miércoles, 31 de agosto de 2011

De la falta de presencias




Nunca fue tan gris la tarde, nunca
cuando la palabra resbaló
en el vacío de la distancia,
en el muro que impedía descifrar el rostro.
Unas frágiles vocales, mezcladas
con pronombres y verbos abreviados,
componían renglones abortados. Nunca,
como hoy, se hizo tan de noche
aunque la luz arropase los vértices
de las cosas inertes.







4 comentarios:

Mamen Alegre dijo...

Te rozó el otoño, Tino. Y consiguió de tus versos sensaciones puras y exactas.

Hermosa nostalgia me balanceó al leerte.

Un abrazo.

¿leíste mi correo? Dime qué piensas sobre lo que os digo. :)

faustino lobato dijo...

Gracias Mamen. Hablamos. Un abrazote

Desconcierto dijo...

Qué bonito y suave se lee.

Es un placer entrar aquí...siempre intentando aprender de gente como tú.

un abrazo

Antonio

faustino lobato dijo...

Me pones rojo...Gracias por tus consideraciones tan generosas...un abrazote

MIS VISITAS AL MUNDO

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Tiene Lisboa sonidos de agosto