Las noches de hospital tienen esa mezcla de limbo y agujero negro que hacen que los sentidos se agudicen en un viaje extraño de ida y vuelta. Un ir del dolor al sueño de vigilia y un volver, a un cuerpo que responde a medias. Las noches de hospital tienen ese punto de pesadilla-existencial que te hace creer en lo inmediato; en la impotencia de las criaturas ante sí mismos...; en la fragilidad, que rompe egoísmos. Todo parece tan oscuro que roza lo absurdo.Y es que en definitiva vivimos en ese absurdo vital con parches de normalidad. Las noches de hospital te devuelven a la génesis del ser humano, a la dependencia, a sobrevivir en el medio más hostil q está en el interior de uno mismo. La mañana resuelve las incógnitas de la noche o ésta es el espacio de lo sutil donde podemos esconder lo vivido?
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