lunes, 15 de junio de 2009

Donde los versos sobran





Ante mi padre...



Lo miré desde la victoria de un mundo
a punto de sucumbir. Me miró sabiendo
que no había derrotas sólo la vida
en cada presente plantado.

Y en ese diálogo de miradas, donde los versos
sobran, nació la luz dando forma al gesto,
esa tarea de mirar atardeceres
por sorpresa.

No hay nada que decir cuando mira
sin encontrar el rastro de la palabra.

6 comentarios:

Lunhe dijo...

Estos versos me han gustado mucho, me han hablado más que esas miradas.

febade dijo...

"Lo miré desde la victoria de un mundo
a punto de sucumbir. Me miró sabiendo
que no había derrotas sólo la vida
en cada presente plantado."

Tino me gusta mucho esta parte donde eres sincero y has demostrado una gran originalidad en la expresión de vuestras miradas.
No es tan sólo tu poesía sino el conocimiento que se percibe en tus palabras lo que me fascina.

"Y en ese diálogo de miradas, donde los versos
sobran, nació la luz dando forma al gesto,
esa tarea de mirar atardeceres
por sorpresa."

Muy bueno.

Me gusta aprender desde la templanza de quien percibe lo vivido.

Un abrazo

faustino lobato dijo...

Gracias Eros por tu paso. Me alegra que te gustaran estos versos construidos desde el dolor de ver a mi padre morirse de parkinson. es terrible, pero lo acepto. Así es la vida, como una mirada. Un abrazote amiga. Tino

faustino lobato dijo...

Gracias Febade. Tambien yo aprendo con vuestros comentarios. gracias por este análisis de la formalidad de los versos. La verdad es que, como le decía a la compañera Eros, estos versos me ayudan a superar este dolor de ver derrumbarse físicamente a una de las personas que más quiero. Gracias por tu compañía amigo. la cercanía de la palabra siempre ayuda y atempera, es el perfecto auriga, en términos platónicos. Gracias Febade. un abrazote. Tino

Suso Díaz dijo...

Querido amigo, sólo sentimiento es lo que me traen tus versos, y mucho más me duelen tus comentarios, espero que el tiempo sea llevadero ante esta prueba a la que te somete, pero no hai tiempo más preciado que el que respiramos con los seres que amamos. Un fuerte abrazo desde el Atlántico.

faustino lobato dijo...

Gracias Suso. Un abrazo. Tino

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