miércoles, 24 de febrero de 2010

Hora uno






Cuando la mañana llega
repicando en los cristales
y el sentimiento busca
en las pasadas tormentas.
Cuando la mirada lee
en la orilla de tu rostro
y descubre la esperanza de seguir,
entonces, solo entonces
se esfuman
los miedos.



3 comentarios:

Suso dijo...

Precioso poema y las fotos que acompañan. Buena manera de esfumar las dudas y los miedos, aunque lo mejor sería esquivarlos antes y dormir tranquilo..
un abrazo.

faustino lobato dijo...

efectivamente mi amigo pero no siempre es facil esquivar aquello que te ata y los miedos son tan instintivos que, a veces, es dificil controlarlos. Gracias por el comentario. Un abrazote. Tino

Gabriel Capó Vidal dijo...

Efectivamente todo deberiamos tener un amado rostro para mirar, perder el miedo y seguir

Bello poema

Un abrazo

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto