Hay días que es bueno mirarlos de frente, saborear
el sentimiento agridulce de la mañana y dejarte
conducir por el barco de las horas. Después
vienen las sorpresas, esas a las que tienes que poner
atención por su levedad y que hacen más humana la rutina.
4 comentarios:
Eso es Tino,
hay días y días, pero cuando los buenos llegan hay que vivirlos cada minuto, saborearlos.
Me ha dado muy buen rollo este poema, muy bueno para esta hora de la mañana.
Gracias!
POr cierto,
desconcertante y preciosa fotografía.
Pues tienes mucha razón, hay días así pero poquitos. Es una pena que la mayoría nos pasen por encima como elefantes en una cacharrería.
Un beso, Tino.
Gracias Tino por tu comentario.
Este pedazo de poema sólo es digno de tus manos.
Redondo.
Los posteriores, magníficos,
Un abrazo.
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