Destinado a comunicar todos esos momentos que son espacios donde la palabra se convierte en el refugio cierto, en luz capaz de abrir caminos.
viernes, 13 de agosto de 2010
Calma chicha
Hay una cierta calma en el ambiente, como una especie de agotamiento que se mezcla con la línea medio nublada del horizonte hasta derrumbar el sentimiento. En la cafetería de enfrente el bullicio mañanero ha dado paso al arrastre de sillas y mesas en una obligada limpieza de su terraza. Tomo aire, como si con ello quisiera salir de esta calma chicha de la mañana. La gata sigue trasteando indiferente al mundo y a sus ruidos.
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1 comentario:
Esas mañanas de agosto, medio en derrumbe entre la calima, el peso del cuerpo... que suerte ser esa gata que juguetea indiferente a si el mundo gira hoy o no... y que bien sabes transmitirlo.
un fuerte abrazo Tino, me encantó el ratito de ayer ya quedamos pendiente la proxima para final de mes, y gracias por el libro una vez más.
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