lunes, 5 de septiembre de 2011

Por qué el vacío



El vacío no tienen nombre ni rostro,

es vacío. El nombre se disuelve

como nube en el silencio, el rostro

en la masa gris de las horas. Por qué

se empeña este vacío en imaginar abrazos.

Por qué el amor se vuelve muerte

y la felicidad sueño. Por qué

este caos desalmado;

por qué este vacío infinito;

por qué el vacío...






6 comentarios:

María Blázquez dijo...

Porque es necesario para sentirnos colmados en otros momentos, porque para la luz es necesaria la oscuridad, porque era necesario para este poema que no está vacío.

Precioso Tino, sencillo, ligero y entendible dentro de lo complicado que puede ser elucubrar sobre un tema tan abstracto como el vacío.

Un abrazo, querido amigo.

faustino lobato dijo...

Me alegra que te gusten estos versos, este preguntarme por el vacío de muchas cosas aunque no las cite...Gracias por pasar dejando tu huella. Otro abrazo para ti María.

Desconcierto dijo...

Menos mal que el vacío no llega a tus habitáculos.

Sigo leyéndote, me queda un poema más.

otro abrazo

faustino lobato dijo...

Vaya Antonio me has tomado la delantera en esto de responder...jajjaa. Gracias amigo por tus comentarios.
Un abrazote.
Tino

Cristian Piné dijo...

En tus poemas no existe el vacío, sí la plenitud, la respiración poética. Todo un placer. Un abrazo.

faustino lobato dijo...

Gracias Crístian, un honor tu paso por este espacio. Un abrazote

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