domingo, 15 de septiembre de 2013

Pulso vital


Quiere madrugar entre dolores  
Diez, ocho, cinco. Un pulso vital.
El sonido del aire acondicionado; 
una cisterna de agua. Todo se confunde.
Cinco, ocho diez. El dolor se repite.
Imposible olvidar tu cumpleaños. 
Un paseo corto araña el aroma del suelo.
Diez, ocho, cinco...Dolores infinitos.
Madrugada sinfín.

( de El efecto Rodrigo)

7 comentarios:

Desconcierto dijo...

Llegó Rodrigo?

un abrazo

Margarita Csanady dijo...

Me encanta el ritmo aplastante de este poema.

Margarita Csanady dijo...

Me ha gustado el ritmo aplastante de este poema. Un saludo. Margarita

Margarita Csanady dijo...

Me ha gustado el ritmo aplastante de este poema. Un saludo. Margarita

Margarita Csanady dijo...

Me ha gustado el ritmo aplastante de este poema. Un saludo. Margarita

faustino lobato dijo...

Sí, Antonio. Llegó Rodrigo el 16 de septiembre a las 5,10 de la tarde después que su madre mantuvo, como una campeona, diecisiete horas de dolor.
Un abrazote

faustino lobato dijo...

Margarita gracias por pasar. Aquí seguimos en este efecto Rodrigo que, a veces, es un torbellino.

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