Me preocupa la soberbia de los
"buenos”, esa actitud prepotente de quienes se consideran en posesión de
la verdad. Los "malos", los que a veces nos enfrentamos con la
actitud intolerante de los "buenos", no cabemos en la foto. Tan es
así que llegamos a ser invisibles y si nos nombran es para cotejarlo con el
mote de “perdedores” o “resentidos”. En
realidad, vivimos en un sistema que exige
el tributo de la "clap" (palmeros de oficio) y cuando no se cae en este
“vasallaje”, de rendir pleitesía a los “buenos”, cualquier reacción es posible, por parte de estos.
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