Buenas tardes y bienvenidos a
este encuentro con la obra de Jose Manuel Vivas, Mercado de Abastos, que
tengo el honor de presentar.
1. EL AUTOR-
Permitidme,
antes que nada, hablar de José Manuel Vivas como persona más que como autor. Considero que esto es más importante. Aunque, a decir verdad, es
complicado hablar de la persona, de cualquiera; todos comprendemos que de las personas
conocemos una pequeña parcela, un poco de
lo que es y aun así nos equivocamos porque las personas somos un misterio. Pues
bien, con riesgo de equivocarme por no decir lo esencial, quiero apuntaros
un poco de esa pequeña parcela que creo
conocer de Jose Manuel, de este contertulio
mensual de Página 72.
Lo primero, es anotar que es un amigo cercano, una
persona donde los gestos superan a las palabras. Esto es siempre visto desde una
percepción donde la emoción de los encuentros mide la relación. José siempre
está ahí cuando se le necesita.
Lo
segundo, es que desde que conozco a José Manuel siempre ha transmitido
esa aura de escritor infatigable,
empujando a todos a escribir con dedicación. Este es un escritor con más de catorce obras en su haber, aunque esto
es lo de menos ya que lo importante es que en cada una de ellas hay algo de su crecimiento
personal, es decir, en su obra la
literatura, la ficción se funde con el ser más personal.
Tercero, y esto es
importante, las creaciones de José
Manuel Vivas no sólo llevan un poco de él sino que en todas ellas se ve, de
manera transparente, su progreso, su inquietud. Y para terminar esta breve
semblanza, tengo que deciros que para saber de nuestro autor es posible que en
internet encontréis mucha información
pero os digo que esos datos son nada
cuando, acercándose a conocer al personaje, se conocen sus gestos y estos solo se entienden cuando se comparte con el autor a través de
sus letras. Y José Manuel es consciente de ese
gesto propio del escritor que sabe que su
obra, una vez publicada, le ha dejado de pertenecer para convertirse en patrimonio de
todos.
Esta generosidad del escritor es lo que hace que advirtamos en la obra de JM Vivas un tono
de emoción que enamora. Gracias José Manuel por ser el amigo cercano, el escritor
infatigable, la persona inquieta y generosa que ha querido compartir
con nosotros, lectores, tu más reciente criatura.
Dicho esto quiero centrarme,
ahora en la obra que presentamos: Mercado
de abastos. Comencemos por aproximarnos al significante de este título y subrayar que este sintagma
indicador del espacio cerrado, donde unos surten de mercancías a otros, en el
poemario Vivas se transforma, magistralmente, en una metáfora para hablar de ese otro espacio, de la vida, donde todo
acontece como: el amor, la muerte, la soledad ...
2. LA OBRA: Mercado de abastos
2.1. LA ESTRUCTURA.
CAPÍTULOS:
Esta obra tiene la particularidad
de mirar la realidad poliédrica de la
vida retomando, de la materialidad significativa del abasto, los nombres de
avituallamiento,
compraventa y trastienda. Importa decir que estos nombres solo sirven,
en esta obra, para justificar la estructura estética de los capítulos ya que:
En el primer capítulo, avituallar, termina por transformase en un espacio donde un
nosotros literario provoca el
diálogo aprovisionando a la vida de “un plan
de fuga eficiente/ que salva del estupor”;
En el segundo, la compraventa, es un concepto que termina por englobar todo lo que la vida
compra- o mal vende, como son las falacias, los temores, la soledad, los olvidos, dios con mayúsculas,
las osadías, la risa, el amor. Aquí, en este segundo capítulo del poemario el
contenido se platea en medio de un dialogo a tres, donde el nosotros cede su puesto a un yo literario que íntima y se dirige
a un tú necesario.
Y finalmente, en el tercer
capítulo, con el término trastienda,
los versos nos sitúan ante todo lo que
de manera consciente o involuntaria la vida oculta, unas veces por inercia y
otras por vergüenza, como es: la resistencia a no ser nada, o la venta de los
otros; las respuestas agotadas, o lo que no queda de uno mismo; los
enfrentamientos banales, o los vacíos… Aquí, en este tramo final del libro se
impone el trazo objetivo del tú
literario, un tú que aparece como Sísifo, empujando sin remido la vida.
Solo
con mirar este esquema lógico de los capítulos: AVITUALLAR, COMPRAVENTA Y
TRASTIENDA se puede observar como el autor nos quiere introducir en un viaje
que va más allá de las propias palabras, en un camino donde los elementos
adquieren un valor significativo de solemnidad.
2.2. INTENCIONALIDAD SIGNIFICANTE: La perspectiva
de lo social.
La obra, Mercado de abastos,
termina por enfrentarnos a la propia
existencia desde la imagen de lo
inmediato. Pocos, autores son capaces de terminar socializando el verso, como Jose Manuel Vivas hace, es decir, pocos
se atreven, como él, a convertir el
poema en un meta-relato del compromiso social. Este indicador nos advierte, a
los que nos hemos acercado a la obra de nuestro autor, que las palabras adquieren una profunda significación haciendo que,
cada uno de nosotros como lectores, nos situemos en el mercado de la vida, que es la existencia
misma y a su vez nos sintamos empujados, emocionalmente, a reconocernos en cada gesto des-crito. Jose Manuel tiene esa
habilidad que es la de esbozar no solo un eikos,
imágenes, sino un logos-espejo donde
reflejarnos.
En este campo de lo significante,
de lo que dice y nos implica hay otra realidad propia de la creación de Vivas y
es ese movimiento de fuera-adentro que él diseña en algunos de sus poemas. Esto
movimiento de lo íntimo hace que los versos adquieren un relieve aleccionador y ejemplarizante. No basta con mirar sino que hay que
implicarse.
Así,
en la primera parte, el yo literario
nos muestra ese gusto por los ocasos y las simas marinas, por los agujeros negros…(por)
las solitarias mesas de la cafetería, allí al fondo, donde trazo un plan de fuga
eficiente que (me) salve de tanto estupor (Interiores pág. 21);
En
realidad, todo se porta y se traslada,
todo queda ajustado, listo para la venta…todo se prepara concienzudamente…así la vida nos prepara sus manjares a diario.
Y así desbaratamos cuanto nos
ofreció la vida con orden y paciencia con meticuloso cuidado. (Existencias, pág. 24);
Y todo esto expuesto como un viaje, como un necesario salir a la intemperie o adentrarse en el bosque, aunque no tengamos tiempo para ello, para ese viaje, ni el valor de abandonar nuestro
refugio. (Micología, pág. 31)
-En
la segunda parte, donde la compra-venta aparece
como una prioridad, en concreto, lo que se subraya es esa búsqueda del rincón sin luz del mercado (de la vida) donde ocultarnos y mendigar las
incontrolables ascuas de la (vida)
existencia, los sudores ebrios de la fiebre. (Algo así como el amor, pág.37);
Porque, salir es enfrentarse a uno mismo sin medida. Allí nos venden lo que necesitamos, un
enjambre de dudas que se otorgan, la necesaria certidumbre de habitar un
cuerpo… (Agorafobia, pág. 44); Y es así cuando se impone un escuchar la tenue voz de los galápagos bajo
el río, su cantar de agua, el sonido hueco de sus corazas de animales
prehistóricos, de lentos supervivientes… (Galápagos, pág. 51).
-En
la tercera parte, es donde el yo
literario reconoce frente a un tú, a veces impasible,
que no queda nada visible sino
un territorio hueco y umbrío…donde nada nos tiembla en la voz, donde ningún vocablo
los nombra, y ningún aliento los resucita.
(Nombrar,
pág. 59);
En esta tercera parte se explana
este sentido de lo social, indicado más
arriba, que alimenta los versos en el decir:
tú pusiste el precio a sus
desahucios, ellos recogieron del suelo las frías mantas de plástico de su
envoltura. (Usureros, pág.62); denunciando cómo
pesa la huella de los falseadores, (y) de
cómo sus voces tienden a cargar sobre el débil el lucrativo embuste de sus
programas electorales. (Mentirosos, pág. 66).
2.3. LA REFLEXIÓN IKoNIKA. Un libro donde la imagen se vuelve emoción.
Este poemario, Mercado de abastos, está marcado por
lo ikónico,
por un permanente sugerir imágenes y estas con tono vivencial donde la emoción
es protagonista. Permitidme una
reflexión y para ello voy a tomar los versos iniciales y los finales de cada
capítulo.
En el PRIMER CAPÍTULO. La imagen de la existencia vital.
Se inicia con estos veros:
Agotada la noche de sus últimas
sombras,
Un leve respirar de luz abre el
mundo a lo nuevo.(6-AM)
Son tan sutiles estos primeros versos que solo
alguien avisado sabría descifrar el empuje existencial que, en ellos, aparece entre líneas. Leve respirar, el neuma,
ese soplo creador de la luz el que abre
el mundo a lo nuevo. Sin pretenderlo los versos nos retrotraen a las
palabras magistrales de las mitologías orientales donde los dioses creaban
envolviendo todo de brisa y luz. Es así como la realidad cobra relieve y se vuelve humana…
Por otro lado, los versos finales dicen así
…con paso ligero y firme
Se aleja tras el bullicio
De todas las despedidas. (Mujer)
Estos versos nos hablan de la calma, de un final tranquilo donde la mujer es la protagonista. Tomando
ésta como símbolo de lo materno, los versos parecen indicarnos que la existencia
se recobra desde ese sentimiento de la tranquilidad expresado, a su vez, en el
hecho mismo de las despedidas. Despedirse
es dejar atrás, aunque sea por un momento, todo lo que, incluso, puede ser importante.
Y es aquí en esta relatividad de un nuevo comienzo donde se advierte el
paralelismo con lo nuevo de los primeros versos.
Así, nuestro autor, de manera certera, con este
capítulo nos pone ante la imagen de la existencia vital, aquella que se
renueva continuamente, como un punto de inflexión entre lo pasado y lo futuro,
es decir, en el presente vivo.
En el SEGUNDO CAPÍTULO. La imagen de la sabiduría a la inversa.
Los primeros versos son:
También es posible adquirir
las frutas y su vario sabor
difuso...(Algo así como el amor)
Casi de forma intencional, estos versos primeros nos
colocan ante la conciencia de nuestro
imaginario colectivo, el de la sabiduría en ese hecho de adquirir, de
probar, de morder la fruta. Y sigue, y su vario sabor…Este Sabor tiene la
misma particularidad de saber, sapio .
Porque la sabiduría es algo que se paladea.
Después, yendo al verso/os final/es de este capítulo,
donde se dice
¿Bastarán las palabras? (Entonces)
El autor nos emplaza ante el límite mismo de la existencia, es decir ante el hecho de
preguntarnos si los propios vocablos bastan. Porqué preguntarnos por la
suficiencia de algo que hace que los hombres nos entendamos y entremos en
diálogo. La respuesta está en la unión de este verso escéptico con los versos iniciales del capítulo para
concluir con una imagen esta de que la
sabiduría no viene dada por las palabras, sino que ésta está más allá de
ellas. Esta imagen requiere de una lectura atenta de otros versos dentro del
mismo capítulo: avanzando hacia dentro (pág. 44) buscando esa sabiduría de lo
osado (pág. 48), de la risa, de la lectura del poema que espera, desea que lo escuches…
En el TERCER CAPÍTULO. La imagen vital de lo cotidiano.
Aquí, los versos iniciales nos adentran en una
realidad dens
El nombre de las cosas que sucedieron,
Los gestos… (Nombrar)
Y en este nombrar está el aferrar lo seguro. Una imagen vital este hecho de nombrar, de
poseer, porque nombrar significa poseer las cosas. Por tanto, en este hecho de
nombrar, el autor nos emplaza frente a la misma humanidad que viaja por este MERCADO
DE ABASTOS. Esta reflexión, unida a los versos finales, da un sentido de lo cotidiano que es donde se sitúan
las emociones
Mañana será otro día.
Temprano limpiaran los restos
Y la memoria.
Como si nada hubiera ocurrido. (Vacío)
Como si nada hubiera ocurrido, esto
es, empezar de nuevo, renacer desde lo nombrado y desasiéndonos de ello, dejándonos
devorar por el monstruo (pág. 68), con la convicción de que nada de lo que
eras ha quedado de ti (pág. 67).
Después de estas reflexiones, en la que he pretendido
aproximarme a los versos de Mercado de abastos, me resta decir gracias:
- primero, al
autor de esta obra por permitirme leerla y desentrañar unos versos como
justificación para reflexionar;
- segundo, a
todos vosotros por estar aquí y permitirme abusar de vuestra paciencia.
Gracias.
Badajoz 14/05/2016