miércoles, 29 de agosto de 2018

A ti

A ti que miras este tapiz que me adorna, por qué dejas que está belleza verde me agote. Por qué no gritas al unísono con el viento de fronteras, con las nubes rayanas, incapaces de reflejar su vigor azul.

A ti que asistes a este latir líquido que anuncia mi muerte, por qué este lazo verde, que agradezco como gesto, y que pronto será " el puto lazo", cuando tengo otro que aprieta mi sereno fluir.

A ti que dejas que mi nombre se borre en el caos gelatinoso de esta enfermedad...,por qué huyes, por qué no actúas desde arriba. Recuerda, soy Río,Guadi,Ana y no quiero ser Thanatos.

A ti que pasas a mi lado y soy testigo de todos tus desvelos, por qué no ves mi llanto resbalar por los puentes. Por qué...

domingo, 26 de agosto de 2018

Metáfora lunar

Esta luna de verano que sobrevuela las calles ajena a los ruidos, esta luna marca el punto de tu herida y mi recuerdo.
Se abre el telón de la memoria para nacer a la rabia del día, a los sueños que mantienen tu norte.Y la luna ahí, impasible, abrazando el alba, los versos por llegar, las palabras por decir.
Dejo que las preguntas me arrastren al centro de esta metáfora lunar, a este reflejo materno del misterio.

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sábado, 25 de agosto de 2018

El poema en el tiempo

Trae la luz sonidos de agosto, el vértigo de las horas tempranas, el ácido olor de la hierba. Detrás de este tapiz las palabras, aguardan, en silencio, la emoción que las rescate. Esquivo es el verso que no acaba de romper, en este tramo virgen, el misterio del vocablo. Me asaltan las sílabas en esta singular batalla, que escamotea adverbios y abraza torpes adjetivos. La palabra acoge el rostro de la luz dejando que el poema se enrede en el tiempo.

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viernes, 24 de agosto de 2018

Y lo distinto surgió

En algunos lugares colocaron vallas y en cada esquina normas para distraer la atención de lo distinto. Se hizo habitual vivir en un espacio acotado. Y los versos se acomodaron a las reglas, a la fría medida, a la estrechez de los dictados hasta agotar el alma de la palabra. Pero el poema rompió estúpidas ataduras llenando los lugares de música con el vértigo creador de los poetas malditos; dando ritmo a la realidad con la borracha emoción de la anarquía bukowskiana. Los espacios volvieron a ser humanos, no vulgares. Y lo distinto surgió desde la sencillez del silencio. Cada lugar se fue transformando en un encuentro generoso, difícil de imitar.




La imagen puede contener: hierba, planta, árbol, cielo, exterior y naturalezaLa imagen puede contener: planta, árbol, exterior y naturaleza

viernes, 10 de agosto de 2018

S.O.S. ÁFRICA


                 A la gente buena que sabe que estamos de paso
                 y lucha por los desheredados


Cuando la vida se ahoga en el mar de Alboran y los sueños se hunden 
en los límites fronterizos de las islas del Egeo, SE NOS OLVIDA 
que hace mucho tiempo fuimos a dividir sus casas, a robar sus tierras, 
a enseñarles otra  lengua para pedir ayuda y negociar egoísmos. 
Cuando la vida no vale más que el interés de una mafia de patera 
y el color marca la distancia con el corazón de los hartos 
y le negamos el pan que por justicia les pertenece, SE NOS OLVIDA 
que explotamos sus tierras, que separamos lo mejor de cada casa 
para trabajar en las plantaciones de tierras extrañas.

Cuánta desmemoria que nos hace decir que nos invaden 
cuando fuimos nosotros quienes les invadimos; 
cuánta desmemoria al comentar, sin pudor, que ocupan nuestros hogares, 
cuando antes fuimos a robarles a sus hijos y ponerlos en barcos de negreros 
camino a las tierras de América; 
cuánta desmemoria al expresar, sin saber bien lo que decimos, 
que vienen a cobrar nuestras pensiones,  
cuando antes les robamos todo lo que pudimos 
dejándolos a su puta suerte.


Cuando la vida de África, esas tierras sin frío que los griegos llamaban, 
permanecía tranquila entre sus mandiocas  y maizales, 
en medio de bananos y cocoteros, SE NOS OLVIDA 
que los europeos llegamos allí al reclamo de fácil riqueza, 
del oro, y del petróleo, del cobre y los diamantes. Sí,  OLVIDAMOS 
que fuimos nosotros quienes, como crueles dioses, 
cuartearon a escuadra sus tierras, dejando en sus paraísos 
guardianes a sueldo que  imprimieron castigos.

Cuánta desmemoria en Europa, cuánto egoísmo del hombre 
convertido en alimaña para los otros, cuánta miseria en el alma 
que olvida fácilmente lo que siempre hemos sido 
unos extranjeros en tierra de nadie, unos privilegiados 
a costa de otros. OLVIDAMOS 
y no hay bondad que arregle nuestros olvidos, 
ni justicia que nos recuerde 
que somos lo que otros han querido que seamos.



Cuando la miseria de los desheredados de África, 
la vemos deambular cargados de baratijas por las playas 
de nuestro descanso o vender, de forma furtiva 
en rotas mantas de algodón, en nuestras plaza de paseo, SE NOS OLVIDA 
que fuimos nosotros quienes vaciamos sus despensas 
para llenar las nuestras, separamos a sus familias 
con el prurito infame del negocio 
y les encargamos hacia dónde mirar 
y dónde no vivir.

No hay política ni religión capaz de llenar las plazas 
protestando por las guerras que provocamos los europeos 
con nuestra venta de armamento, con nuestros sucios trapiches 
consintiendo que los poderosos sigan saltándose la ley. 
Nadie, con poder, permitirá que nos duela el dolor de África 
y por el contrario llenará nuestros estadios deportivos 
de corredores, rápidos como gacelas, 
solo ahí dejamos que el color sea un distintivo agradecido.


Maldito el hombre que reniega del hombre, 
maldita la tierra que niega el asilo a los desheredados, 
maldito seamos en nuestras infamias, 
prostituyendo nuestra forma solidaria de actuar. 
Maldito seamos cuando desde nuestra mesa puesta 
olvidamos al que no la tiene. Malditos, 
que como raza de Caín, seguimos mirando al cielo 
provocando el infierno aquí.

MIS VISITAS AL MUNDO

MIS VISITAS AL MUNDO
Tiene Lisboa sonidos de agosto