El día está pesado, gris. Tengo sueño, ese sueño de modorra otoñal que se pega a los ojos y a la espalda.
Este otoño es raro.
Luego iré a recoger a Rodrigo con la esperanza de verle contento. Siempre lo está incluso cuando sus amigos no han jugado con él.
La alegría es un antídoto para dias estúpidos como este.
Haré caso a Manuel Vilas para preparar el hundimiento. Sí, " toda la oscuridad del cielo me la voy a beber ahora mismo".
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