Cuando la línea de la tarde robó
versos a la noche; cuando los labios
señalaron la marca del instinto y la piel
comenzaba a recobrar la memoria,
el deseo se hizo gesto. No hubo miradas
solo el abismo de la carne,
el suspiro
de una página por escribir.
3 comentarios:
Qué suavidad tiene el poema...
P.d. Lunes desapacible, pero por fin llueve en Madrid, se agradece.
Gracias Antonio por este dejar tu huella en este espacio. Se agradece el compartir. La admiración es mutua. Un abrazote. Tino
Muy intimo..Me gusto.
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