Los humanos, seres que nos consideramos
inteligentes, tenemos fallos “garrafales” como este de la estupidez. Esta actitud puede llegar a desarrollarse en nosotros de forma tan
sutil que, sin darnos cuenta, puede alcanzar cotas inimaginables. Einstein decía, como Renan, que la estupidez es infinita. Cuando esto sucede, cuando el
grado de estupidez e inconsciencia es grande, termina por reventar con lo más
sagrado. Ante este hecho me pregunto si este animal que somos, considerado racional y social, no es más que un conjunto de
torpezas, propias de quien piensa sin saber pensar o un manojo de irregularidades pegadas a la fragilidad
del propio ser. En realidad, mientras más nos crecemos pensando que lo sabemos todo
o creemos haber conseguido mucho al final comprobamos que no sabemos nada o incluso que no hemos
obtenido, la mayoría de las veces, más que basura. Lo peor de la estupidez no
es solo hacerse daño a uno mismo sino, y también, hacerle daño a los seres más próximos,
a los que te quieren. Estos son los
únicos que- en momentos de tocar fondo de manera estúpida- te saben “poner las pilas”. Maldita estupidez humana,
propia de la condición de nuestro ser,
que nos hace ser- muchas veces- tan inhumanos.
Destinado a comunicar todos esos momentos que son espacios donde la palabra se convierte en el refugio cierto, en luz capaz de abrir caminos.
domingo, 28 de septiembre de 2014
jueves, 25 de septiembre de 2014
Lecciones de humanidad.
Y ahora, después de un alta hospitalaria, a las curas diarias en mi Centro de Salud...Un dolor soportable comparado con otros dolores. Yo, que no tengo paciencia para las enfermedades,me mantengo con ánimo gracias al cuidado atento de mi mujer...y a la sonrisa de mi hijo. Son las dos personas a las que, en este momento, les debo todo...y en especial al hecho mismo de crecer...Si alguien me daY ahora a las curas diarias...un dolor soportable comparado con otros dolores. Yo, que no tengo paciencia para las enfermedades,me mantengo con ánimo gracias al cuidado atento de mi mujer...y a la sonrisa de mi hijo. Son las dos personas a las que en este momento les debo todo...y en especial el hecho de crecer...Si alguien me da lecciones de humanidad son ellos, y particularmente Gema, mi mujer, a la que quiero.Y ahora a las curas diarias...un dolor soportable comparado con otros dolores. Yo, que no tengo paciencia para las enfermedades,me mantengo con ánimo gracias al cuidado atento de mi mujer...y a la sonrisa de mi hijo. Son las dos personas a las que en este momento les debo todo...y en especial el hecho de crecer...Si alguien me da lecciones de humanidad son ellos, y particularmente Gema, mi mujer, a la que quiero.
Las noches de hospital .
Las noches de hospital tienen esa mezcla de limbo y agujero negro que hacen que los sentidos se agudicen en un viaje extraño de ida y vuelta. Un ir del dolor al sueño de vigilia y un volver, a un cuerpo que responde a medias. Las noches de hospital tienen ese punto de pesadilla-existencial que te hace creer en lo inmediato; en la impotencia de las criaturas ante sí mismos...; en la fragilidad, que rompe egoísmos. Todo parece tan oscuro que roza lo absurdo.Y es que en definitiva vivimos en ese absurdo vital con parches de normalidad. Las noches de hospital te devuelven a la génesis del ser humano, a la dependencia, a sobrevivir en el medio más hostil q está en el interior de uno mismo. La mañana resuelve las incógnitas de la noche o ésta es el espacio de lo sutil donde podemos esconder lo vivido?
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Las nubes van hacia el oeste.
Te he visto en la distancia y no he sabido qué hacer.
Esperarte, falseando la emoción con un saludo o rehuir
el encuentro. Las nubes amenazan lluvia; el bochorno
se siente en la ropa.
Qué difícil es cruzar las palabras después de tantos silencios;
qué amarga esta coincidencia fortuita y no querida.
Las buganvilias tienen un color pardo violeta
al reflejar las nubes.
Qué hacer cuando las emociones se agolpan y no dejan pensar.
Qué decir cuando el tiempo ha fracturado lo mejor. Un punto
de confusión con los sentimientos encontrados. Las nubes van
hacia el oeste, a lo mejor llueve.
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En el filo invisible de la utopía.
martes, 16 de septiembre de 2014
Sopla el aire de otoño.
Entre silencio y silencio, la memoria juega a traerte
y mientras navega por los vericuetos del alma siento
ganas de gritar y rebelarme. Hace frío, las nubes,
como moscas inquietas, no dejan que las sombras
tomen fuerza.
Ya no hay preguntas, ni cueva de leones, no hay nada.
Te fuiste dejándome herido.Tu imagen, cada vez más
distante, es más dolorosa. Sopla el aire de otoño
arañando las avenidas.
Quiero descender a esa bodega interior que me habita,
y beber de los recuerdos hasta emborracharme de ti.
Tu ausencia me empuja a otros lugares que no quiero.
Algunas nubes descargan gotas de barro.
Tanto es el dolor que se acumula, tanta la decepción
que quisiera enfermar de indiferencia. Los rincones
y sus silencios me hablan de ti. Te siento volar en mi cuello
y descender por la línea acuosa de mis ojos, impresos
de emociones. Hace frío, las nubes no dejan
que las sombras crezcan.
A veces, me desprecio por seguir lamentando ausencias,
por mendigar amores sin necesidad. El lamento es un duelo
no una rebeldía. Y quiero tan solo rebelarme ante este
puto destino que un día te trajo y otro, por accidente,
te llevó en brazos del miedo. Algunas nubes descargan
sobre el asfalto caliente.
Nada que hacer tan solo guardar silencio. Renuncio
hasta a la pregunta. Y morir, que en esto hay certeza,
a mis egos intransigentes. Hacer que la locura del tiempo,
sin mezcla de emociones,te permita que llegues a mi puerta
donde siempre me encontrarás con un plato de comida.
Hace frío, las nubes, como moscas inquietas, no dejan
que las sombras tomen fuerza.
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En el filo invisible de la utopía.
Con la risa pegada a los ojos.
Hace un año que Rodrigo nos cambió el sabor de la vida.
Un año, aprendiendo a mirar madrugadas; a distinguir
biberones; a ver con tonos diferentes sonrisas y balbuceos.
Crecemos con él, entre gotas del oído y saca-mocos;
entre baños y cremas para la piel . Un año, apreciando,
del biberón al potito, el mundo de los sabores.
Ya no hay murmullos sino palabras, simples palabras
recogidas en un tata que expresa algo más que el sonido
que desprende. Gatea entre los muebles y ensaya en la atrevida
vertical del primer mono. Un año, intentando mirar de frente
en un continuo desvelarse con ritmos de mañanas. Pasos,
sonidos, una galaxia de verbos y frases que sorprende.
Hace un año que el dolor de su madre le empujó
a ver el mundo, el otro mundo de los de pié .
Eran las cinco de la tarde de un dieciséis de septiembre,
menos nublado que este.
Rodrigo,un manojo de emociones que hace temblar
lunes, 15 de septiembre de 2014
La certeza de sentir...
Es temprano y ya vengo
cargado de mañanas.
La calle siente ese temblor de los corta-césped
y el olor a hierba recién cortada. Barullo de gente
en la terraza de una churrería cercana. Olores,
gritos y, como una avispa indiscreta, tu imagen.
Las mañanas tienen ese tono de septiembre,
mitad gris mitad bochorno, que enciende
las aceras en un crepitar amargo de hojarasca.
Las plataneras han reventado el suelo. Un rap
explota en las esquinas, hay mucho miedo.
Tú imagen revienta mis arterias. La rabia
de no saber me confunde. Está nublado.
Las mañanas de septiembre tienen un color
que se palpa en el susurro de la brisa.
Las utopías están al otro lado. Y tú.
Es temprano para pensar. El sueño toma
su partida. Tú no intervienes. Cada vez
más lejos, cada vez más ausente. Respiro.
Es bueno la certeza de sentir el aire
y el movimiento, y el impulso de vivir.
La calle siente ese temblor de los corta-césped
y el olor a hierba recién cortada. Barullo de gente
en la terraza de una churrería cercana. Olores,
gritos y, como una avispa indiscreta, tu imagen.
Las mañanas tienen ese tono de septiembre,
mitad gris mitad bochorno, que enciende
las aceras en un crepitar amargo de hojarasca.
Las plataneras han reventado el suelo. Un rap
explota en las esquinas, hay mucho miedo.
Tú imagen revienta mis arterias. La rabia
de no saber me confunde. Está nublado.
Las mañanas de septiembre tienen un color
que se palpa en el susurro de la brisa.
Las utopías están al otro lado. Y tú.
Es temprano para pensar. El sueño toma
su partida. Tú no intervienes. Cada vez
más lejos, cada vez más ausente. Respiro.
Es bueno la certeza de sentir el aire
y el movimiento, y el impulso de vivir.
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domingo, 14 de septiembre de 2014
Se hace de noche.
En la tarde, pasa rauda tu imagen. Nubes
negras,
muy negras se pegan a los cristales. Una
contra
la otra. Almohadones sucios flotan
en un descolorido
azul. Sopla el viento, corta los muros.
Rachas azules,
cielos, trozos azules descoloridos entre
edificios.
En tierras pantanosas me debato,
frágiles pasos.
No quiero hundirme. Cúmulos blandos
soportan
preguntas sin respuestas, sutiles.
Se hace de noche. Todo se confunde, cielo y nubes,
negra masa, impenetrable, muy
negra. Tiemblo sin alas
ante la risa ingenua de los ángeles.
Bajo qué nube caminas.
En qué música te enredas. El viento se
ha vuelto brisa
tenue, simple brisa. Cesa el temblor.
Las luces decoran
los rincones vacíos de la avenida. Es de
noche, llueve,
camino sin ti . No siento el vacío del
dolor. Camino.
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En el filo invisible de la utopía.
sábado, 13 de septiembre de 2014
En este viaje...
En este viaje almaceno cosas, como si
en ello me fuera la vida.
Guardo con escrúpulo lo más íntimo, tus gestos, tu sombra.
Todo lo he colocado en ese cajón secreto de doble llave
en lo más profundo del alma. Fuera, tengo lo imprescindible,
esas cosas sin importancia aparente-un cuaderno con versos,
un lápiz, una lámpara, un disco-. Me agarro a ellas,
como parte de ti entre mis cosas. Pequeñas parcelas
que te salvan en mi interior. Son ese aire cálido que mantiene
la tensión del vivir, sin prisas.
En este viaje, hace días que no te nombro, para evitar confusiones.
Al desconcierto sigue la rabia, y a la rabia la pregunta,
y al molesto interrogante la mirada perpleja. Rehago las mañanas
para poner en las tardes notas sin utopías. Camino a secas,
puro movimiento, dándole forma a mi alma. Tomo aliento,
allí donde me dejan, y respiro la música de ese rap que sigue
a la deriva. No son momentos para hacer cuentas sino para crecer
en la amabilidad de las horas pero no de los sueños. Llega el olor
del otoño, tú no estás y sigo vivo.
Guardo con escrúpulo lo más íntimo, tus gestos, tu sombra.
Todo lo he colocado en ese cajón secreto de doble llave
en lo más profundo del alma. Fuera, tengo lo imprescindible,
esas cosas sin importancia aparente-un cuaderno con versos,
un lápiz, una lámpara, un disco-. Me agarro a ellas,
como parte de ti entre mis cosas. Pequeñas parcelas
que te salvan en mi interior. Son ese aire cálido que mantiene
la tensión del vivir, sin prisas.
En este viaje, hace días que no te nombro, para evitar confusiones.
Al desconcierto sigue la rabia, y a la rabia la pregunta,
y al molesto interrogante la mirada perpleja. Rehago las mañanas
para poner en las tardes notas sin utopías. Camino a secas,
puro movimiento, dándole forma a mi alma. Tomo aliento,
allí donde me dejan, y respiro la música de ese rap que sigue
a la deriva. No son momentos para hacer cuentas sino para crecer
en la amabilidad de las horas pero no de los sueños. Llega el olor
del otoño, tú no estás y sigo vivo.
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En el filo invisible de la utopía.
viernes, 12 de septiembre de 2014
Una distorsión incapaz de ser música.
Después llegaron los momentos de la duda,
quebrando la utopía, bloqueándolo todo.
Las lluvias de septiembre purifican la pesadez
del calor. Comunicarse en una sola dirección,
"cuando sea".Una indeterminación para hablar;
un imperativo para decir no sé muy bien qué.
Corre una brisa casi otoñal.
La muerte llega cuando no la llamas; barre
con todas las presencias, con todos los gestos.
Había que desaparecer. No dejar rastro. La existencia
es cero cuando el miedo toma la calle y el alma,
y la mirada, y la memoria. Y todo se vuelve basura,
y la dignidad se acaba, y la mentira se camufla y
la media verdad deja de serlo. Las ventanas
están abiertas. El teléfono suena y no respondo.
Y así, en este viatico del desamor, con este alimento
amargo de no saber cuál es el norte, tomo conciencia
de la fragilidad, de lo cálido y lo frío.Hay un olor
a tierra mojada que despeja el bochorno del asfalto.
Cuándo se dará el encuentro, cuándo hablarás para decir
quédate que anochece y el día ya va de caída.
El tiempo pasa, recrudece la distancia, y la palabra
se vuelve más compleja. Y al final, no quedará nada
por decir. ¿De qué hablar cuando todo está dicho?
Los fantasmas acuden como moscas. Nadie
nos salvará de las torpezas, solo el amor. El ruido
de los coches rebota en la avenida, una distorsión
incapaz de ser música. En esta hartura de las mañanas,
tu imagen sigue rodando.
Quiero rechazar este sentirme nada, nada, vacío. Ir
a ese lado de frontera donde permaneces, y sanar
tus heridas. Y callar, callar, para que la palabra
tenga sentido. La comida está por hacer. Sigo
leyendo otros poemas. Me pregunto cómo estarás.
Sé que no hay repuesta. Todo es como una pantalla
en blanco.
Unos niños corren y gritan, otras voces
le siguen. A lo mejor es conveniente dejar
el pensamiento en el papel y este tirarlo a la basura.
¿Qué merece la pena y que no? ¿La respuesta es vivir,
vivir como si nada hubiera ocurrido? ¿o es crecer,
junto a nuestros ángeles de alas cortas?
Quiero dejar que la vida siga su rumbo, y la utopía
reviente. Y que el rap enmudezca por las esquinas
si no denuncia la puta injusticia de los poderosos.
Sale el sol, el calor se hace sentir en medio
de una tenue brisa.
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En el filo invisible de la utopía.
miércoles, 10 de septiembre de 2014
Creer en tiempo de lluvias.
Qué intensa esta distancia que rompe
la bondad de lo vivido.Llueve azul
en los ruidos de la calle.
Tú, sigues en el otro lado.Yo,
espejando los problemas.
la bondad de lo vivido.Llueve azul
en los ruidos de la calle.
Tú, sigues en el otro lado.Yo,
espejando los problemas.
No es fácil mirar el pasado. La tentación
del olvido sobrevuela el sentimiento. Vivir
en este sin-palabras es un infierno consentido
que almacena culpas y hormigas en la garganta.
Los silencios evidencia una huida absurda
de la luz.Las sombras de lo incierto dejan
el rastro de un hedor insoportable. La claridad
nos persigue para cerrar página o seguir en ella.
En los días que pasan se acumulan demonios.
Tantos demonios que mover los muebles
parece un sacrilegio. Mejor no hacer mudanzas
en estos tiempos de lluvia. La casa no está anegada.
Y en medio de los días y de los silencios que matan
y de los olvidos, y con demonios o sin ellos, confieso
creer en la bondad de lo vivido; y en tu palabra,
ahora con la mordaza de la confusión y el pánico;
creo en la utopía, no en la estupidez; y en las renuncias
que nos mantiene vivos. Creo en ti y en mí mirando
de frente y con los días inseguros a la espalda; creo
en las batallas por ganar; y en lo humano, no en la guerra,
ni en la puta basura de los poderosos. Creo
en el grito de los barrios; y en el rap de los humildes
en el grito de los barrios; y en el rap de los humildes
y en las ganas de vivir; creo que , después de la lluvia,
los atardeceres tendrán el color de la vida.
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En el filo invisible de la utopía.
martes, 9 de septiembre de 2014
Duele el sur.
No llegan las sorpresas, ni las visitas inesperadas,
ni las preguntas curiosas, ni las mentiras ante las preguntas.
No llegas. Te perdiste en tu mundo y yo, en el mío.
Alguien bordea la oscuridad dibujando un "graffiti".
No hay presencias, ni secretos, ni miradas cómplices,
esas que duelen hasta la raíz del alma. El silencio deja
caer su espada frustrando todo. No estás. El dolor
llegó. Duele el sur cuando los abrazos se suspenden.
No tengo más que el recuerdo, esa estela que la vida,
la puta vida, marca por encima del deseo. No vienes.
Duele el interrogante de esta frontera en los sentidos.
Duelen los orgasmos en la geografía de la piel.
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En el filo invisible de la utopía.
En el filo invisible de la utopía. AUDIO. Prueba.
Prueba de audio de los diecisiete primeros poemas de esta ficción del desamor que es "En el filo invisible de la utopía." AUDIO
Pido disculpa por la grabación casera.
AVISO: Del minuto 5,10 al 5,30 hay un silencio de música. Cosas del directo.
Espero hacer una grabación mejor. Por el momento no tengo productor para grabar estos poemas. Todo llegará.
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En el filo invisible de la utopía.
lunes, 8 de septiembre de 2014
El espejo de lo eterno.
A punto de verterse los días en un nuevo viaje,
cuando la lluvia besa las aceras y los campos
se llenan de manos y olor a aceituna,
tú ya no vuelves.
A este otoño le falta aquella sonrisa
que prendías de tus ojos.
No volverán aquellos minutos,
casi un torbellino de mariposas,
que transformaban el gris de la tristeza
en esperanza.
No estás y el tiempo barre con todo.
Qué hacer para que lo alto y lo ancho
sean el espejo de lo eterno;
para que cada momento tenga
ese olor a Paraíso propio de los sueños.
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En el filo invisible de la utopía.
domingo, 7 de septiembre de 2014
Caligrama del deseo.
de tus labios.Cómo vibraba la isla entre tus muslos.
Sin secretos,el aceite de las horas resbalaba,
como luz, sobre el ecuador de la
carne.
Fluía la pasión en nuestra isla de sábanas
y almohadones, con olor a siesta en el límite azul
del sexo. Vértigo de la sangre en la playa del sueño.
Un templo de amor, sin ritos.
Santorini, memoria del tiempo detenido
en el roce de las manos por la cordillera
de tu espalda. Santorini. Se respiraba
el ácido temblor de un rap
urbano.
Nuestra isla de fuego, firme en la retina de tus ojos,
y en el centro del alma, donde te sigo alimentando.
Cuántas tardes de verano, acuarelas de te-quiero
susurrados a la sombra del agua.
Santorini, caligrama del deseo, raíz de una utopía,
palabra mágica. Nuestro espacio amante,
donde los sueños se pronunciaban sin
palabras.
Santorini, ahora lejana,sigue viva en el silencio.
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sábado, 6 de septiembre de 2014
La memoria de la carne...
Mi carne sigue teniendo memoria del roce
de tu carne y de sus ríos; mis labios recuerdan
cada ángulo de tu piel cosido a las palabras,
ahora, silenciadas; y las manos, ellas tienen memoria
de la arquitectura de tu cuerpo con la medida gigante
de los abrazos.
Cada día que pasa, cada segundo, la memoria
repasa la pasión que resbaló por la periferia
de mi alma y vaga sin descanso buscando la caricia,
y el amanecer de tus ojos, y el bisílabo mágico,
ese que al pronunciarlo deshacía el hielo de mis labios,
liberando mariposas.
Nada ni nadie, ni aquí ni allí, ni ahora ni después,
es como tú. No tengo palabra para relatar este destiempo
en el que la amenaza de la pérdida sobrevuela en el claro
oscuro de los días. Nunca el rap sonó con tanta rabia,
con el ritmo de la calle y sus basuras, como en este momento
en que la memoria quiere hilvanar mis deseos a los tuyos.
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viernes, 5 de septiembre de 2014
Con ese sabor de lo inefable.
"Tá
quedao" ( Te ha quedado) feo,
bajas de rango.
Criticas a los reyes del mambo. "
(Rap original de D.O. Fragmento)
Cada día me asomo para ver si llegas. En la puerta
tejo sueños. Espero con sueños en esta odisea
del desencanto. Sueños de color-imprevisto;
frágiles espacios que enamoran y desaparecen
con el sigilo mágico de un animal.
Te sueño, con ese sabor de lo inefable, difícil olvidar.
Sí, estas en mis sueños fertilizando desiertos; estas,
bálsamo sin milagros, en este final del mundo apunto
de renacer. La tarde trae la brisa del oeste. Te sueño.
Cada día tiene ese sabor de tierra roja, de humedad
en los labios, de suspiro en los ojos, de mirada horizontal,
de árboles desnudos. Cada día, en este despojo de ti,
todo me habla con un lenguaje que solo tú comprendes.
Te sueño en el revés de los sueños, en el secreto profundo
del
alma, en la rabia de las vísceras que saltan. Y en el sueño
te
mueves, ser diminuto, desplegando alas
de fuego. Te alcanzo
y me alcanzas.Y viajamos, partículas amantes, en los mundos
de Utopía.Te sueño.
y me alcanzas.Y viajamos, partículas amantes, en los mundos
de Utopía.Te sueño.
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jueves, 4 de septiembre de 2014
No son momentos para coleccionar utopías.
No nombres a Babylon si después
llenas tu cartera de fajos.
(Rap original de D.O. Fragmento)
Así, como un animal herido, me escondo para evitar las miradas.
y al rendirme en los brazos del día me hundo, sin remedio,
en esa tortura seca que no me dejan dormir. Sobrevivo, solo
con el pensamiento, en un ir y venir a todos lados y a ninguno.
El dolor se hace cada vez más dolor cuando desciende por la
línea
vertical del ego. Duele
que mis brazos no tengan la corriente
de los tuyos; duele, esta forzada poda de tus abrazos; duele
este dolor de no saber cómo pensarte; duele el amor
silenciado
y las preguntas que nunca te haré; duele, este sentirme nada
y muerto por no verte en el punto de horizonte. Y en este
recorrido
del ángulo doliente y animal, en el que sobrevivo, descubro
este monólogo en el
aire de mis versos. Mis poemas no
tienen eco.
Estoy en ese terreno de nadie donde no quiero estar. Duele
este tiempo
apagado y mudo; duele, este silencio tuyo, esta indiferencia
que hiere
más que el insulto del peor enemigo Hoy, intentaré dormir y no soñar.
No son momentos para coleccionar utopías ni para desear
imposibles.
La ilusión se pudre en el más absoluto ostracismo. Me
rebelo.
Deseo que el dolor reviente las entrañas de las torpezas
de estos momentos de poda.No quiero vivir escondido,
ni perder la dignidad de mirarme. Sigo aquí, esperando
que salgas de
las sombras para estrenar la luz.
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miércoles, 3 de septiembre de 2014
Detenido entre el horizonte y el pasado.
Se perpetúa tu inconsciencia.
Te hablan del rap como ciencia.
(Rap original de D.O. Fragmento.)
(Rap original de D.O. Fragmento.)
Detenido entre el horizonte y el pasado,
el presente se vuelve un crónico paréntesis,
un hueco oscuro donde todo se difumina.
Un cubo de basura. Faltas tú dando color
al presente.Un día más sin ver tu sonrisa.
Maldito muro que nos mantiene ciegos.
al presente.Un día más sin ver tu sonrisa.
Maldito muro que nos mantiene ciegos.
Gatos negros asaltan la calle, pasan raudos,
dejando el pensamiento en la vertical cero.
Vuelan las hojas de
este diario, las palabras
escritas suenan casi vacías. Para recomponer
las frases, faltas tú. Otro día sin tu voz. Maldito
dique de aguas negras que frena los sentidos.
Han pasado tantos días que es difícil contarlos.
Quiero evitar el vértigo de la distancia. Todo
se aleja del punto cero. Crece la tensión. Otro día
intentando que las mariposas no se conviertan
en grillos. Faltas tú para atemperar el sentimiento.
Maldita emoción varada en un mar de interrogantes.
¿Por qué no enterrar a los muertos, si los hay?
y, si se permite, mantener la vigilia del duelo.
Los árboles seguirán dando frutos y el oeste,
ese dibujo color naranja-infinito. Nuestra página
sigue en blanco, faltan tus versos. Maldita música,
la de este rap, porque ya no sé si sostiene al tenor.
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martes, 2 de septiembre de 2014
Ángeles...
( Estribillo. Rap original de D.O.)
En los ojos de tu ángel he visto tus ojos. Una mirada serena,
de horizonte, en la que tú navegas. Todo perfecto en tu mar
y en tus mareas. La
oscuridad se fue. La tormenta aminoró.
Los labios de tu ángel
contienen tantas palabras que hacen
que el aire sea más limpio. Tus llantos y tus sueños
resbalan
por su semblante. La casa ha vuelto a
tener luz. La melodía
del rap se funde con una voz quebrada que deletrea, con rabia,
otras utopías. Me pregunto si la nuestra murió. ¿?
Tu ángel cubre su
pelo y te abraza. Sonríes agarrado a sus alas.
Desde esta segunda fila, en la que estoy confinado, vislumbro
tu camino. Tantas
cosas me hablan de ti que no me dueles
si el dolor te hizo crecer. Miro los campos, color aceituna,
dispuestos para la cosecha.
Tu ángel te reclama. Me alegro.
El tiempo de la prueba pasó preparándote para la siguiente.
Las palabras me sirven para seguir pronunciando tu nombre.
No sé qué tengo que esperar. Solo sé que sigo aquí, en este sitio
de amarres y de secretos, con el alma arrugada, como un papel
de usar y tirar.
Mi ángel también me abraza y en su mirada crezco. Limpio la
casa
de telarañas para que tú, si vuelves, bebas de la luz. Hoy
vi la cara
de tu ángel, donde te miras. Hoy, me atreví a ver tu cara en
la suya.
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lunes, 1 de septiembre de 2014
En el punto cero.
"¡Sostén al tenor !"
( Estribillo de rap. original de D.O.)
El tiempo se está dilatando hasta el extremo.
En un día caben todos los días de sueños rotos.
Los vacíos no me impiden recordarte.Me aflige
verte así, como un recuerdo a la deriva.
Los silencios alargan esta muerte lenta, engullen,
como un gigante, las ilusiones. Qué maldito destino
se coló en nuestra historia rompiendo, en mil pedazos,
la utopía. Giramos al revés, en esta pira del desamor.
¿Por qué vivir en lo incierto? Nuestros ángeles
merecen tener sus alas. Las nuestras se han roto.
No lloremos por las miserias en esta liturgia
del mejor rap. La compasión no es estupidez.
Estamos en el punto cero. Ambiguo, secreto.
Dejemos que los silencios hablen. La cobardía
se vuelve elocuente. Una torpeza sigue a la otra,
hasta el extremo.
No hay marcha atrás. Todo sigue su curso
en este vaivén de la verdad, la tuya y la mía
que ahora cuelgan de una nube. Esperemos
a los días de lluvia, y recojamos la cosecha.
No hay nada de lo que pedir perdón ni arrepentirse
tan solo de ser como un elefante desmemoriado.
Nuestra memoria nos persigue. Su huella tiene un punto
de amor ciego,de locura, que nos impide morir.
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