martes, 5 de octubre de 2010

Entre los nervios de asfalto.





No volvió a hablar de amor,
ni de lo eterno.
Las manos callaban entre mentiras
mientras los sueños hacían
grietas
en la pared.

Una locura el ritmo gris
del corazón buscando
“un no sé qué” entre los nervios de asfalto.

Tanto enmudeció
que confundía el mar
con la endeble línea
del tiempo

2 comentarios:

Suso Díaz dijo...

Precioso, cuanto dices en tan pocos versos.

faustino lobato dijo...

Gracias amigo por tu amabilidad. Un abrazote

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto