domingo, 29 de mayo de 2011

Un lugar mágico



Ayer estuve con mi mujer cerca de la Rabaça española, en el mismo distrito de La Codosera. Este es un lugar mágico, maravilloso. Fuimos porque nos invitó nuestro amigo Antonio Castro y Mari, su mujer que, desde hace más de diez años, tienen allí una casa de ensueño. Levantada poco a poco, como suelen hacer las personas que disponen más, que de dinero, de voluntad e ilusión por las cosas y la vida. Esto es lo que nuestros amigos tienen.




Hace unos años sufrieron un fuego por toda la zona que les dejó todo completamente calcinado.El porche de la casa, recién construido y el exterior se destruyó. Ahora, después de aquel terrible suceso todo está volviendo a la normalidad.



El lugar está situado junto al nacimiento del río Gévora, el mismo río que le da nombre a la pedanía cerca de Badajoz.




Un sitio impresionante. Toda una envolvente de verdes y cielo. Un punto de nuestra tierra donde el tiempo parece detenerse. Así, esta belleza de lugar, unida a la generosidad de nuestros amigos, nos hizo sentir diferentes, diría que mejores. Y es que estética y ética siempre van juntas.




Para qué ir lejos cuando la belleza la tienes al lado, a la misma puerta de tu casa, bueno a cuarenta kilómetros de Badajoz

miércoles, 25 de mayo de 2011

Abrir una puerta a otro horizonte




Ayer bajé de Talarrubias a Badajoz para luego irme a Vila Viçosa, Portugal. El "Agrupamento de Escolas de Vila Viçosa,algo así como un CPR, me invitó a dar una charla,que los portugues llaman workshop, sobre poesía en el marco de la Feria del libro.
Fausto Abalroado, amigo y secretario de este Agrupamiento, vino a recogerme y después me trajo. En realidad ha sido él quien me invitó.
Disfruté de estos ratos en Portugal, primero, porque se trataba de hablar de algo que me entusiasma y no lo tengo como "oficio", sino como beneficio terapéutico: la poesía; segundo, porque estaba en Portugal y "falando em português" que esto ya es una riqueza. Una vez más compruebo que hablar la lengua de Camoes, es abrir una ventana a otro mundo "ouvrir uma janela a um outro mondo".
Setenta personas me escucharon atentas a lo que, un swervidor, como aprendiz de escritor iba diciendo. Analicé algunos poemas del último libro: Las siete vidas del gato. Insistí en el proceso de la escritura como el resultado de un proceso, de un viaje interior donde soledad y silencio son componentes necesarios.Por supuesto, leer, y mucho, además de guardar los impulsos en el congelador los consideré como otros elementos imprescindibles.
Volví tarde a casa, lo cual supuso llegar más tarde a Talarrubias. Cuando me fui a la cama estaba cansado pero contento. Había sido de esos días en los que me sentía, especialmente bien.
En Badajoz tuve dos cosas importates:Primero, el hecho de ver a mi mujer y segundo, comprobar que la gata estaba mejor. Esta, según dice Gema, nota mi ausencia...Qué le vamos a hacer...la vida es así de dura.


Cosas del diario

lunes, 23 de mayo de 2011

Cargando pilas

Ir a Badajoz supone refrescar y llenar todos los canales de la cultura. Este fin de semana ha sido, en ese sentido, especialmente completo.
El viernes, la presentación del libro de María Blázquez, "Crónicas de la gárgola almada", un libro que tengo ganas de leer con detenimiento y que en el parecer de quienes lo han hecho no defrauda. La presentación impecable y la defensa del libro por parte de la autora, más que magnífica.
El sábado la Tertulia de Gallos en la que expuse el tema que se me había encargado sobre la poética de Sophia de Mello. Creo que les gustó, al menos eso me dijeron mis compañeros. De todas maneras, este trabajo me ha reportado mucho y bueno. He aprendido bastante. Haré una síntesis para colgarla en este lugar.
El domingo, fue la traca final. Asistí, con mi mujer y mi cuñada, a la presentación del musical "Mamma mia!". Fue divertido y la puesta en escena muy buena e interesante.
Y ahora, este lunes de nubes y sol, "currando" en el Instituto:haciendo recuperaciones de segundo de bachillerato, correcciones y poniendo notas...Toda una tarea que, pensándola bien, me gusta.

domingo, 15 de mayo de 2011

No hay mal que por bien no venga



A la vista de los últimos acontecimientos que me ha tocado vivir creo que mi padre llevaba razón cuando me decía que “no hay mal que por bien no venga”. Uno de esos sucesos ha sido tener que vivir fuera de casa, en otro lugar, de lunes a viernes. En mi caso ha sido tener que ir a dar clases, estos últimos meses a Talarrubias, un pueblo maravilloso de la Siberia extremeña.

Aunque me sigue dando un cierto disgusto vivir a doscientos kilómetros de mi casa y de mi mujer, rompiendo al mismo tiempo con otras cuestiones, como ir a la Escuela de Idiomas o el gimnasio, sin embargo la distancia me está ayudando a apreciar lo que se tiene y por supuesto a valorar todo lo que hasta el momento venía haciendo. Es aquí donde el aserto popular referido por mi padre cobra sentido.



Además, el encuentro con otras personas, con otros compañeros, magníficos compañeros de trabajo, con otros alumnos, me está ayudando a descubrir ese sentido poliédrico de la vida. Nada es lineal y menos la existencia. Todo tiene colores y aromas diferentes, rostros distintos que nos hacen aprender cada día y lo mejor de todo es que nunca se parte de cero.

MIS VISITAS AL MUNDO

MIS VISITAS AL MUNDO
Tiene Lisboa sonidos de agosto