El pasado mes de junio se publicó la obra Panorámica
poética extremeña (Antología del siglo I al XXI) de Antonio Salguero Carvajal. Este es un
proyecto que, fuera de miradas estrictas o miopes, habría que calificar: por un
lado, de envergadura en cuanto a la
enorme síntesis documental que nuestro autor ha tenido que hacer; y por otro, didáctica por el puente que la obra
establece entre lo escrito en estos lares y los lectores de literaturas.
Vaya de antemano mi felicitación a Antonio Salguero, que ha sido capaz de
acercarnos, aunque de una manera concisa, a la poesía de la región en su conjunto.
1. DIFICULTADES Y
ACIERTOS DE LA OBRA.
Es
importante señalar que esta Panorámica poética, que sigue unos criterios cronológicos y
bio-bibliográficos puntuales, tiene las dificultades propias de todo los
escritos que abarcan, de manera lineal e histórica, muchas etapas y escenarios poéticos de esta región.
La primera de las
dificultades es evitar el problema de la
difuminación o disolución de los escritos en la vulgarización ya que la
mayoría de las visiones panorámicas, en su afán de reducir documentación,
simplifican. En este sentido Antonio Salguero salva los escritos señalando de
ellos lo más relevante en sus contextos socio-literarios. El acierto de esta obra es saber mantener el rigor crítico de los documentos tratados y el haberlos expuestos de
forma sencilla y equilibrada para el gran público, evitando el “pedagogismo” y la pseudo divulgación.
Salguero Carvajal sabe manejar con maestría los registros documentales
producidos en esta zona. No es fácil elaborar
con equilibrio hermenéutico, como lo
hace nuestro autor en esta Panorámica,
la producción creativa; contemplarla con retrospectiva de años sin eliminar lo importante, al mismo
tiempo que de estudiarla sin saltar por encima de sus aspectos más relevantes y, por supuesto, exponerla, como lo hace en esta obra, con el respeto propio de quien trata
la poética en su conjunto.
Otra
dificultad, que nuestro autor salva, es la del etno-regionalismo ya que al hablar de literatura “extremeña” desde
los primeros siglos de nuestra era se presta a equívocos dado que esta región,
sometida siempre a circunscripciones socio-políticas en los extremos del Duero,
entre los ríos Tajo y Guadiana, no es propiamente tal, socio-políticamente
hablando, desde los decenios renacentista y consolidada
después en el último tercio del siglo XX con la creación de la Autonomía
(1983). En la presentación de la obra se subraya que se trata de “seleccionar
una amplia muestra de poemas de poetas nacidos dentro del espacio geográfico
que hoy se denomina Extremadura".
Salguero Carvajal, por tanto no considera un problema tratar lo que se hacía en esta zona cuya geografía prácticamente
coincide, por un lado, con la antigua Lusitania; y por otro, con la taifa del Reino de Badajoz. Es por esto
mismo que, y es la intencionalidad escrita de la Panorámica, en las dos
primeras etapas aparezcan apuntados los escritos raíces de lo que después será
las letras de Extremadura.
2. DESARROLLO DE LA OBRA.
La Panorámica poética, en sus casi trescientas cincuenta páginas, organiza una Antología de autores nacidos en la región extremeña siguiendo el trazo lineal de la historia. No es fácil el trabajo de Salguero al tener que seleccionar y escoger lo mejor de la producción creativa literaria en cada uno de los tramos históricos. Antonio Salguero nos acerca con buen olfato a lo que tiene más significación y que a los profanos de estas materias se nos escapa. El esquema que sigue es muy sencillo ya que contextualiza los hechos poéticos en el amplio espectro de la generalidad literaria y siempre contando con sus aspectos socio-políticos.
Hay que señalar que en esta obra se va aumentando la información literaria a medida que avanzamos en el tiempo. Así, en las dos primeras etapas (Antigua y Medieval) se apuntan, de forma muy sucinta, a las raíces de la creación poética en esta zona. En esta parte de la Panorámica poética la documentación no es abundante aunque sí lo son las notas críticas y estas son suficientes como para saber del hacer literario y del vivir de las gentes de esta región. Es notable comprobar la solemnidad de la piedra escrita en la necrológica emeritense de la antigüedad. Y no solo en los epígrafes funerarios, como nuestro autor indica, sino también en las inscripciones de monumentos insignes de la provincia Lusitana del momento, donde Emerita era el centro cultural. Es importante destacar las páginas 22-24 donde se hace un bosquejo de la riqueza cultural de las inscripciones. Por otro lado, la presentación de la Edad Media (págs. 25-33) se hace manteniendo el esquema didáctico de ir de lo general a lo particular, de los acontecimientos político-sociales de la Península Ibérica, que contextualiza la realidad creativa, hasta la particularidad de los inicios literarios de Extremadura. Interesante, la mención que se hace del reino aftasida (s.XI) donde “hubo un interés inusitado por la poesía” (pág. 25)
A partir de la tercera etapa, la del Renacimiento (págs.34-55), nuestro autor nos acerca a los autores humanistas del momento aumentado la documentación. Antonio Salguero cita a algunos escritores de esta época como extremeños. Estos son Luis Zapata y Benito Arias Montano, cuyas ciudades de origen, Llerena y Fregenal, pertenecían a la demarcación andaluza de Sevilla. Antonio Salguero no ahorra espacio para considerar, como propio, lo que en otro momento fue de otra demarcación jurisdiccional. A decir verdad, no hay que hacer arqueología histórica sino hermenéutica literaria de lo contrario Seneca no sería español, por nacer en Córdoba, sino romano por suceder ese hecho de su nacimiento dentro del Imperio Romano. Así, fuera de exquisiteces de ortopraxis histórica y, situándonos en la etapa de las humanidades, Antonio Salguero, en veinticuatro páginas da una buena lección de historia de la literatura. En esta etapa menciona a los escritores esenciales: Por un lado, al cosmopolita Torres Naharro (pág. 36), en su forma de hacer poesía mezclando estrofas de doce octosílabos con versos de pie quebrado; y por otro, de la poética épico-lírica de Luis Zapata (pág. 41), quien de forma concreta nos lleva a mirar las hazañas del momento; y por último, nos muestra la lírica de corte clásico de Benito Arias Montano quien desentraña a Horacio vertiéndolo en los cánones de una poética religiosa propia de su estado, muy en consonancia con las visiones felipistas.
La cuarta parte de este esquema didáctico, es el Barroco, a través del cual nuestro profesor va presentando a los autores más representativos de esta región extremeña al unísono de otros autores de fama nacional y sin ahorrar elementos socio-politicos y religiosos que contextualizan su obra. Así, es significativo que en medio de las expresiones conceptistas y culturalistas aparezcan autores a la altura de un Garcilaso de la Vega, como es el caso de Cristóbal de Mesa (pág. 58). Junto a este otras dos autoras, una con una obra de trazos místicos, como la de Luisa de Carvajal (pág. 63) y otra, con tonos más laicos y satíricos a lo Quevedo, como es la de Catalina Clara Ramírez de Guzmán (pág. 68).
En el Neoclasicismo (págs. 73-95), la parte siguiente en el proyecto antológico de esta Panorámica, Salguero Carvajal nos muestra un plantel de poetas dieciochescos que en sus escritos reflejan los ecos de las guerras de Sucesión con Portugal o la creación ilustrada de la Sociedad Económica de Amigos del País. Entre estos autores se destaca Juan Meléndez Valdés, considerado como el primer lírico moderno, un gran intelectual que adapta su poesía a reflexiones morales y a la influencia clásica (pág. 85). Otros autores citados son: Gregorio de Salas; García de la Huerta; Juan Pablo Forner.
El siglo XIX lo presenta Antonio Salguero bajo las expresiones del romanticismo, del realismo, del modernismo o de la llamada Generación del 98. En este siglo los autores tienen una característica especial como es la poética de corte nacional que media entre la pasión y la melancolía de la que son claros exponentes, Espronceda (pág. 97) o Carolina Coronado (pág. 102); Hurtado Valhondo (pág. 107) o Vicente Barrantes con ese gusto romántico por la historia o los hechos legendarios. En este siglo se escribe, también con realismo desde una aparente finalidad docente y moralizadora artificial y exagerada, de los que son escritores significativos: López de Ayala o Gabriel y Galán de una escritura más sencilla y expresiva con un vocabulario popular que llega a los campesinos (pág. 124). Este último se atrevió a escribir a la manera hablada de Extremadura, modo arcaico y rudimentario que todavía hoy tiene impacto en los oyentes extremeños. El modernismo de Amado Nervo o Rubén Darío se hace notar en nuestra región en la figura de Manuel Monterrey amigo del escritor Villaespesa. Este es un poeta autodidacta que impacta en el ambiente literario conservador de la capital pacense (pág. 133). La generación del 98 que sigue las líneas de Unamuno y Antonio Machado encuentra eco en Luis Chamizo que con su Miajón de los castúos pretende reivindicar la manera de ser del extremeño oculta bajo unas condiciones de precariedad económica. Este último autor es coincidente con el regeneracionismo unamuniano y con la traza regionalista de Gabriel y Galán.
El grueso documental más importante de la obra desde la página 145 lo centra en los siglos XX-XXI donde nos encontramos con un compendio interesante de autores extremeños. Hay que destacar que, cuando Antonio Salguero, en esta andadura de la Panorámica poética, aborda el poliédrico siglo XX lo hace con la misma valentía que lo ha hecho en las etapas anteriores, superando las dificultades que presentan la multitud de expresiones literarias. Desde el inicio (pág. 145) de esta etapa las expresiones se suceden con vértigo mostrando la riqueza y complejidad de muchos de nuestros escritores. Así, en el contexto de la Generación del 14 se destaca Enrique Diez-Canedo; en la Generación del 27 sitúa al escritor y filósofo Eugenio Frutos; en la del 36 a Jesús Delgado Valhondo; en la poética existencial a José María Valverde; en la expresión social a Pacheco y Lencero; en la poesía del conocimiento a Félix Grande. Cierra el círculo creativo de este siglo la poesía, que Antonio Salguero llama, de la transición. Desde aquí los autores se vuelven más cercanos a nuestra sensibilidad creativa como son J. A. Zambrano, Pureza Canelo, Castelo, Álvarez Buiza. Sigue con la poesía de la renovación destacando a Luciano Feria, Ángel Campos (Pámpano), Álvaro Valverde y María Rosa Vicente (en la página 223 se cita por despiste, entre estos autores extremeños, al poeta salmantino Aníbal Núñez que ciertamente ejerció una gran influencia en Campos Pámpano). Luego, en la poesía de Fin de siglo, se nombra a María José Flores; Diego Doncel; Ada Salas; Irene Sánchez Carrón; Rufino Félix.
Por último, al siglo XXI, Salguero le dedica treinta y una páginas. En esta poesía actual, como el autor la llama, destaca a unos autores de renombre nacional e internacional, como José María Cumbreño, entre otros.
Es en este tramo donde algún “crítico” dice que la Panorámica tiene notables ausencias o indignas presencias, haciendo un juicio desconsiderado de las legítimas licencias que Antonio Salguero, se ha tomado a nivel criteriológico y de selección. Por el contrario, en este sentido catalogador se observa que la obra de Salguero Carvajal evita situar a los poetas, en cuanto a la calidad de sus escritos, en ser de “primera o de segunda categoría”. En este sentido, nuestro autor con su obra va más allá de consideraciones pseudopolíticas o de cenáculos particulares. No hay que olvidar que, menos faltar a la verdad, la presencia o ausencia de autores llegan a ser aleatorias y siempre desde los objetivos que cada autor se trace con su creación, como es el caso de la obra que comentamos. De todas formas, y a pesar de cualquier “despiste” de datación o ausencia de algún escritor, para algunos lamentable, hay que alabar la audacia de Antonio Salguero al haber iniciado un estudio como este y mostrar la punta de iceberg de las letras de la región extremeña dejando que otros, estudiosos y críticos, o él mismo, continúen en el futuro con aquello que, por espacio y no por desconocimiento, ahora no se aporta.
2.1. La época reciente en la Panorámica y en otras Antologías. Breve comparativa.
Es importante resaltar que cuando Antonio Salguero Carvajal trata, en su Panorámica poética, el tramo del siglo XX-XXI, lo hace de manera diferente a otras antologías, como por ejemplo a la de Miquel Ángel Lama en su Literatura en Extremadura. La diferencia se marca por varios elementos:
Primero, porque en la obra de Salguero esta época queda reducida a unas 118 páginas con la pretensión de mostrar, no de forma exhaustiva sino sucinta, la poética extremeña; mientras que en la obra de Lama, editada por La Editora Regional hace dos años, se desarrolla con una extensión de 668 páginas, tratando de forma no panorámica sino claramente ontológica, la literatura extremeña que media entre 1984 a 2010, es decir, desde la constitución de la Autonomía extremeña hasta el presente.
Segundo, en la obra de Salguero, a diferencia de la de Lama, los contextos literarios nacionales así como el socio-político juegan un papel importante en el tratamiento de los autores. Por su parte, Miguel Ángel Lama se centra solo en el contexto extremeño y en el propio entorno de los autores antologados dedicándole a cada uno de ellos una extensión considerable con la pretensión acertada de acercarnos a su estilo y forma de hacer.
A pesar de que el tratamiento de esta época reciente difiere de una obra a la otra, los datos aportados se complementan. Mientras que en Miguel Ángel Lama el tratamiento de los autores antologados es exhaustivo y rico, en los capítulos de la obra panorámica de Antonio Salguero es sucinto, por el espacio reducido en el que se presentan las creaciones, sin por ello ahorrar profundidad en el tratamiento de los mismos autores. Además, en las dos Antologías los elementos críticos y hermenéuticos tienen un carácter personal aunque no subjetivo por la maestría de sus autores. Si en la obra de Lama estos merecen atención en la de Salguero no son desdeñables. Hay que resaltar que en la Panorámica hay un añadido, que la otra antología no tiene y es la notación crítica a los poemas escogidos ; por lo mismo, la obra antológica de Miguel Ángel tiene un cuadro cronológico de producción literaria entre los años 1984-2010 que a la Panorámica le falta. De todas formas, es competencia indiscutible de cada uno de los autores decidir sus criterios de trabajo, como así lo indica Salguero, en la presentación de su obra (págs. 19s) y Lama, en el Preámbulo (págs. 14s.)
3. VALORACIÓN DE LA OBRA.
Es verdad que todo es mejorable pero, en el caso de la obra que comentamos, fuera de algunos aspectos de maquetación, lo que se muestra tiene calidad y supera lo aceptable. Por esto, teniendo en cuenta y valorando muy positivamente el contenido, aun con sus despistes, suple la menor calidad del continente, que por otro lado aunque no se justifique se comprende.
La comprensión y no severidad respecto del continente de la obra viene dada al considerar, por un lado, que esta obra no ha contado con dinero público, siempre abundate cuando lo hay. Hay ciertos “elementos” que, desde la precariedad, no se alcanzan. En este sentido, no hay que olvidar que, como todo proyecto, este ha tenido un soporte, el de la Fundación Delgado Valhondo que auspicia la obra y que esta institución, como toda corporación privada, se vale de una economía de subvenciones. En definitiva, es factible corregir algún error en esta Panorámica poética, aunque estos sean los menos a no ser que miremos con lupa algunos elementos magnificándolos y que, a la postre, son aleatorios.
Es interesante destacar las veintiuna páginas dedicadas a la bibliografía que este doctor en literatura Antonio Salguero Carvajal ha contado para confeccionar su magnífica Panorámica de la poesía de la región extremeña. La webgrafía que aporta tiene sus inconvenientes dado que algunas de ellas quedaron obsoleta en este tránsito de la confección de la obra. A pesar de todo, parece ser que Antonio Salguero cita todas las páginas, previas consultas, sin distinguir si eran buenas, malas o si estaban vigentes u obsoletas. Dado que para evitar problemas con la propiedad intelectual de sus autores hay que citarlas sin más. Además, es de interés mencionar el Índice onomástico del final (pág. 318) porque en él se cita a buena parte los escritores de la región con o sin relevancia.
Por último, quiero resaltar las apreciaciones que el propio autor hace de su obra y asumo como opinión propia al decir que: La Panorámica, por primera vez, ofrece algo nuevo y necesario como es una visión global de la poesía en Extremadura que, hasta ahora, nadie se había atrevido a realizar. Atajada esta necesidad, no procede crear polémica sino establecer una dialéctica que aproveche la ocasión para aclarar detalles que nadie tiene claros desde 1975 hasta hoy.
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