El año pasado descubrimos este pueblo portugués que está entre Vilareal de Santo António y Faro. Pasear por sus calles, hablar con su gente es una delicia. Tiene todo lo que uno busca: sosiego. El gran número de turistas que inundan sus calles no rompe esta paz.
1 comentario:
Disfruta de tu periplo portugués.
Un abrazo
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