El recuerdo de tu risa se diluye
en el tiempo.
Tus abrazos son memoria, una hoja
en blanco.
Pensarte es, a veces, un duelo; otras,
el rostro del placer.
Estás dentro de mí con esa fuerza mayúscula
que me hace vivir. Tu mirada selló a “Cronos”
y me empujó al vértigo de las cosas.
El rostro del silencio es un“kairós”que me seduce.
Estás dentro de mí con esa fuerza mayúscula
que me hace vivir. Tu mirada selló a “Cronos”
y me empujó al vértigo de las cosas.
El rostro del silencio es un“kairós”que me seduce.
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