Hoy no he hecho ni un verso. Sin embargo, he estado en la puerta del cole, confeccionando buenos días colgado de Rodrigo en su primer día después de su convalecencia. Y en el trajinar de la casa, escribiendo silencios...uno, dos,tres...
Hoy no he tenido más poemas que el vacío de los bolsillos pero no del alma que cada vez más rehuye la alharaca. Y el aplauso fácil.
Hoy,como ayer, quiero no ser esta suerte de humano que no sabe mirar el dolor de los que realmente sufren en los campos de refugiados. Y reniego de los versos fáciles, de la lírica al uso, de las bocinas que anuncian la política modorra de siempre.
Hoy, hubiera hecho un poema pero he preferido acompañar a mis amigos a la puerta del quirófano mientras intervenían a su hija aquejada de cáncer.
Hoy, hoy, no ha sido más que un día intenso donde he aprendido a crecer desde lo innombrable. Hoy.
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