimiento
parece desvelarte; cada rincón habla de ti,
de tus saltos tras el nudo
de un plástico ruidoso.

Quién te reprochará
ese saltar de cabriolas,
quién.

No entiendo esta suerte de tu paso
que ahora nos deja en el vacío de los gestos,
con el eco dolorido de un silencio
que se adueña de las sombras.

Cuando el calor rebotaba en los balcones,
sin esperar las sílabas frágiles
de la madrugada, la noche
te sedujo con su magia de luces.

Negro y blanco, susurran tu muerte
en los versos de tu cuerpo. Blanco y negro,
de porcelana esparcida en las aceras.
Negro y blanco arañando las raíces

de un olivo.




miércoles, 17 de agosto de 2011

Su recuerdo se agranda en los rincones



Hoy estamos de luto en casa, Shaky, nuestra gata se ha caído del balcón y se ha matado. Así, como suena. Intentamos reanimarla pero el golpe fue demasiado grande. Lola, la veterinaria no pudo hacer nada. Hoy vamos a enterrarla en el campo, cerca de donde nació.




Mientras escribo estas líneas tengo el corazón encogido. Siento esta muerte como la de un ser querido. Y es que Shaky era uno mas de casa. Ni mi mujer, Gema, ni yo hemos podido dormir. Es terrible el vacío que ha dejado.

Nos han aconsejado tener otro gato pero no sé yo si es lo mejor mientras estamos en el duelo. Se me hace imposible querer a un animal de esta manera y después de verlo crecer, sentir su muerte...Es duro. Si no se tiene un animal es imposible comprender este grado de unión con la naturaleza.



Cada vuelta que doy en la casa la siento, esa mirada callada, protectora. Porque en algún momento sentía que Shaky nos protegía haciendo que las malas vibraciones se fueran de casa. Calmó más de dos malos humores...

Mientras siento su sombra sobre mis espaldas su recuerdo se agranda en los rincones. A lo mejor volvemos a tener otro gato pero nunca será Shaky.
Ahora me dispongo a estar entero para enterrarla dejando que su jugueteo me calme la ansiedad y las ganas de llorar.



viernes, 12 de agosto de 2011

"Hay agua fría sin alcohol"








Con un calor sofocante y con el asfalto mordiéndonos los pies, seguimos practicando el difícil oficio de “turista” ahora, por el barrio de Las viñas. Lo mejor de este peregrinaje fue el descubrimiento de unos anuncios hacia la mitad de la calle. Entre los coches mal aparcados, divisamos unos carteles colgados a la solana en la puerta de un bar. No dábamos crédito a la broma cuando leímos : Un “Hay hielo frío”, que rezaba en la pizarra de la kaliber, y al lado, en otra de la cruzcampo una replica con un “No te rías que también tengo hielo caliente por encargo”. La risa fue de inmediato por algo tan evidente que se prestaba a bromas. Y es que no se puede ser tan ingenioso para anunciar semejantes asertos. Pero la broma no está en escribir aquello sino en el atrevimiento de colocarlo para anunciar algo que va más allá de lo evidente, porque la obviedad no tiene nombre. El reclamo estaba servido y preguntar era lo que se imponía. Pero, a veces, la vergüenza puede más que la curiosidad, nos quedamos con las ganas de saber qué sentido tenía tanta retórica callejera. Sea lo que fuera aquello que se anunciaba, en esos dichos jocosos se encerraba una ironía latente contra algo o contra alguien o simplemente era un reclamo. Y para rematar el colmo de la ingeniería escrita, al lado de los mencionados, otro indicaba que “había agua fría sin alcohol”. El genio de la frase pienso que iba más allá de lo aparentemente escrito y que no era por casualidad este trasunto de exponer tanta obviedad junta sino que detrás, se encontraba una respuesta “indignada” quizás al descalabro ambiente. Pero, dejando estas disquisiciones, lo mejor de todo esto es que nos hizo reír aliviándonos del calor sofocante del mediodía y dejándonos claro como es la calidez generosa de la gente del sur.





jueves, 11 de agosto de 2011

Una sinfonía multicolor...





El bullicio resbalaba por las columnas dóricas del rectángulo envolvente del Mercado Central. Los olores se confundían con las voces y las risas con el juego de los niños a la sombra de los soportales. Un mayúsculo espectáculo que se vive por instantes con intensidad. Nunca se repite esta emoción de la mercadería en esta gran plaza de abastos, por muchas veces que entres. Siempre es distinta. Los mandiles mojados de los pescaderos parecen sedas albergando gotas de mar; las manos gruesas de los carniceros tienen la dureza de las vigilias del mercado; la sonrisa de las vendedoras de fruta remeda el olor de la albahaca. Carniceros, especieros, todos en una sinfonía multicolor dan calidez al paisaje de mañana en este Mercado Central. En el suelo retumba el traqueteo de los camiones junto a las pisadas inseguras de obreros soñolientos a punto de descolgarse de una cuerda invisible que les maneja en el ajetreo. Nada amortigua el hambre que, en este punto de las dos del mediodía, se acelera ante tanta maravilla comestible. Cuando dejamos el recinto algo de misterio se pegó a las espaldas, volver el rostro daba angustia. Mejor mantener este sabor de los olores en la retina de los ojos y en la memoria.

martes, 9 de agosto de 2011

Permanecer en un siempre recordar







Un enjambre de ojos sobre vuelan el tapiz multicolor de los tallos floridos, de las macetas con geranios, de las rosas cortadas. No hay prisas, el tiempo se detiene apuntalado en la retina de los ojos. Una plaza donde las sensaciones se filtran por todos los huecos. Las líneas afiladas de los edificios la defienden de la fealdad y la ennoblecen con su corte dieciochesco. En el centro, Columela, el insigne gaditano amigo de Senéca, vigilando, con timidez de piedra, a los "peregrinos" de esta ciudad, bendecida por la luz. Nada escapa de la mirada sin ser convertido en sonrisa. Y es que hay plazas, como ésta, donde pasar es permanecer en un siempre recordar con emoción.




MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto