Y en esta soledad tu paisaje cambia, muda el aire
y los árboles, se vuelven gigantes
en esta batalla del otoño que avanza.
Esta
soledad de grises que clama
entre los reflejos de la corriente
donde el agua peregrina en el lamento del color,
entre los reflejos de la corriente
donde el agua peregrina en el lamento del color,
se escapa por los rincones de las orillas.
Y
en esta soledad, tú te vuelves semblante
esperando
lo mejor en la amabilidad
de
los días por venir.
Foto: Carlos Rivero.
3 comentarios:
Gracias amigo.
Espero se solucionen de la forma más favorable los problemas de la enseñanza provocados por los mismos que dilapidan el dinero público en las cosas que les interesan a ellos y no en las necesarias para todos.
Un abrazote.
Este año no ejerces en Badajoz por lo que te he leído...¿no?
De nuevo por aquí Tino.
Un placer leerte...
un abrazo
De nuevo por aquí Tino.
Un placer leerte.
un abrazo
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