Esta tarde he estado tomando un café con Antonio Salguero Carvajal y su mujer, en un bar de carretera, en Lobón. Este es un pueblo a mitad de camino entre Badajoz y Mérida. Un buen lugar para que los que nos gusta escribir, y discutir de poesía y vivimos en las ciudades mencionadas, pudiéramos tener encuentros y charlas literarias . Este es un "sitio de nadie", un lugar que me recuerda el kilómetro cuarenta, a mitad de camino entre Cáceres y Badajoz, donde nos encontrábamos el dividido Departamento de CCSS de la Universidad de Extremadura, al que pertenecía cuando trabajaba en ella.
En fin, el encuentro de hoy se debía al regalo que Antonio me hacía de su último libro, "Panorámica poética en Extremadura", editado por la Fundación Jesús Delgado Valhondo. Hasta el momento, ha tenido críticas positivas y otras que, con ciertas pretensiones de lo "políticamente correcto" , no llegan a ser negativas sino que se mantienen en la ironía desfondada del "buen hacer".
Su lectura tiene que someterse, inevitablemente, a la tranquilidad de un tempo propicio. No es un libro para simplemente leer el índice mirando el esquema o el aparato crítico sin contextualizar o leer una poesía suelta o mirar si todos los que me gustaría que estén están. No, no es un libro para pretendidos próceres de la cultura sino para los que aman la cultura.
Por el momento, he visto el esfuerzo de documentación que Antonio Salguero ha hecho sin más pretensión que la de mostrarnos la punta de iceberg de lo que en esta región se ha ido haciendo. Vaya mi enhorabuena por este trabajo. La crítica vendrá después y siempre tendrá, por mi parte, el respeto y la admiración de quien se ha pasado muchas horas trabajando la documentación, como es el caso de Antonio.
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