martes, 27 de septiembre de 2011

La derrota del silencio.


Acudió al reclamo de la voz

y la puerta estaba rendida

a la derrota del silencio. Y el silencio fue

la huella del ángel.


Creía haber encontrado la luz

y su rostro tenía luces artificiales,

besos

en un cruce de caminos.


Cuando las palabras fueron

la sangre de la altura

la oscuridad permaneció

en el revés de las palabras.


Descendió a la morada de los vivos.

y la voz se deshizo en el abismo de los días,

las alas,

en la cicatriz de la brisa.




2 comentarios:

Mamen Alegre dijo...

Brisa... eso mismo sentí al final de la lectura.

Bellísimo Tino.

Un abrazo.

faustino lobato dijo...

Gracias Mamen por tu generosidad y tu comentario. Un abrazote.

MIS VISITAS AL MUNDO

MIS VISITAS AL MUNDO
Tiene Lisboa sonidos de agosto