viernes, 11 de junio de 2010

Adagio















Llegó,
con el vuelo suave que describe
la ternura de sus ojos, recorriendo
los ríos de la carne
con abrazos de miel, besos
anunciando la geografía
de los cuerpos.

Clarea la tarde.

Sus muslos se enredaron con aire
de tormentas, fuego de volcanes
eran los labios.
Susurran palabras
en el límite meridional
de la caricias.

Anochecía.

Y se fue,
colgado a la sonrisa,
tiñendo las calles con perfume parisién.
Su voz de violines
marcó
el compás
de
un
adagio.

7 comentarios:

Suso dijo...

Entonces debe ser un adagio nostalgico pero lleno de recuerdos.
Es un poema magnífico, cala hasta los huesos.
Un fuerte abrazo

Bletisa dijo...

Pasión, no leo más que pasión y sensualidad en tu poema y me gusta.

Unknown dijo...

Formidable poema que he disfrutado en mi mañana limeña.

Abrazos

Maricruz

faustino lobato dijo...

Pues sí Suso,a sí es nostágico cuando tienes que dejar partir las cosas que te gustan...pero son los imponderables de la vida. Gracias por pasar. Un abrazote

faustino lobato dijo...

es verdad, la sensualidad y la pasón creo que está en la mayoría de lo que escribo...siento las cosas con tal fuerza que no puedo evitar exponerlas así...la vida es así...un volcán cuando se aprecia. Gracias amiga por pasar y dejarme tu comentario. Un abrazote.

faustino lobato dijo...

Gracias Maricruz, me alegra que estos versos te llegaran en tu mañana limeña...un abrazo. Tino

Lía dijo...

Es un algo de nostalgia que rubrica la pasión, y cuando llega la noche se entrecruzan y explota el volcán que antes estuvo forjando la ilusión.
Es pasional y suave a la vez. Como debe se ser un poema: Fácil de imaginar y leer.
Mis felicitaciones.
Un besito.

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto