El silencio evidencia la nada
allí donde la angustia toma partido
sofocando la última siembra de la vida
en este río que alimenta el lodo.
En
medio de la nada, de esta inmensa nada
y
del silencio del agua, el río imagina ser
cielo.
La corriente no evita el dolor de la soledad.
¿Un
preludio de lo incierto?
Nadie responde.
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