No hay palabras para explicar qué
ocurre cuando Rodrigo gesticula y alarma con sonidos guturales.
Mientras
rodea con sus manos
el
filo de las sábanas,
y llora de emoción al sentir
y llora de emoción al sentir
el calor de otra piel,
atraviesa
el umbral de la palabra
en un paraíso de sonidos.
Se cuelga de la mirada,
con un balancear de los labios
que balbucean el alma de las frases
con "kas" y "ges" que vibran
al unisono de la risa.
con un balancear de los labios
que balbucean el alma de las frases
con "kas" y "ges" que vibran
al unisono de la risa.
Un
universo de murmullos
que mañana serán
sílabas de amor,
de odio
o deseo.
que mañana serán
sílabas de amor,
de odio
o deseo.
( De El efecto Rodrigo)
1 comentario:
este poema lo comenté hace tiempo, pero por causas de la tecnología no se quedó grabado...
Hubo un día que ese universo de murmullos, ese paraíso de sonidos era el que nosotros entendíamos...qué lejos quedó, tanto que ahora nos cuesta entender...con lo fácil que debió ser...
un abrazo
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