Destinado a comunicar todos esos momentos que son espacios donde la palabra se convierte en el refugio cierto, en luz capaz de abrir caminos.
martes, 30 de septiembre de 2008
martes, 23 de septiembre de 2008
VIVIR
VIVIR, agarrado al tiempo~
a lo concreto, a la pasión, ardiente,
desplegando alas, sin torpezas miserables
que frenen el vuelo;
Viver, agarrado ao tempo,
ao concreto, a paixao, ardente,
abrindo asas, sem torpezas miseráveis
que travem o voo.
VIVIR, sí, y sentir el correr de la savia
de este árbol que tengo dentro, muy dentro,
donde anidan pájaros al arrullo de todos
los vientos;
Viver, sim, e sentir o correr da seiva
desta árvores que tenho dentro, muito dentro,
onde se aninham pássaros ao cantar de todos
os ventoso.
VIVIR, cogido al espacio con solemne
perfil divino al ofrendar instantes
de los pasos dados y saber estar
con tiento.
Viver, agarrado ao espa<;:ocom solene
perfil divino ao ofertar momentos
sos passos dados e saber estar
com tento.
VIVIR, sin negar lo pasado,
afirmando el presente,
en los brotes tiernos
del árbol,
en ese sentimiento que salta fuera
como un regalo.
Viver, sem negar o passado,
afirmando o presente
nos brotos ternos
da árvore,
nesse sentimento que salta para fora
como urna oferta.
a lo concreto, a la pasión, ardiente,
desplegando alas, sin torpezas miserables
que frenen el vuelo;
Viver, agarrado ao tempo,
ao concreto, a paixao, ardente,
abrindo asas, sem torpezas miseráveis
que travem o voo.
VIVIR, sí, y sentir el correr de la savia
de este árbol que tengo dentro, muy dentro,
donde anidan pájaros al arrullo de todos
los vientos;
Viver, sim, e sentir o correr da seiva
desta árvores que tenho dentro, muito dentro,
onde se aninham pássaros ao cantar de todos
os ventoso.
VIVIR, cogido al espacio con solemne
perfil divino al ofrendar instantes
de los pasos dados y saber estar
con tiento.
Viver, agarrado ao espa<;:ocom solene
perfil divino ao ofertar momentos
sos passos dados e saber estar
com tento.
VIVIR, sin negar lo pasado,
afirmando el presente,
en los brotes tiernos
del árbol,
en ese sentimiento que salta fuera
como un regalo.
Viver, sem negar o passado,
afirmando o presente
nos brotos ternos
da árvore,
nesse sentimento que salta para fora
como urna oferta.
domingo, 21 de septiembre de 2008
EXISTIR
EXISTIR en el tramo de vida
hipoteca de horas, minutos y felicidad
ausente; existir en el rincón cobarde
de la pereza, en el vivo deambular de la ilusión,
en el corte trémulo de absurdas impaciencias;
EXISTIR en el hastío de los días,
monocordes y grises, y en los alegres,
en todos los días de amor que han existido,
que existen y dan felicidad sin nombre,
que pasan dejando su huella en la brisa
del recuerdo;
EXISTIR, con las manos tendidas, abiertas
en señal de duelo, de oración por todos
los muertos, por todas las injusticias
que rompen el horizonte humano, por todos
los sinsabores, por todos los desprecios...
Existir no trecho de vida
hipoteca de horas, minutos e felicidade
ausente; existir no canto covarde
da preguiça, no vivo deambular da ilusão
no corte trémulo de absurdas impaciencias;
Existir no fastio dos dias,
monocórdicos e cinzentos e nos alegres
em todos os dias de amor que existiram
que existem e dão felicidade sem nome,
que passam deixando o seu rasto na brisa
da lembrança
Existir com as mãos estendidas, abertas
em sinal de luto, de oração por todos os mortos
por todas as injustiças que rompem o
horizonte humano, por todos
os sensabores, por todos os desprezos...
hipoteca de horas, minutos y felicidad
ausente; existir en el rincón cobarde
de la pereza, en el vivo deambular de la ilusión,
en el corte trémulo de absurdas impaciencias;
EXISTIR en el hastío de los días,
monocordes y grises, y en los alegres,
en todos los días de amor que han existido,
que existen y dan felicidad sin nombre,
que pasan dejando su huella en la brisa
del recuerdo;
EXISTIR, con las manos tendidas, abiertas
en señal de duelo, de oración por todos
los muertos, por todas las injusticias
que rompen el horizonte humano, por todos
los sinsabores, por todos los desprecios...
Existir no trecho de vida
hipoteca de horas, minutos e felicidade
ausente; existir no canto covarde
da preguiça, no vivo deambular da ilusão
no corte trémulo de absurdas impaciencias;
Existir no fastio dos dias,
monocórdicos e cinzentos e nos alegres
em todos os dias de amor que existiram
que existem e dão felicidade sem nome,
que passam deixando o seu rasto na brisa
da lembrança
Existir com as mãos estendidas, abertas
em sinal de luto, de oração por todos os mortos
por todas as injustiças que rompem o
horizonte humano, por todos
os sensabores, por todos os desprezos...
martes, 16 de septiembre de 2008
SOÑAR
SOÑAR despierto, con los ojos puestos
en el alba que abraza el firmamento
de tímidos soles ese frío sol de invierno
que saluda temeroso el día en el que estoy,
en el que me siento vivir y con la sangre ardiendo;
SOÑAR y saber que el sueño es ilusión,
regalo amable de un futuro ideal y sin pesos,
esperanza cierta de algunos momentos;
color de los deseos;- frescor para esos anhelos
de amor insatisfecho;
SOÑAR y vestir alas, blancas alas
de aguas, de torrentes, de manantial,
que surca ligera hasta penetrar y empapar
el corazón mismo del misterio
de este ser alentado, a veces, sin aliento;
SOÑAR un ángel guardián,
un querubín azul que custodie celoso
la intimidad de los secretos,
el Paraíso del ser, la interioridad
austera de vivir en silencio;
SOÑAR al amar este presente,
un tiempo de gracia lleno; un cielo sin medidas y abierto,
con la confianza de fundir la razón y el sentimiento,
lo que amo con música y color en rostros sin vientos,
están dome así, entre cielo y tierra, grávidamente viviendo;
SOÑAR diariamente, SOÑAR
siempre y calladamente SOÑÁR, saltando las vigilantes
normas, las lógicas humanas, razones frías y calculadas,
escarnio de la sensibilidad, asesinas de versos;
SOÑAR al descansar de la rutina,
SOÑAR siempre,
una y mil veces, SOÑAR.
De "Cuatro momentos para el poema".
en el alba que abraza el firmamento
de tímidos soles ese frío sol de invierno
que saluda temeroso el día en el que estoy,
en el que me siento vivir y con la sangre ardiendo;
SOÑAR y saber que el sueño es ilusión,
regalo amable de un futuro ideal y sin pesos,
esperanza cierta de algunos momentos;
color de los deseos;- frescor para esos anhelos
de amor insatisfecho;
SOÑAR y vestir alas, blancas alas
de aguas, de torrentes, de manantial,
que surca ligera hasta penetrar y empapar
el corazón mismo del misterio
de este ser alentado, a veces, sin aliento;
SOÑAR un ángel guardián,
un querubín azul que custodie celoso
la intimidad de los secretos,
el Paraíso del ser, la interioridad
austera de vivir en silencio;
SOÑAR al amar este presente,
un tiempo de gracia lleno; un cielo sin medidas y abierto,
con la confianza de fundir la razón y el sentimiento,
lo que amo con música y color en rostros sin vientos,
están dome así, entre cielo y tierra, grávidamente viviendo;
SOÑAR diariamente, SOÑAR
siempre y calladamente SOÑÁR, saltando las vigilantes
normas, las lógicas humanas, razones frías y calculadas,
escarnio de la sensibilidad, asesinas de versos;
SOÑAR al descansar de la rutina,
SOÑAR siempre,
una y mil veces, SOÑAR.
De "Cuatro momentos para el poema".
lunes, 15 de septiembre de 2008
CREER
CREER en el día
que amanece y regala luz, la sorpresa de ver
y sentir las horas,
rompiéndose como olas en el espacio
creciendo infante hasta morir,
pleno de vigilia con sonido de pájaros,
en el crepúsculo de la tarde.
Acreditar no dia
que amanhece e oferece a luz, a surpresa de ver
e sentir as horas
que se rompem como ondas no espaço
crescendo infante até morrer,
pleno de vigília com som de pássaros,
no crepúsculo da tarde
que amanece y regala luz, la sorpresa de ver
y sentir las horas,
rompiéndose como olas en el espacio
creciendo infante hasta morir,
pleno de vigilia con sonido de pájaros,
en el crepúsculo de la tarde.
Acreditar no dia
que amanhece e oferece a luz, a surpresa de ver
e sentir as horas
que se rompem como ondas no espaço
crescendo infante até morrer,
pleno de vigília com som de pássaros,
no crepúsculo da tarde
jueves, 11 de septiembre de 2008
EL LENGUAJE DE LA NOCHE
Vidas rotas, con sabor africano,
invadían Trocaderos con reproducciones
de la Tour Effiel. Un enjambre
de bocas asaltaba el entusiasmo
donde más dolía. Cuántas lenguas
y lenguajes alborotando la noche
rompiendo la magia de Paris.
La huella de África en los ojos,
aburridos de ver siempre lo mismo,
en las manos cansadas
de ofrecer
siempre
lo
mismo.
Escultura
de ilusiones, perdidas en el naufragio
de la ciudad, deshechas en el asfalto
de Trocaderos.
La musa saltaba en la ingenuidad luminosa
de unos rostros apretados al paisaje, África
sonreía a su paso remedando lenguas
sin contenido mientras Trocaderos
respiraba el agridulce desesperado
de un abrazo tendido entre el placer
y la pobreza.
invadían Trocaderos con reproducciones
de la Tour Effiel. Un enjambre
de bocas asaltaba el entusiasmo
donde más dolía. Cuántas lenguas
y lenguajes alborotando la noche
rompiendo la magia de Paris.
La huella de África en los ojos,
aburridos de ver siempre lo mismo,
en las manos cansadas
de ofrecer
siempre
lo
mismo.
Escultura
de ilusiones, perdidas en el naufragio
de la ciudad, deshechas en el asfalto
de Trocaderos.
La musa saltaba en la ingenuidad luminosa
de unos rostros apretados al paisaje, África
sonreía a su paso remedando lenguas
sin contenido mientras Trocaderos
respiraba el agridulce desesperado
de un abrazo tendido entre el placer
y la pobreza.
sábado, 6 de septiembre de 2008
EL CIELO SE PROLONGÓ EN EL AGUA
La noche abrazó la multitud
mientras la torre se iluminaba
con mágico misterio. Un circo
de rosas con sabor a tortas de maíz
ascendía artificial por el metal
de las farolas. Los flases
de mil cámaras despellejaron
la silueta de la torre. Después
nada fue igual. Trocaderos hervía
de color y lenguajes.
Mientras África vendía replicas
de Eiffel los pies protestaban
al ánimo excitado dispuesto a seguir.
Paris esperaba. Todo un rito con olor
a brisa del sur, a palabras grabadas
en el asombro de la ciudad
latiendo al son de mil luces
repartidas en el silencio.
Abajo, ajeno a la cara triangular
de los turistas, el Sena seguía
desnudándose entre los puentes.
Aguas, hartas de mirar iglesias
y palacios que arrastraban el sonido
del verano. Las estrellas se mezclaron
con las luces melancólicas
del bateau musse. Y el cielo se prolongó
en el verdinegro del agua.
mientras la torre se iluminaba
con mágico misterio. Un circo
de rosas con sabor a tortas de maíz
ascendía artificial por el metal
de las farolas. Los flases
de mil cámaras despellejaron
la silueta de la torre. Después
nada fue igual. Trocaderos hervía
de color y lenguajes.
Mientras África vendía replicas
de Eiffel los pies protestaban
al ánimo excitado dispuesto a seguir.
Paris esperaba. Todo un rito con olor
a brisa del sur, a palabras grabadas
en el asombro de la ciudad
latiendo al son de mil luces
repartidas en el silencio.
Abajo, ajeno a la cara triangular
de los turistas, el Sena seguía
desnudándose entre los puentes.
Aguas, hartas de mirar iglesias
y palacios que arrastraban el sonido
del verano. Las estrellas se mezclaron
con las luces melancólicas
del bateau musse. Y el cielo se prolongó
en el verdinegro del agua.
jueves, 4 de septiembre de 2008
ROMPECABEZAS
El azul grisáceo
del Barrio Latino se redimía
en los umbrales
de unos restaurantes al uso.
Parecido a conchas gigantescas,
las calles se abrían al ajetreo
de vendedores que sellaban affiches
de menús baratos. Todo un rompecabezas
de sabores y lenguas..
Miradas con hambre se mezclaban
con la curiosidad y el cansancio.
En una esquina se sorteaban aplausos
mientras alguien emulaba a Edit Piaff
y otros devoraban helados italianos.
La babel se aplastaba entre veladores
de color y los suspiros se exponían
en las ventanas sin rejas. Todo era
confusión organizada, un caos regado
al azar por las calles del Quartier.
del Barrio Latino se redimía
en los umbrales
de unos restaurantes al uso.
Parecido a conchas gigantescas,
las calles se abrían al ajetreo
de vendedores que sellaban affiches
de menús baratos. Todo un rompecabezas
de sabores y lenguas..
Miradas con hambre se mezclaban
con la curiosidad y el cansancio.
En una esquina se sorteaban aplausos
mientras alguien emulaba a Edit Piaff
y otros devoraban helados italianos.
La babel se aplastaba entre veladores
de color y los suspiros se exponían
en las ventanas sin rejas. Todo era
confusión organizada, un caos regado
al azar por las calles del Quartier.
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