jueves, 4 de diciembre de 2008

VIAJE SIN RETORNO

Hace frío, y no es momento
para disquisiciones. Busco el calor
en los bolsillos,
sólo encuentro el hormigueo
de unas monedas y las llaves.

La cajera contó las barras de pan
que pasaron a las fauces hambrientas
de una bolsa asesina. Un cuadro lleno
de viajes sin retorno. Quién sabía
de los problemas de la guerra
o del agobio de la dependienta
de colonias. Una sonrisa y la firma
en el control, marcó el anonimato
de esta reina
del mostrador.


Las puertas se abrieron con el cansancio
de la hora. Ella siguió allí, clavada en su trono,
sonriendo al compás de la maquina registradora.

Y la calle serenó inquietudes en un arrebato
de contraluces nocturnos. Me perdí
entre el ruido impertinente
de coches y viandantes. Un señor saluda
a los cubos de basura
sin pararse a reciclar; otros, empujan
la prisa en las aceras mientras la florista
encierra el misterio tras una reja
cuando el reloj marcó la hora
y la temperatura frente al quiosco
de la esquina.

Nadie se libra de esta guerra urbana que no sabe
de sentimientos ni de zapatos.

Hace frío.

4 comentarios:

VICTOR VERGARA dijo...

Un poema muy pictórico, Tino, que rebosa humanidad. Es la urbe, llena de islotes y vértigo diario para volver a la oscuridad del dormitorio cada noche. El poeta lo sublima.

Un abrazo.

faustino lobato dijo...

Gracias amigo por tu comentario, por este velar del poeta interactuando...como tu bien sabes hacer. Gracias por pasar, un honor. Tino

Desconcierto dijo...

No Tino, nadie se libra de esta guerra urbana
Y en estas fechas que se aproximan llega la madre de todas las guerras. Y es que mi ciudad tampoco sabe de sentimientos ni zapatos.

Me dí un beu paseo por la calle de tus letras

un saludo, un abrazo...

Antonio

faustino lobato dijo...

Gracias Antonio por pasar por estas letras. Así es amigo la urbe y sus guerras. Nosotros parte de sus suicidios...Un abrazo.

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto