Estos son cada uno de los post que coloqué en la red social Facebook y que de ninguna manera quiero que se pierdan. Momentos inolvidables que hacen amable este dolor de enfrentarte al papel en blanco a la hora de escribir.
Cada uno de estos momentos se pueden ver en Facebook en la fecha 11 de mayo de 2018.
La foto panorámica es de Alfredo Reyes y muestra la sala de la Residencia Universitaria Hernán Cortés repleta de personas, entre ellos, mi familia, amigos y algun@s tertulian@s de Página 72, y publico en general. Todos crearon un ambiente magnífico.
Especialmente,quiero agradecer a Efi Cubero lo espléndido de su presentación. Magnífico análisis de Rehacer el alba, mi nuevo libro. Mil gracias a Efi por sus palabras y su generosidad al regalarnos su tiempo. Gracias.
Una tarde-noche inolvidable.
Una tarde-noche inolvidable.
Y cómo no, mi agradecimiento a Alfredo Reyes que con sus libres interpretaciones de violín puso una nota lírica más en el recital de este libro, editado por Vitruvio.
Mientras se pasaban unas diapositivas de fotografías propias y de Rosi Fernandez de diferentes rincones del paisaje del Guadiana, se recitaron algunos poemas, de los cuales coloco solo una parte. Estos correspondían a cada una de las cuatro partes del libro:
1
DE PIE, en el umbral del misterio. Un
instante después de abandonarlo todo;un momento, mientras la muerte y la vida
se citan ante un “ Gott ist
tot ”
.
Sí, estar de pie con el latido del “ fracaso” en las manos, soportando la
tensión de mi ego y su sombra, para amanecer, después del naufragio, con la
certeza de esta levedad del barro que me circunda.
2
DUELE el parto de lo
infinito
en este límite ingrávido
del alma.
La memoria juega a regresar a la
nada.
El deseo retoma el color
en la piel de la vida.
Solo, en esta lucha. Solo
con el anhelo de alcanzar el
silencio
de aquello que no se nombra.
Cómo parar esta inercia sin
sentido.
1
ESCRIBO
sensaciones, con la dificultad de saberme ante lo inevitable- soledad, miedo,
muerte, vacío, incertidumbre; con la impronta del gesto cotidiano, a merced de
ese juego del destino que pretende que el infierno del olvido solucione las
distancias.
Encarar
la verdad es el principio de un rechazo. Y me sacaron fuera por no mantener la
farsa que soporta el edificio. Y pusieron
“un ángel guardián controlando la
entra da”.
Decir
la verdad tiene su precio. Cuesta entender la vida más allá de aquella otra
donde lo sagrado enmascaraba mentiras.
2
BAJO AL ABISMO de lo frágil,
sin armadura,
donde la voz se amortigua
y el color desaparece.
En la superficie tenía lo
esencial para existir
y me asfixiaba.
No hay nada, todo es
vacío.
La vida es un latido ante la
miseria,
un punto cardinal donde el verso
escapa
de la confusión
y rompe
la
ceguera de la costumbre.
1
EMPRENDÍ un viaje sin
retorno.
El laberinto se estrecha,
persiste
el impulso de seguir. Rozo la
levedad
de los cuerpos, escucho voces.
La sequedad anula el
movimiento
de la boca. Tanteo entre las
sombras.
Lo dulce se vuelve oscuro; las
palabras
se agolpan en el hueco de los
labios.
No sé cómo redimir la mirada.
Un espejo traza la frontera de
los sueños.
Todo está nublado. Los
sonidos
e amortiguan con el paso de las
horas.
Quiero volar y me descubro
frágil.
Enfrento la lucha del
dilema.
Un dolor me atraviesa
dejándome exhausto.
Todo es tan leve.
Cómo evitar tus ojos.
Un universo de emociones teje
los hilos del movimiento que
aparta
de la muerte, busca el
equilibrio.
Entre la tierra y la carne,
un cielo por descubrir.No puedo reconciliar tu gesto si el
rencor evita tu mirada.
1
VIVO en la certidumbre que
encarna
la memoria del instante.
Los días ya no se asoman al borde
del tedio
para beber
la hiel de los recuerdos.
El dolor no difumina la
mañana.
Por
qué dudar del perdón.
No hay vida sin dolor ni amargura
sin sonrisa,
en este impulso que me empuja a
seguir.
Hay tantas pérdidas, fracasos,
errores
que una conquista me parece una
falacia.
Por
qué vacilar.
Más
allá del aparente abandono,
en
este domingo de resurrección,
busco
un atajo, un lugar donde esconderme
para
desbrozar utopías.
Por
qué la clemencia.
La
mañana me da una tregua, me entrego
a
sus horas, dejo que pase este sentimiento
del
vacío. Los espejos evitan la mirada.
El
abrazo del ángel frena la búsqueda
de
otro cielo.
Por
qué dudar de la compasión.
A la mañana siguiente Efi, colocaba en su muro esta foto ( con permiso parental) y este comentario:
"El precioso e intrépido Rodrigo, hijo de Faustino Lobato Delgado y Gema, me recibió con una rosa, bueno fueron dos porque otra fue para la poeta Mila Ortega, mi encantadora y magnífica anfitriona en ese día de emociones y reencuentros. Nuestro pequeño héroe Rodrigo, aguantó atentamente y en primera fila casi toda mi intervención, pero poco a poco nuestras palabras, las mías y las de su padre, acompañadas de la música de nuestro violinista, Alfredo Reyes, lo fueron arrullando. Esta fotografía refleja la inocencia y la pureza, conceptos que también estuvieron presentes en tan hermoso acto poético. Naturalmente, ni siquiera la fuerza de los aplausos, pudieron alterar tan plácido sueño. ¡Qué ternura!"
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